La intención del futuro gobierno de Uruguay de facilitar las normas para la instalación de argentinos de alto patrimonio en el país ha levantado una polvareda mediática y política en los dos lados del Rio de la Plata. Pero, ¿quiénes serían estos argentinos potencialmente atraídos por un cambio de vida en Uruguay? El abogado Martin Litwak, fundador y socio del estudio Untitled, conversó con Funds Society sobre la noticia del momento.
Este mes de enero, en el marco de una reunión con empresarios en Punta del Este, el presidente electo de Uruguay, Luis Lacalle Pou, anunció que trataría de atraer argentinos de altos patrimonios a Uruguay. Fuentes de prensa hablaron de 100.000 argentinos, aunque después miembros del fututo gobierno matizaron y bajaron la cifra a 50.000. En este contexto, se empezó a hablar de un cambio en las normas del Banco Central de Uruguay tendiente a facilitar la residencia fiscal.
Martin Litwak señala que es una idea que tiene sentido para un país de escasa población como Uruguay (3,4 millones de habitantes), donde la instalación de tan solo 30.000 personas de altos ingresos tendría un enorme impacto en el consumo: “Por el momento hay una idea, pero no un plan concreto, no olvidemos que el nuevo gobierno uruguayo asume en marzo”, dice el jurista.
Litwak señala que hace tiempo que las grandes fortunas y los grandes grupos familiares argentinos han estructurado su patrimonio, y por ello esta medida estaría dirigida a un sector de ingresos mucho más bajo: “Estamos hablando de jóvenes profesionales o emprendedores argentinos que, debido a los recientes cambios fiscales, como la subida del impuesto a los bienes personales, ven que en los próximos años no podrán ni prosperar ni ahorrar, dedicando todo el fruto de su trabajo a pagar impuestos”.
El abogado señala que desde hace varios meses los estudios jurídicos detectan un interés creciente de los argentinos por cambiar de residencia fiscal, una decisión importante que implica una mudanza. Estados Unidos (Miami), España y Uruguay serían los destinos preferidos: “En este sentido el gobierno electo de Uruguay está aprovechando una oportunidad, con gente que mayormente ya tiene tomada la decisión de irse”.
Reacciones políticas y realidades regulatorias
El presidente de Argentina, Alberto Fernández, mostró su disgusto con el proyecto del futuro gobierno uruguayo y afirmó: «Sin ánimo de involucrarme en las decisiones de otro país –y Luis (Lacalle Pou) sabe con el respeto que lo digo– tengo la impresión de que a Uruguay le costó tanto salir de ese mote de paraíso fiscal que volver a caer en eso no es una buena noticia», aseguró Fernández.
El actual ministro de Economía de Uruguay, Danilo Astori, criticó también duramente la iniciativa, señalando que era una «nueva demostración» de que Lacalle Pou adolece de “impericia» y desconocimiento de los asuntos del Estado.
Por su parte, el futuro ministro de Turismo, Germán Cardoso, confirmó que se está estudiando flexibilizar las medidas para obtener la residencia fiscal, entre ellas la exigencia de un monto de inversión para obtenerla, que actualmente es de 1,8 millones de dólares.
Cardoso también señaló que podrían revisarse los términos de permanencia anual en el país, que actualmente está fijados a 183 días.
El abogado Martín Litwak señala que actualmente hay un ataque a los países que promueven las jurisdicciones sin sustancia, que pueden ser incluidos en las listas de la Unión Europea. Por ello, los gobiernos tienen que saber moverse en esos márgenes. Sin embargo, el jurista considera que en los últimos años la gestión del Banco Central de Uruguay ha sido extremadamente dura y negativa y que por ello hay margen para que el país rioplatense vuelva a ser un “destino de libertad”.