Tras un 2023 brillante para los fondos del mercado monetario (FMM), la pregunta es inevitable: ¿ha llegado la hora de decir adiós a estas estrategias? Hay que recordar que la difícil coyuntura económica que ha vivido el mercado en los últimos tiempos llevó a muchos inversores a decantarse por activos líquidos y de bajo riesgo, como los fondos del mercado monetario, pero ahora los bancos centrales debaten cuándo comenzarán a recortar los tipos de interés y esto puede restar atractivo a su presencia en la cartera de los inversores.
Según el último análisis publicado por John Taylor, experto en renta fija europea de AllianceBernstein y Portfolio Manager del AB European Income Portfolio, “los activos tienden a salir de los fondos del mercado monetario cuando los bancos centrales empiezan a relajar la política monetaria, y ante esta premisa, es importante que los inversores midan bien el timing de entrada en renta fija”.
Sin embargo, las gestoras descartan una salida masiva de dinero de estos fondos y ponen en valor su papel para los inversores en términos de gestión de liquidez, protección contra la incertidumbre y su enfoque de invertir en activos de corta duración. Por ejemplo, para Sylvia Beck, Director Business Development Liquidity Products de abrdn, la pregunta es si este tipo de instrumento va a mantener el interés de algunos inversores que están esperando al margen y que no entran en el mercado debido a la incertidumbre.
“Mi respuesta es que es una gran manera de aparcar el dinero con liquidez y luego, cuando se encuentra una inversión diferente, moverlo. Puede ser un paso intermedio en lugar de un depósito, o simplemente tener los fondos en una cuenta corriente sin rendimientos, y disponer del dinero de inmediato. Los inversores están esperando para tomar una decisión a más largo plazo, y mientras tanto podrían utilizar fondos como este para obtener un rendimiento de su efectivo. Es una manera de mantenerlo hasta encontrar una estrategia mejor, o que bajen determinadas acciones que le interesan o tomar una decisión de cuánto tiempo quieren invertir. Los fondos monetarios no pretenden en general ser una compra para mantener a largo plazo, sino para contar con una cierta cantidad en efectivo líquido«, argumenta Beck.
Según las gestoras, que el entorno haya cambiado no supone que los fondos monetarios vayan a desaparecer de las carteras de los inversores. En opinión de Groupama AM, los fondos del mercado monetario seguirán actuando como “fondo de armario” en las carteras, lo que les permitirá establecer una posición de tenencia para futuras oportunidades en otras clases de activos. “La baja volatilidad de estos vehículos, así como su diversificación, permiten aportar un carácter defensivo a una cartera de inversión. Además, los fondos del mercado monetario siguen siendo una solución relevante en la gestión diaria del flujo de caja”, argumentan.
Desde Groupama AM defienden que incluso en el caso de una disminución de los rendimientos ofrecidos, los clientes más conservadores siguen interesados en los fondos del mercado monetario. “Históricamente, el periodo de tipos negativos que experimentamos hasta 2022 no vio salidas fuertes y definitivas de la clase de activos del mercado monetario. Por el contrario, los activos gestionados por los fondos del mercado monetario aumentaron en general durante este período”, indican. Además defiende que los fondos del mercado monetario están destinados principalmente a inversores corporativos cuyo efectivo puede invertirse fuertemente en fondos del mercado monetario. “Muchos fondos no están destinados a ser invertidos significativamente en fondos del mercado monetarios. Así deben mantener su papel como alternativa creíble a los depósitos mientras la rentabilidad del fondo siga siendo más competitiva, lo que debería ser el caso en ausencia de un fuerte recorte de los tipos”, añaden.
Para Beccy Milchem, Head of the International Cash Management Business de BlackRock, los inversores siguen necesitando liquidez, por lo que el uso de fondos monetarios no está obsoleto ni descartado. “Las tendencias que hicieron populares a los fondos de mercado monetario en 2023 continúan en 2024 y más allá, a saber: diversificación frente a exposición a una única contraparte; liquidez para acceso en el mismo día frente a depósitos a plazo; facilidad operativa; y gestión activa de la duración para optimizar los rendimientos ajustados al riesgo que siguen los tipos de interés. Aunque el mercado descuenta algunas bajadas de tipos este año, se espera que se mantengan en niveles no vistos desde antes de la crisis financiera de 2008”, añade Milchem.
