Actualmente, la economía global se está comportando sorprendentemente bien. Ni demasiado caliente, ni demasiado fría. Dependiendo de la versión del cuento, Goldilocks vivirá feliz para siempre o llegará a un final lamentable. ¿Podría decirse lo mismo del experimento de los bancos centrales?
En este contexto, Neil Dwane, estratega global de Allianz Global Investors, cree que la deuda está todavía en niveles muy altos y el coste de capital está empezando a aumentar por primera vez en una década con la subida de tipos de la Fed. “Si la Fed se vuelve muy agresiva en su política monetaria puede tener un impacto significativo en los mercados”, afirma durante una conferencia de prensa en Londres.
Son, a juicio de Dwane, los mercados emergentes los que están recogiedo el testigo de unos países desarrollados que apenas despiertan del letargo de la liquidez de los bancos centrales. De hecho, este experto afirma que “el llamado sueño americano se está durmiendo en estos mercados ahora mismo. Millones de personas están viendo crecer su riqueza. China, por ejemplo, es ya el mayor mercado de acciones del mundo”, explica.
¿Por qué China lidera el avance tecnológico mundial?
El avance tecnológico del gigante asiático se ilustra a la perfección con el número de patentes registradas en el país. En los últimos diez años se han multiplicado por diez y, en opinión de Raymond Chan, responsable de renta variable asiática de AGI, hay dos catalizadores. “El avance tecnológico de China se produce porque tiene apoyo del Gobierno y porque hay una elevada población de millones de personas que genera mucha demanda”.
Pero también existe otras lecturas, como una regulación de protección de datos más laxa que en Europa. “Alipay, por ejemplo, no sería legal en Europa por la ley de protección de datos”, indica Chan.
El desafío global de la riqueza
El crecimiento económico de los últimos años no ha evitado que hoy en día vivamos en un mundo con mayor desigualdad. “Las desigualdades son cada vez más grandes y esto contribuye a la inestabilidad y provoca, además, problemas de salud y medioambientales”, afirma Dwane.
En este sentido, el estratega global de AGI apunta a la automatización como elementos que puede contribuir a reducir las desigualdades. “La automatización de la economía va a crear más puestos de trabajo y a requerir nuevas habilidades».
Además, Dwane recuerda que una de las consecuencias de la crisis financiera fue la pérdida de confianza en la gestión activa. “Este es nuestro mayor desafío porque la inversión a largo plazo contribuye a reducir desigualdades. Invitamos a nuestros clientes a invertir pensando en los próximos 3 a 5 años y no en los próximos 3 a 5 minutos”, concluye.
El mercado de Reino Unido tiene valor por su elevada exposición internacional
La economía de Reino Unido es menos cíclica que la europea y este es, en opinión de Ann-Katrin Petersen, analista de Allianz Global Investors, el motivo por el que el PIB del país no se ha resentido tanto desde el referéndum sobre el Brexit.
En opinión de Simon Gergel, responsable de renta variable de Reino Unido, el mercado británico tiene mucho valor debido, fundamentalmente, a su alta exposición internacional. “El mercado británico no representa a la economía del país, el 60% de las compañías del FT 100 son internacionales y el 14% son híbridos”, afirma.
Sobre el impacto que pueda tener sobre la economía, un “Hard Brexit”, Gergel cree que la peor parte se la llevaría el sector financiero doméstico por su relación con la economía. “Aunque es difícil anticipar su comportamiento en bolsa”, concluye.