En torno a un 80% de los inversores globales se apoya en su instinto a la hora de tomar las decisiones de inversión, una cifra muy similar a la de los inversores españoles, según un reciente estudio elaborado por Natixis GAM. Aunque lo ideal es que la racionalidad prime a la hora de tomar las decisiones, no hay que olvidar que los instintos también están basados en los conocimientos.
Así, emociones e instintos juegan un papel clave a la hora de tomar las decisiones de inversión y ésa es una realidad que no se puede ignorar. Y una de las razones por las que Sophie del Campo, directora general de Natixis AG en Iberia y Latinoamérica, y su equipo, eligieron a Eduardo Punset, jurista, escritor, economista y divulgador científico español, para clausurar un reciente evento celebrado con inversores en Madrid.
Del Campo señaló algunas frases de Punset más célebres, como que “es muy probable que las mejores decisiones no sean fruto del cerebro sino de una emoción” o que el ser humano, una vez ha tomado una decisión, “tiende a buscar factores que apoyen esa decisión e ignore todo lo demás”, máximas que pueden aplicarse a la inversión.
Pero, en un guiño hacia una mirada hacia el futuro y un cambio en los comportamientos, también citó que “desaprender es más importante y difícil a veces que aprender” y “que se tiende a repetir el pasado porque no somos capaces de imaginar el futuro”. Un futuro que en la gestora tratan de orientar a través de una nueva filosofía de inversión: el llamado “durable portfolio construction”, basado en establecer el riesgo en primer lugar, maximizar la diversificación, utilizar activos alternativos, utilizar los tradicionales con mayor eficiencia y buscar la consistencia en la toma de decisiones.
El poder de la intuición
En una conferencia llena de referencias a otros filósofos, médicos y científicos, Punset llamó a no subestimar el poder del intelecto, la intuición o los presentimientos, lo que constituyen “las bacterias” que tenemos en el organismo, que son diez veces más numerosas que las células de nuestro cuerpo. Por lo tanto, “no se pueden tomar decisiones empresariales sin haberse ocupado antes de las bacterias”, afirmó, es decir, de los sentimientos y las intuiciones.
Es, en su opinión, el primer pilar para construir la nueva ciencia de la predicción y, en ese sentido, también de la predicción de los mercados. “No es fácil lo que hacéis”, aseguró a la audiencia, pues “la predicción, como la vida, es casi una equivocación”.
En un guiño al reto que suponen las inversiones de cara al futuro, también señaló la equivocación que supone pensar que cualquier tiempo pasado fue mejor. “Cualquier tiempo pasado fue peor. La esperanza de vida aumenta en España, este momento es insólito y la primera vez en la historia de las especies que eso ocurre a pesar de la crisis vivida”. Toda una lección para una audiencia que concibe ese hecho como un reto económico, más que como una maravilla vital.
Punset también apeló a la importancia de la multidisciplinariedad, a la necesidad de conocer otros campos para poder conocer mejor lo propio y desarrollar mejor el trabajo.