A pocas horas del plazo final de la negociación de la deuda Argentina, Claudia Calich, responsable de deuda emergente en M&G Investments, piensa que hay espacio para un acuerdo. En una entrevista con Funds Society, al experta repasa la situación de mercado en Estados Unidos y Latinoamérica en esta fase, asimétrica, de la evolución de la pandemia de coronavirus.
“Las negociaciones entre Argentina y los tenedores de bonos parecen estar evolucionando hacia una resolución. En los últimos días se ha hecho evidente que hay espacio para un compromiso, ya que solo ahora hay una pequeña diferencia entre lo que a los tenedores de bonos les gustaría ver en términos de valor de recuperación de los bonos y lo que ofrece el gobierno argentino. Dado este telón de fondo, parece muy probable que lleguen a un acuerdo, aunque dado lo cerca que está la fecha límite del viernes, puede que no haya suficiente tiempo para hacer todo desde una perspectiva técnica. Si ese es el caso, Argentina tendrá que entrar en default, pero esperaría que la propuesta de intereses se acuerde y se anuncie inmediatamente después”, explica Calich.
Calich valora la propuesta del gobierno argentino y su evolución: “La primera propuesta de Argentina incluyó algunos aspectos inusuales. Por ejemplo, no proponía cubrir los intereses acumulados entre ahora y cuando el primer cupón comenzó a pagar, que es algo que los inversores normalmente reciben en los procesos de reestructuración. Los cupones ofrecidos y cómo evolucionan en el tiempo es otro factor importante. Con la situación actual, el margen fiscal de Argentina es obviamente muy ajustado, pero la inclusión de instrumentos como las garantías de crecimiento aumentaría el valor de la propuesta. Estas garantías de crecimiento son beneficiosas para ambas partes, ya que alinean los intereses de los tenedores de bonos y la prosperidad del país. El umbral propuesto por los tenedores de bonos implicaría que si el crecimiento de Argentina es del 3% o más, según las estadísticas oficiales del FMI (lo que a su vez significaría que la economía del país es mejor y los niveles de ingresos entre la población están aumentando nuevamente) entonces los tenedores de bonos también se beneficiaría ya que el valor de los warrants aumentaría. Esta es una propuesta justa para ambas partes”, excplica.
Perspectivas en los mercados emergentes
La crisis del coronavirus ha golpeado con fuerza los valores emergentes, con salidas históricas y masivas en las últimas semanas. Pero la responsable de M&G piensa que hay mucho valor en esta clase de activos.
“En la medida en que se estabilice la crisis del COVID-19, regresará el interés por los países emergentes, como hemos visto ya en las últimas semanas. En términos de valuación, el equity de los mercados emergentes es más barato que el de los otros mercados que recibieron fuertes ayudas de los bancos centrales”.
Los países de Latinoamérica han sufrido especialmente con esta crisis, que se ha traducido en una clara bajada de las calificaciones. Sin embargo, Calich piensa que con una buena selección hay oportunidades en la región.
“Latinoamérica es muy diversa, la situación es muy diferente en cada país en términos de la estructura económica y política, y de cómo están manejando la crisis del coronavirus. Tenemos países como Brasil que tienen una curva importante de crecimiento de infectados y otros como Uruguay donde los casos han sido muy limitados. Así, vemos que hay diferentes oportunidades para invertir, en algunos casos, como Argentina y Ecuador, los bonos están en precios muy bajos. Así que actualmente hay oportunidades en la región si uno mide bien la relación riesgo/retorno”, señala.
En latinoamérica, las salidas de capitales han golpeado especialmente a Brasil, país que está registrando importantes cifras de víctimas del COVID-19 y un problema de inestabilidad política. Para Calich, los inversores están atentos a si Brasil mantiene o no su regla fiscal.
En relación con Brasil, “todo depende de la estabilización de la crisis del COVID-19, algo que nos dará una mejor visión de cual es su impacto. Está claro que vamos hacia una contracción del mercado que puede ir del 4% al 10%. En el mediano plazo, y para que la economía se estabilice y vea un rally, la gran pregunta que se hacen los inversores es si en este contexto Brasil podrá mantener su regla fiscal. Si la regla se eliminara permanentemente me temo que el mercado brasileño seguiría sufriendo porque es probable que la deuda alcance el 100% del PIB en un par de años o incluso antes. Si se trata de una excepción por la situación que vivimos, y sigue habiendo una regla fiscal el año que viene, los inversores podrían darle el beneficio de la duda a Brasil, pero si no la mantienen será muy difícil. Creo que cabría esperar más rebajas de calificación, aunque el grueso de la deuda brasileña sea local”.
Países como Uruguay y Chile han activado créditos de los organismos multilaterales para financiarse, una manera de capturar intereses más bajos y no tener que salir al mercado en un momento desfavorable para la renta fija. ¿Son los organismos multilaterales un competidor para las gestoras de fondos que invierten en emergentes?
“Yo no diría que la deuda multilateral representa una competencia para los inversores, es algo que funciona de manera paralela. El debate se da especialmente en países pobres de África y Asia, donde se puede estudiar la manera de aliviar la deuda. En Latinoamérica quizás podrían ser consideradas economías más deprimidas de Centroamérica, pero Centroamérica y el resto de los países latinoamericanos siguen teniendo acceso al mercado. La emisión de deuda de Guatemala de hace unas pocas semanas, por ejemplo, tuvo muy buena acogida”, responde Calich.
Tensiones entre Estados Unidos y China
Las tensiones entre China y Estados Unidos parecen haberse reanudado, así como sus efectos en la volatilidad del mercado. Para Calich, el contexto electoral en Estados Unidos explica está nueva subida de la retórica.
“En los últimos dos años hemos visto muchas tensiones entre Estados Unidos y China y el coronavirus está sumándose a esta tendencia para hacer las cosas todavía más difíciles. No olvidemos que en noviembre hay elecciones en Estados Unidos y para esa fecha probablemente haya mucha gente desempleada y un cuadro recesivo, en ese contexto es fácil acusar a China o, como hemos visto hacer al presidente Donald Trump, amenazar con dejar de contribuir a la Organización Mundial de la Salud (OMS)”, señala Calich.
La duda es si el conflicto se mantendrá dentro de la retórica o si va hacia un empeoramiento: “La cuestión clave es si estas tensiones terminarán en sanciones a China o algo de este tipo, y en ese caso creo que asistiríamos a otra ola de ventas en equity, un debilitamiento de la economía que no creo que beneficie al gobierno estadounidense. Así que creo que persistirán las tensiones, pero teniendo en cuenta la debilidad de la economía mundial, no creo que haya espacio para una escalada”, concluye Claudia Calich.