Moody´s acaba de publicar un detallado informe sobre los riesgos políticos que amenazan a las economías latinoamericanas, examinando país por país los principales eventos (como la celebración de elecciones) que pueden alterar las reformas en curso o cambiar el escenario para los inversores.
Según la calificadora: “América Latina se enfrenta a una serie de fuentes de riesgo político. En varios países, las próximas elecciones elevan las perspectivas de que las reformas favorables a los mercados se detengan o se inviertan, y que entren en un proceso de inercia. El riesgo político también es evidente en las relaciones contenciosas entre los partidos políticos, o entre los poderes ejecutivo y legislativo y judicial de los gobiernos de toda la región”.
Una de las preocupaciones de la calificadora es que Latinoamérica se encuentra en lo más bajo del ranking mundial de indicadores institucionales de calidad.
Moody´s señala que los riesgos políticos varían según los países: “Chile (Aa3 negativo), Colombia (Baa2 estable) y México (A3 negativo) celebrarán próximamente procesos electorales que podrían afectar la dirección política y las perspectivas económicas en 2018 y más allá. El riesgo político es moderando en Brasil (Ba2 negativo, a pesar de la incertidumbre persistente que rodea al presidente Michel Temer y el resultado de las elecciones del próximo año. Las instituciones de la nación (incluyendo el banco central, los ministerios de finanzas y planificación y la judicatura) están funcionando, permitiendo que la economía comience a recuperarse después de varios años de recesión. En la Argentina (B3 positivo), las elecciones legislativas de octubre determinarán si se seguirán haciendo progresos en las reformas para combatir la inflación y estimular el robusto crecimiento requerido para atender los crecientes niveles de deuda. En Venezuela (Caa3 negativo), el impacto crediticio del riesgo político es el más obvio, y conduce a una probabilidad muy alta y creciente de default de la petrolera nacional Petroleos de Venezuala SA (PDVSA, Caa3 negativa). La escalada de la crisis ha llevado a protestas violentas, a la fuga de capitales, y a la destrucción de la capacidad productiva, resultando en la peor crisis económica de la historia de la nación”.