En lo que va de año, el comportamiento del precio del oro podría considerarse en cierta medida decepcionante por no haber mostrado un rally acuciante en respuesta a la incertidumbre del mercado. En cierto modo, es como si tuviera una resistencia en el nivel de los 1.740 – 1.750 dólares por onza que el mercado no consiguiera superar.
Con este contexto, George Cheveley, gestor de de la estrategia Global Gold Fund y especialista en minería del equipo Commodities & Research de Ninety One, gestora internacional de origen sudafricano anteriormente conocida como Investec AM, explica en una reciente entrevista que el oro ha realizado exactamente la función que debía realizar, es decir, diversificar las carteras de los inversores.
“Si bien es cierto que el oro ha encontrado algo de resistencia en niveles cercanos a los 1.700, debemos recordar también que se encuentra ahora cercano a los niveles más altos desde hace una década. Además, el oro está realizando bien su trabajo en un mercado con mucha incertidumbre. Cuando se analiza el volumen de las nuevas medidas de relajamiento cuantitativo a nivel global, que en estos momentos han alcanzado unos niveles sin precedentes y, teniendo en cuenta que algunos modelos de valoración apuntan que el oro debería estar cotizando en niveles más altos dadas las circunstancias, se debería tener cierta confianza de que, en estos niveles, el precio del oro tiene un buen soporte. En especial, conforme seguimos viendo más medidas de apoyo por parte de los bancos centrales y más incertidumbre en los mercados”, comenta Cheveley.
La relación entre el oro y el dólar
Entre los factores que tradicionalmente han impulsado el precio del oro, se encuentra el precio del dólar estadounidense. Mientras las bolsas y los mercados de deuda caían fuertemente, el tipo de cambio del dólar frente al euro se depreció desde los 1.08 dólares por euro en febrero hasta los 1.14 dólares por euro en marzo. Durante este episodio de volatilidad, el oro no llegó a tener un repunte significativo.
“En términos generales, el fortalecimiento del dólar suele ser pernicioso para el precio del oro, tal y como se ha visto en otras crisis. Pero esto no significa que, en ocasiones, cuando el dólar estadounidense se aprecia por sus características como activo refugio, el oro pueda seguir el mismo comportamiento que el dólar por un corto periodo de tiempo. Acabamos de atravesar un periodo con un fuerte precio del dólar y del oro, algo que no suele ser muy común, pero lo que se está comenzando a percibir es un ligero debilitamiento del dólar durante el último mes. Esto debería servir de soporte para el precio del oro en los niveles actuales”, explica Cheveley.
El nivel de los tipos de interés y la potencial inflación
Otro factor, son los tipos de interés. En la actualidad, los tipos de interés se encuentran en mínimos históricos y en ciertas economías, incluso en niveles negativos. “Ha habido mucha discusión sobre los tipos de interés negativo y se ha llegado a cuestionar si los bancos centrales llegarán a tipos base negativos. Creo que hasta cierto punto este es un debate interesante, pero la cuestión que realmente debería preocupar a los inversores son los tipos de interés reales. En ese sentido, creo que se verán tipos de interés reales negativos. Es decir, si los gobiernos son capaces de repagar la deuda que han emitido, podrán presión sobre la inflación, al subir la inflación y mantener los tipos de interés en unos bajos niveles, las tasas reales serán negativas. Este incremento de la inflación será otro soporte para los precios del oro”, menciona.
La inflación puede considerarse como el gigante dormido que puede despertarse repentinamente después de un extenso periodo en el que ha sido benigna. Pero, en la opinión de Cheveley, lo que realmente deben temer las economías es la deflación. Así, los gobiernos y los bancos centrales de las principales economías desarrolladas están tomando medidas para evitar una posible espiral de deflación, un efecto que podría ser muy dañino incluso para el precio del oro.
“A nuestro juicio, los bancos centrales quieren evitar la deflación. Se pretende eludir un escenario como el de la economía japonesa y, por lo tanto, están dispuestos a tomar todas las medidas necesarias para promover el crecimiento conforme se deja atrás la pandemia”, aclara Cheveley.
La incertidumbre ha llegado para quedarse
Asimismo, el miedo y la incertidumbre son factores que favorecen la consideración de activo refugio del oro. En términos globales, todavía existe una cierta preocupación por una segunda ola de COVID-19, algo que también podría servir de apoyo para el precio del oro.
“En mi opinión, es más una cuestión de incertidumbre que una cuestión de miedo. Cuando hay un mayor nivel de inestabilidad sobre la economía, el consumo se retrae. En respuesta, hay una mayor intervención fiscal por parte de los gobiernos y los bancos centrales ponen en marcha nuevos programas de estímulo monetario. En esencia, la incertidumbre desemboca en una mayor intervención económica por parte de las autoridades y un mayor soporte para el precio del oro. Como hemos mencionado, nos enfrentamos a una incertidumbre que, a nivel de métricas, se sitúa en las cotas más altas de hace 20 años. Todas las discusiones se centran ahora en cómo abordar unas condiciones económicas sin precedentes, en la que los gobiernos están tomando el control, y es precisamente en este tipo de entornos tener oro en las carteras tiene mucho sentido”, comenta.
El efecto de cobertura del precio del oro en las empresas mineras
Las mineras suelen tomar posiciones de cobertura vendiendo la producción de oro a un precio fijo para asegurar unos determinados ingresos, en lugar de arriesgarse con el precio al contado o precio spot. Cuando el oro tocó los niveles de 1730-1750 dólares por onza, algunas de las principales mineras cubrieron una parte de su producción y se mantienen en ese precio.
