Durante el mes de septiembre, la recuperación de la actividad global se ha mantenido intacta, mientras la inflación parece haber repuntado como consecuencia de la estabilización de los precios del sector energético. Desde Schroders siguen previendo una tasa de crecimiento global del 3% este año, tras el 2,6% registrado en 2016, pero han rebajado su previsión de inflación del 2,4% al 2,3%. “La combinación de un crecimiento estable y una inflación en niveles bajos ilustran la continuidad de un panorama moderado, en el que la actividad se caracteriza por mantenerse en un justo término medio”, explica la firma.
En lo que respecta al crecimiento, mantienen la previsión para EE.UU. sin cambios, mientras que la revisión al alza de la zona euro se conjuga con una mejora de la previsión para China y, en general, para los mercados emergentes.
De cara a 2018, anticipan que el crecimiento global permanecerá estable en el 3% y que la modesta revisión a la baja de las perspectivas sobre EE. UU. se compensará con el aumento de las previsiones sobre los mercados emergentes y la zona euro
En el frente de la política monetaria, prevén que la Reserva Federal estadounidense (Fed) mantendrá intactos los tipos hasta mediados de 2018 y los subirá hasta el 2% antes del cierre del año. No obstante, en el resto del mundo, creen que los tipos de interés deberían mantenerse sin cambios, dado que Europa y Asia se encuentran en una fase más temprana del ciclo económico. “Prevemos que el BCE mantendrá su programa de expansión cuantitativa durante el periodo analizado, pero que empezará a retirar los estímulos en 2018”, añaden.
¿Se está quedando sin aliento el consumo estadounidense?
En el plano de la economía estadounidense, prevén una recuperación continuada, aunque esperan que el equilibrio del crecimiento se altere en los próximos meses a medida que el consumo se ralentice como consecuencia de la ausencia de un incremento de los salarios reales. “El aumento de la inversión en activo fijo debería compensar este hecho en cierta medida en lo que queda de año, pero de cara a 2018, es probable que la ralentización del consumo se intensifique con la subida de la inflación, constriñendo así las rentas reales. Nuestras previsiones, que apuntan a que la inflación solo retornará al objetivo a finales de 2018, indican un periodo prolongado de mantenimiento del tipo de los fondos federales”, argumentan desde Schroders.
La calma podría ocultar una tormenta
Este trimestre reaparece el riesgo político al tratar de incorporar la amenaza de Corea del Norte al contexto del mercado. Las tensiones entre China y EE. UU. en este sentido podrían derivar en una verdadera guerra comercial. El resultado neto sería, en su opinión, la estanflación y una ralentización de la economía mundial hasta el 2,4% en 2018. La inflación subiría así hasta el 2,8% en 2018, un 0,6% más que en la cifra de referencia.
La introducción de una hipótesis de guerra comercial aumenta la probabilidad de un desenlace caracterizado por la estanflación, según Schroders. La gestora cree que “lo más probable sigue siendo que asistamos a un desenlace deflacionista respecto de las previsiones de base”.
Perspectivas para Europa: los riesgos se tornan más equilibrados
Europa sigue gozando de un periodo de sólida actividad económica, a pesar de que las perspectivas se han ensombrecido ligeramente por la pérdida de dinamismo observada en los indicadores empresariales. Hasta la fecha, estos venían indicando un crecimiento más sólido que el que reflejaban las estadísticas oficiales y, de alguna manera, estos indicadores se han moderado, por lo que los riesgos para el crecimiento son ahora más equilibrados.
Schroders vuelve a revisar al alza el crecimiento de la zona euro, de modo que el crecimiento del PIB se fija en el 2,1% (desde el 1,8%) para 2017, y pasa del 1,8% al 1,9% de cara a 2018. La previsión de inflación se ha rebajado ligeramente en 2017 (hasta el 1,5%) por la caída de los precios del petróleo respecto de nuestra previsión anterior. No obstante, las perspectivas para 2018 se mantienen intactas en el 1,1%. “Esta cifra es inferior a las estimaciones de consenso, que se establecen en el 1,4%, lo que respalda nuestra visión, muy arraigada, de que es probable que los tipos de interés se mantengan sin cambios hasta 2019 como mínimo. Seguimos esperando que el BCE prolongue su programa de expansión cuantitativa hasta 2018, aunque reducirá sus compras mensuales, que acabará por retirar este año”, sostiene la firma en su análisis mensual.