En su opinión, estos fondos pueden desempeñar un papel importante en las carteras de los inversores, ya que ofrecen una opción de inversión líquida y de bajo riesgo que permite seguir los tipos de interés a corto plazo sin tener que preocuparse de buscar periódicamente la mejor rentabilidad. “Los fondos del mercado monetario invierten en títulos de deuda a corto plazo de alta calidad y ofrecen a los inversores una forma relativamente estable y de bajo riesgo de rentabilizar su efectivo. También pueden ofrecer rendimientos más elevados que muchos depósitos bancarios, lo que los convierte en una opción atractiva para los inversores que buscan rentabilizar su efectivo sin renunciar a la liquidez. Desde el punto de vista de la construcción de carteras, la baja correlación de los fondos del mercado monetario con otras clases de activos permite a los inversores reducir el riesgo de sus carteras multiactivo, que a menudo están limitadas por presupuestos de riesgo”, argumenta.
Para Fabio Mandirola, gestor de carteras de renta fija en Generali Investments, a los motivos ya citados, añade dos factores más que mantienen a los inversores anclados en los fondos monetarios: los riesgos geopolíticos y las inversiones alternativas. Sobre esta última apunta: “En caso de que continúe la tendencia de inversión en nuevas clases de activos alternativos (es decir, activos privados, AP), esto probablemente inducirá a los inversores a mantener también una actividad de liquidez y preservación del capital para compensar el mayor riesgo y los problemas de iliquidez derivados de los activos privados. Esto, a su vez, seguiría impulsando la demanda de fondos monetarios por parte de los inversores, que son instrumentos de bajo riesgo y gran liquidez”.
Tras un buen 2023
El pasado año resultó brillante para los fondos monetarios, pero la cuestión es si podrá mantener la tendencia este año ante un contexto de mercado y unas políticas monetarias diferentes. “Los fondos del mercado monetario han registrado entradas récord, 1,3 billones de dólares en todo el mundo en 2023, y de momento la tendencia no muestra signos de remitir. Desde principios de año ya han entrado 193.000 millones de dólares. Es comprensible que los fondos del mercado monetario o los depósitos bancarios a corto plazo vuelvan a parecer atractivos tras años de tipos de interés negativos, pero en realidad no se trata de una estrategia de inversión viable a largo plazo”, asegura Bernd Meyer, Chief Investment Strategist en Berenberg Wealth and Asset Management.
En opinión de Fabio Mandirola, gestor de carteras de renta fija en Generali Investments, el principal objetivo que los fondos del mercado monetario en euros lograron alcanzar en 2023 fue proporcionar, durante todo el año, una rentabilidad positiva continua estrictamente vinculada a todas las subidas consecutivas del BCE que aumentaron el tipo de interés a un día mes a mes. “Todos ellos fueron capaces, por término medio, de alcanzar una rentabilidad anual total de alrededor del 3,4% a pesar de un mercado de renta fija difícil y generalizado durante más de tres trimestres del año. Este resultado se logró gracias a la muy baja duración de las estrategias, que actuaron como escudo contra el aumento de los rendimientos en el mismo periodo”, indica Mandirola.
Además, según explica Milchem, la subida de los tipos de interés en un entorno de elevada inflación e incertidumbre geopolítica y de mercado llevó a muchos inversores a hacer una pausa y a posicionarse a la defensiva con elevadas asignaciones de efectivo. En su opinión, enfrentados a un entorno de bancos centrales muy dinámico, los inversores necesitaban un enfoque proactivo para gestionar el efectivo, y las opciones de liquidez diaria fueron una opción popular para los inversores que buscaban mantenerse ágiles.
“Los fondos del mercado monetario gestionados activamente ofrecían a los inversores una forma sencilla de externalizar su inversión en efectivo. Estos fondos ayudaron a minimizar la volatilidad mediante inversiones en activos a corto plazo y de alta calidad crediticia, al tiempo que absorbían rápidamente los beneficios de las subidas de tipos de los bancos centrales. Observamos rendimientos atractivos en relación con otros instrumentos de renta fija, desde depósitos bancarios hasta bonos del Tesoro de mayor duración”, comenta Milchem. Además añade que, en 2023, se vivió un periodo de incertidumbre en los mercados: “Las carteras de riesgo líquidas y de alta calidad de crédito o de deuda pública pueden ayudar a sortear las condiciones inciertas del mercado, de ahí el aumento de los flujos hacia los fondos monetarios”.
Por último desde Groupama AM destacan que, en este tiempo, los rendimientos de los fondos del mercado monetario han vuelto a ser competitivos con los tipos de interés de los depósitos bancarios, que tampoco han seguido el ritmo de la subida de los tipos de interés oficiales. “La falta de visibilidad de las decisiones de política monetaria y el riesgo inducido por esta falta de transparencia ha hecho que los apoyos monetarios sean relevantes a ojos de los inversores en fase de espera. El aplanamiento de la curva, o incluso su inversión, ha permitido a los inversores beneficiarse de una elevada relación riesgo/rentabilidad en comparación con otras clases de activos de renta fija”, señalan.