“En la actualidad, mantenemos una expectativa alcista sobre las acciones de las grandes mineras. Una de las razones por las que mantenemos esta perspectiva es porque la cobertura del precio del oro que están realizando hoy en día las empresas minera es tan solo una décima parte de la realizada 20 años atrás. Hace dos décadas, el monto total de cobertura del precio del oro era el equivalente a la producción de un año, o unas 3.500 toneladas. Mientras que la cobertura actual es mucho menor. Lo que se está viendo son unas coberturas estratégicas para cubrir proyectos o proteger acuerdos con bancos cuando estos solicitan una cobertura, pero la mayoría de las empresas están expuestas a los precios al contado, o precios spot. Habrá algo de cobertura y algunas empresas deben estar cubriendo pequeños tramos, pero la clave es que no es nada comparado con las coberturas que había hace 20 años y, por lo tanto, solo habrá una pequeña proporción de la producción cubierta en la mayoría de las empresas, y normalmente esto se dará por unas condiciones específicas”.
Exposición al oro a través de las empresas mineras
Con relación a la exposición a empresas mineras de exploración y producción, en Ninety One se están centrando en las empresas que están produciendo y dejando un lado las empresas de exploración. Los motivos son principalmente dos. El primero es que obviamente no reciben el precio actual y el segundo motivo, es porque estas empresas tienden a ser menores, y en términos generales, suelen tener problemas de liquidez y unos flujos de caja más volátiles.
“En Ninety One nos centramos en las empresas mineras productoras con un buen balance contable que están produciendo flujos de caja y devolviendo ese valor a los accionistas, eso muestra realmente disciplina de capital”, comenta.
Las empresas mineras de oro y las mineras en general están comenzado a exhibir un comportamiento más responsable que hace años. En el pasado, cuando los precios de las acciones subían, el volumen de adquisiciones que pagaban un sobreprecio por encima del valor de los activos incrementaba, para después sufrir durante los siguientes años tras una bajada en el precio del oro. Sin embargo, en este ciclo las empresas mineras parecen estar comportándose como el resto de las empresas de otros sectores.
“Este mejor comportamiento de las empresas mineras es un buen augurio para el sector. Parte de la razón que explica este mejor comportamiento es el pago de las deudas contraídas en estos últimos años. Si se examina cada una de las compañías, muchas de ellas están tomando mejores decisiones y más racionales porque no se tienen que preocupar de pagar deuda en este momento. Con la disrupción provocada en la producción por el COVID-19, se ha visto cómo varias empresas han cerrado sus minas sabiendo que cuentan con la liquidez necesaria para poder estar un mes sin producción en sus minas. Ahora, son capaces de tomar decisiones con antelación, de una forma más sensata y segura de lo que lo hubiera hecho en el pasado, por lo que creo que unos menores niveles de deuda en la totalidad de la industria representan unos mayores beneficios”, añade.
Exposición a las mineras de Sudáfrica y África occidental
Además, no se debe olvidar que el sector de empresas dedicadas a la producción de oro es un universo reducido. En especial si se tienen en cuenta el porcentaje que representan con respecto a otros sectores como, por ejemplo, el tecnológico, en los índices de las principales bolsas en los países desarrollados. Por eso si en algún momento se produce un rally en el sector, las acciones experimentarían un mayor movimiento debido a la relativa falta de oferta. Entre las distintas geografías en las que invierte el equipo de Ninety One se encuentra Sudáfrica, aunque esta no es la única región en la que invierten dentro del continente africano.
“Tenemos una posición de acciones sudafricanas en la cartera. Muchas empresas tienen una menor producción, pero seguimos considerando Sudáfrica como parte de nuestro universo y definitivamente estas empresas también están mirando fuera de las fronteras del país buscando crecimiento. Podemos entender que la producción de oro es un recurso maduro y que hay oportunidades en otros lugares. Por ejemplo, en África occidental, donde hemos visto mejores oportunidades y una mayor actividad”, argumenta.
Un ciclo en alcista para las acciones relacionadas con el oro, ¿pero también para el oro?
Si bien está claro que las empresas mineras de oro están al alza, no está tan claro que nuevas cotas podría alcanzar el oro en los próximos meses después de haber encontrado un nivel entre los 1,700 y los 1,500. En cualquier caso, Ninety One no tiene un objetivo de precio en el corto plazo.
“Es muy difícil predecir cuál será el precio del oro en el corto y medio plazo, pero lo que sí se puede decir es que el precio del oro tiene buenos soportes. Eso es importante porque con unos niveles de 1,700 dólares por onza la industria en general está obteniendo unos buenos beneficios, y algunas empresas en particular están obteniendo muy buenos márgenes. El punto de equilibrio para las empresas productoras de oro se sitúa alrededor de los 1,100 – 1,200 dólares, por lo tanto, pensamos que la totalidad de la industria tendrá unos sólidos márgenes en conjunto. No se necesita que los precios del oro sigan subiendo, pues seguimos viendo una buena ventaja en las valoraciones de un gran número de empresas. De hecho, incluso si el precio del oro cayera en 100 o 200 dólares, no se trataría de un desastre para el sector. Simplemente serían menores flujos de caja. Lo que nos gusta de este nivel de precios es que es muy elevado. Y de repente, hay mucho margen si las condiciones actuales se debilitan”, concluye.