Acciones, bonos y divisas de los mercados emergentes se han situado en el epicentro de la volatilidad sufrida por los mercados a raíz del anuncio de Ben Bernanke sobre una retirada de los estímulos cuantitativos en forma de compra de bonos estadounidenses. Solo en el segundo trimestre del año, el índice MSCI Emerging Markets cayó un 8% (en dólares) y los inversores retiraron 33.000 millones de dólares, dos tercios de los cuales salieron en el mes de junio. La cifra colapsa los 32.000 millones que habían entrado en el primer trimestre y deja el saldo de flujos de la primera mitad de año en negativo (con reembolsos netos de 1.000 millones de dólares).
Pero Mark Mobius, el gurú de Franklin Templeton en estos mercados, no se deja amedrentar por el pesimismo y asegura en el nuevo post publicado en su blog que está aprovechando para comprar a precios de ganga. “Estos periodos de volatilidad a corto plazo no son nuevos y no cambian nuestra convicción a largo plazo sobre el potencial de estos mercados. Las recientes caídas son exageradas y están basadas en un pánico irracional y por eso vemos la situación como oportunidad para buscar gangas para nuestras carteras”. Mobius reconoce que las valoraciones actuales son “particularmente atractivas”.
A pesar de la negativa rentabilidad en los últimos meses, Mobius confía en la capacidad de los mercados en desarrollo de batir a sus homólogos desarrollados, como ha ocurrido en el pasado. “Es necesario considerar que esto ocurre de vez en cuando y mantener la perspectiva de largo plazo”, que en Templeton se caracteriza por una inversión de valor que con frecuencia entra en los mercados en etapas de pesimismo, si bien Mobius reconoce que “no es fácil, ni siquiera para los veteranos”.
El gestor, que pone el ejemplo de recuperación en Tailandia, a pesar de la gran inestabilidad que sufrió a mediados de los 90 o el varapalo que supuso el tsunami de 2004 o las inundaciones de 2011, apuesta por el mérito de comprar en periodos complicados y mantener posiciones en espera de la recuperación. “El país ha luchado contra la adversidad y en 2012 su mercado de valores fue uno de los más rentables de Asia y de todo el mundo, con retornos de más del 35%. Hoy, creemos en el gran potencial de Tailandia”, dice, “por supuesto, con correcciones en el camino”.
Así, mantiene su visión de largo plazo. “Yo no clasificaría este rebote de la volatilidad en los emergentes como una crisis de confianza como harían otros, sino como un buen momento para reiterar el valor de la perspectiva de largo plazo y para enfatizar que nuestros análisis no son para este año ni el próximo, sino para un ciclo generalmente de cinco años”, dice en su blog.
Con todo, advierte de que eso no significa comprar cualquier valor que haya caído, pues valora la liquidez (“si tengo que elegir entre un valor pequeño e ilíquido y otro grande y líquido, escogeré el segundo”) y evita comprar “cadáveres” a bajo precio pero con fundamentales poco sanos, las conocidas como trampas de valor, así como valores con altos niveles de deuda.
Las razones
Mobius achaca lo ocurrido en los emergentes como una reacción a los mensajes de la Fed sobre una moderación de las compras de bonos en EEUU, lo que provocó que los inversores en renta fija de fuera, sobre todo en emergentes, consideraran que el atractivo de las rentabilidades de esos bonos se reduciría ante una subida de tipos en el país norteamericano. Pero dice que el temor no está bien fundado puesto que la retirada de estímulos no significa que se empiecen a subir los tipos a corto plazo o que la liquidez disminuya de forma repentina. “Hay que recordar que los diversos programas han sido acumulativos y que la liquidez en el sistema no desaparecerá de la noche a la mañana”. Además, argumenta que aunque la Fed empezara a retirar estímulos en función de la mejora de la economía del país, otros bancos centrales seguirían generando liquidez, como Japón, lo que apoyará la vuelta de flujos a los mercados en desarrollo.
El gestor también achaca la reacción a la resistencia del Banco de China a intervenir en los mercados a pesar del repunte del tipo de interés interbancario, causando temores sobre la estabilidad del sistema financiero y preocupaciones sobre un drenaje de la liquidez mundial. Los más afectados fueron mercados con mayores déficits por cuenta corriente, con grandes compradores extranjeros de bonos locales y exposición a China, además de periodos de inestabilidad social como Turquía, Egipto o Brasil.
Pero a pesar de este periodo negativo, Mobius mantiene su fe intacta y sigue creyendo en la historia emergente por tres razones fundamentales: el crecimiento, mayor y cinco veces más rápido que en el mundo desarrollado este año, con previsiones del FMI de ratios del 5% en los primeros frente al 1,2% en los segundos; las mayores reservas de divisas extranjeras que tienen los países en desarrollo; y sus menores niveles de deuda frente a su PIB.
“Creo que los emergentes seguirán ofreciendo buenas oportunidades a largo plazo para los inversores pacientes. Siempre habrá riesgos, y shocks inesperados. Pero aún creo en su historia”, apostilla.