Nuevo entorno de mercado
Hasta el momento, los fondos del mercado monetario se beneficiaron de la subida gradual de los tipos de interés oficiales del BCE, que comenzó en julio de 2022 y continuó en el primer semestre de 2023 para registrar rentabilidades atractivas a lo largo del año, manteniendo al mismo tiempo una volatilidad muy limitada. “Estos rendimientos se beneficiaron de la reposición de las primas bancarias en el segmento de 6 a 12 meses (>30 puntos básicos en total durante el vencimiento a 12 meses) a niveles comparables a los observados antes del período LTRO hace 10 años. El rendimiento también se construyó de manera lineal a lo largo del año”, explican desde Groupama AM.
Según las expectativas de Beck, los tipos subieron y de momento han tocado techo, y no espera más subidas. Así que ahora estamos a la espera de los recortes, que producirán inevitablemente una bajada de rendimientos, tras terminar el año pasado con un 4% bruto. Teniendo en cuenta este contexto, recuerda que “el objetivo de un fondo monetario a corto plazo como el nuestro, que tiene un 40% de los vencimientos en un plazo máximo de 7 días, es mantener la seguridad y la liquidez. Tenemos un enfoque muy conservador, sin derivados, y nuestro propio equipo de analistas que examina la lista de emisores aprobados y hace los ajustes que considera oportunos”.
De acuerdo con el análisis del experto de AllianceBernstein, los activos tienden a salir de los fondos del mercado monetario cuando los bancos centrales empiezan a relajar la política monetaria, y ante esta premisa, considera que es importante que los inversores midan bien el timing de entrada en renta fija. “El Banco Central Europeo (BCE) cada vez está más cerca de recortar los tipos de interés, y ha señalado que podría comenzar en verano; el consenso del mercado indica que los recortes podrían producirse ya en abril. Medir bien estos tiempos es importante porque, históricamente, los precios de los bonos han empezado a subir antes del primer recorte de tipos”, explica Taylor.
Para Meyer, los altos tipos de interés a corto plazo son un fenómeno temporal, y con los recortes de tipos que se esperan este año, los tipos de interés a corto plazo deberían bajar de nuevo. “Históricamente, las salidas de fondos del mercado monetario han comenzado por término medio entre 3 y 6 meses después de las primeras bajadas de tipos. Es entonces cuando los inversores se dan cuenta de que los rendimientos están bajando y de que una inversión continua en tipos a corto plazo no es una buena estrategia a largo plazo”, matiza
Taylor señala que ante la moderación de la inflación en la zona euro, es probable que los recortes de tipos impulsen al alza los precios de los bonos y a la baja los rendimientos del efectivo. Por ello, apunta que “los inversores que se atrevan a invertir ahora en renta fija seguirán obteniendo los elevados niveles de renta actuales y podrán disfrutar también de plusvalías”.
Está claro que cualquier cambio en las posturas de política monetaria que pudiera llevar a los bancos centrales a cambiar de rumbo -una postura más dovish- disminuirá el atractivo de las inversiones a corto plazo por regla general. “Pero esto no debería bastar para expulsar a los inversores de los fondos monetarios este año, ya que los bancos centrales deberían entrar en el próximo ciclo de recortes sólo de forma gradual y cautelosa. De hecho, las actuales perspectivas económicas y de inflación siguen siendo muy inciertas, mientras que, tras el último ciclo de subidas, largo y fuerte, los tipos a un día en la zona euro han alcanzado niveles elevados y atractivos”, sostiene el gestor de carteras de renta fija en Generali Investments.
Para Kevin Thozet, miembro del Comité de Inversión de Carmignac, el riesgo de que haya salidas y rentabilidades menos atractivas es más alto. «La bajada prevista de los tipos de interés por parte de los bancos centrales provocará en el futuro una caída de la rentabilidad de los instrumentos del mercado monetario. Los inversores y los ahorradores deben saber que, aunque un fondo del mercado monetario o una cuenta a plazo pagan actualmente un tipo nominal atractivo, es probable que este sea más bajo cuando se renueve la inversión. Salvo que vuelva a haber inflación y subidas de tipos, los intereses del mercado monetario seguirán bajando. Por ello, tanto inversores como ahorradores se enfrentarán al riesgo de reinversión, esto es, el riesgo de sufrir pérdidas relativas si los rendimientos de las inversiones actuales se reinvierten a un tipo de interés más bajo», sostiene Thozet.
En opinión de Mandirola el factor que podría provocar algunas salidas de los FMM está relacionado con las consideraciones de los inversores sobre la relación riesgo-rentabilidad, que de hecho se ven afectadas por los cambios en la política monetaria. “Si los bancos centrales adoptan políticas más acomodaticias, los inversores pueden inclinarse a asumir más riesgos en busca de mayores rendimientos, lo que podría provocar salidas de los fondos monetarios a medida que los inversores reasignan sus carteras a activos de mayor riesgo”, concluye el gestor.