John Stopford, gestor de la estrategia Investec Diversified Income y de la gama Investec Managed Solutions Range, nos brinda cinco temas de inversión en renta para el 2014.
· El consenso parece estar equivocado con los niveles de crecimiento en Estados Unidos y la política de la Reserva Federal
El FOMC es ciertamente pesimista, pero son dependientes de los datos. Actualmente los mercados no parecen creer en la posibilidad de una significativa aceleración en el crecimiento de EE.UU.. Los economistas han pronosticado esto antes, pero el crecimiento ha decepcionado. Creemos que ésto no tiene en cuenta el sustancial impacto de la política fiscal. En cierto modo, el crecimiento en 2013 entre el 1,5 y 2% es bastante impresionante teniendo en cuenta el grave impacto del “sequestration” en el gasto público.
En 2014 el giro del ajuste fiscal será más grande que el endurecimiento observado en 2013. Esto junto con la mejora en la inversión de capital y el consumo, ayudado por unos precios más bajos de gasolina debería permitir que la economía de americana crezca mucho más rápido por algunos años. Debería hacer que los mercados se replanteen la velocidad de la normalización de la política llevada a cabo por la Reserva Federal. Aunque será muy gradual, tal vez no es tan gradual como sugiere el precio de mercado de forward. El dólar, que ha sido contenido por el QE, debe recibir una fuerte inyección como resultado.
También esperamos en algún momento, un aumento significativo del rendimiento de los bonos japoneses, con rendimientos cada vez más fuera de línea del aumento de las expectativas de inflación y la reflación agresiva por parte del BoJ. Es evidente que las compras por parte del BoJ están suprimiendo los rendimientos, pero en última instancia, el valor razonable es mucho más alto.
· La rentabilidad de los bonos de gobierno de mercados desarrollados es aún muy baja
Los rendimientos de los bonos soberanos a 10 años en Estados Unidos y el Reino Unido han subido hasta casi el 3%, mientras que en Alemania hasta casi el 2%, pero desde entonces han retrocedido. Los retornos reales son casi de cero, suponiendo que la inflación sigua siendo baja. Esto sigue siendo poco atractivo; si el crecimiento económico repunta, esperamos que los retornos reales aumenten en la parte más larga de la curva, incluso si la inflación sigue siendo moderada. El momento para volver a invertir en bonos del Estado será cuando los bancos centrales endurezcan su política monetaria, lo cual es poco probable que ocurra antes de finales de 2014. El rendimiento de los bonos en Japón sigue muy por debajo del 1%, lo que sugiere que los inversionistas nacionales no esperan que la estrategia del gobierno de elevar la inflación a un nivel sostenido del 2%, vaya a tener éxito.
Con un yen que muy probablemente permanezca débil, preferimos evitar también este mercado. De cara a los inversores, podríamos ver esto como un momento para evitar posiciones estratégicas en bonos del gobierno en los mercados desarrollados, pero considerando comprar en momento débiles.
· La estabilidad en el precio de las materias primas y el aumento del empleo podría dar lugar a una cierta decepción de la inflación
La opinión del consenso acerca de los precios de las materias primas ha sido mucho más volátil que los precios reales. La demanda de energía y metales crece constantemente, pero también lo hace la oferta, por lo que esperamos que continúe con un movimiento lateral. Esto significa que los precios de las materias primas dejarán de ejercer presión a la baja sobre la inflación.
El crecimiento del empleo continua siendo fuerte en los mercados desarrollados y la mayoría de emergentes; en poco tiempo, esto se traducirá en mayores ingresos. Esto debería mantener el crecimiento económico, pero podría limitar el potencial de mayores márgenes de beneficio y puede dar lugar a sorpresas en la inflación moderadamente negativas. Nuestra sugerencia para los inversores de bonos, es no dar por sentadas las tasas actuales de inflación.
· El dólar está barato
El año pasado, nuestra apuesta pasaba por un mercado alcista del dólar que continuaría posponiéndose. Aunque el crecimiento de la economía de Estados Unidos se está acelerando, la Reserva Federal está decidida a que esto no debería verse amenazado por una política monetaria más restrictiva. Una política monetaria muy laxa conlleva un dólar débil, lo que ha proporcionado un soporte para las economías emergentes y sus mercados. Sin embargo, el pesimismo del dólar es extremo, la moneda es barata y el crecimiento es probable que sorprenda al alza. Esto significa que la sorpresa podría ir en la dirección de una política monetaria más estricta. El dólar puede no estar listo para subir todavía, pero parece poco probable una mayor debilidad, y puede que se fortalezca en el conjunto del año. Nuestra sugerencia a los inversores es posicionarse inicialmente con una sobreponderación moderada sobre el dólar, con la posibilidad de aumentar la exposición a lo largo del año.
· Oportunidades en crédito y deuda de mercados emergentes
Mientras que los rendimientos de la deuda pública siguen siendo poco atractivos, los bonos corporativos con grado de inversión ofrecen una modesta recuperación y los de high yield, una más significativa. Sin embargo, el retorno adicional ofrecido por el crédito es poco probable que sea suficiente para compensar una subida en la rentabilidad de los bonos soberanos.
La emisión de bonos, tanto de grado de inversión como de high yield ha sido importante, lo que implica una escasez de oferta. La oportunidad para incrementar la calificación disminuye a medida que las empresas con potencial de mejorar los balances, en su mayoría lo han hecho ya.
El crédito puede ser una inversión decepcionante hasta que se ajusten los bonos. La oportunidad en deuda emergente parece mejor, la mayor parte de las divisas se ha debilitado, los diferenciales están por encima de los bonos de mercados desarrollados y las oportunidades de añadir valor son mayores, aunque las monedas emergentes pueden debilitarse aún más en el corto plazo.
En nuestra opinión, el 2014 parece que será un año difícil para el crédito corporativo, y modesto para los mercados de deuda emergentes, pero puede haber una oportunidad de compra atractiva en el largo plazo a finales del año.