“Mexico no va a desparecer porque haya llegado Trump a la Casa Blanca. Su petróleo seguirá allí, su capacidad manufacturera también, y si el mercado estadounidense se cierra habrá otros mercados que quieran comprar productos Made in México, sobre todo con un peso tan barato”. Esta frase resume la opinión que tiene Mark Mobius, presidente ejecutivo de Templeton Emerging Markets Group y portfolio manager de las estrategias de renta variable emergente de Franklin Templeton desde 1987, sobre los mercados emergentes tras la victoria de Trump: no se debe temer una debacle.
En una entrevista con Funds Society, Mobius habla sobre una de las principales preocupaciones de los inversores en emergentes de cara a 2017: ¿qué pasará con estos mercados una vez Trump sea presidente? Volviendo al caso de México, que probablemente sea el país más vulnerable por su abultada balanza comercial con Estados Unidos: “Dado que Trump es ante todo un hombre de negocios, creo que llegará a un acuerdo bilateral con México que finalmente será beneficioso para el país. Los problemas relacionados con los cárteles de la droga y el crimen organizado son comunes para México y Estados Unidos, así que tiene sentido que ambos países trabajen de forma conjunta para solventarlos”. La solución, según apunta Mobius, puede que implique negociaciones que ayuden a normalizar el movimiento de personas, “pero creo que finalmente llegarán a un entendimiento”. De hecho, para Mobius México presenta ahora enormes oportunidades: “El peso no puede caer mucho más desde niveles actuales, al menos de forma sostenida. Calculamos que ya está levemente infravalorado”.
Al comparar México con Brasil, uno de mercados que lleva favoreciendo Mobius durante más tiempo en sus estrategias de renta variable emergente, apunta que la economía brasileña ha sufrido un castigo muy superior a la de México, con dos años seguidos de contracción del PIB, y ahora está en fase de plena recuperación con reformas estructurales en curso que México todavía tiene que acometer. “El diálogo de México con la administración Trump podría suponer un catalizador para que adopte estas reformas, algo que a la postre sería muy beneficioso para el país”, comenta Mobius.
En cuanto al continente asiático Mobius no ve un efecto negativo para China por la victoria de Trump. “Los países que reciben más ayudas de Estados Unidos son Japón, Corea del Sur y hasta cierto punto también Filipinas. Con Trump, estos países podrían tener que redefinir los términos de su relación con Estados Unidos aumentando sus contribuciones, por lo que pueden sufrir una presión presupuestaria adicional que conviene vigilar”.
Estados Unidos gasta unos 5.000 millones de dólares al año en mantener sus bases militares en Japón, y otros 2.000 millones en las bases de Corea del Sur. Donald Trump ha cuestionado este gasto durante toda su campaña, así como la utilidad de estas bases militares para mantener la estabilidad en Asia-Pacífico. Expertos en política de esta región apuntan que China está deseando que Estados Unidos retire sus tropas de Japón y Corea del Sur, algo que ahora parece más plausible.
Mobius cree que China ha favorecido desde el principio a Trump sobre Clinton porque cree que con él se puede negociar. “No veremos tanta retórica del tipo «Guerra Fría» en las relaciones entre China y Estados Unidos, por lo que las negociaciones serán más fáciles”. Algo similar, pero más acusado, pasa con Rusia, un país con el que Estados Unidos ha restablecido el diálogo. “Si Trump no va a destinar tantos recursos a Oriente Medio, el diálogo con Rusia se hace imprescindible”.
En general, Mobius considera que los tratados multilaterales en los que participa Estados Unidos se verán debilitados, pero se abren muchas oportunidades en los acuerdos bilaterales de Estados Unidos con cada país, algo que será positivo. No anticipa crisis acusadas en la renta variable emergente y pronostica un retorno de los flujos una vez se vayan conociendo medidas concretas –o la ausencia de ellas- por parte del presidente electo.
Ante las subidas de tipos de la Fed –que tras la victoria de Trump parecen mucho más probables- es previsible que en el futuro los bonos del Tesoro de Estados Unidos ofrezcan un rendimiento bastante más atractivo que el actual, “algo que beneficiará a los mercados de renta variable emergentes”, explica Mobius. “Existe la percepción de que la renta variable cae cuando la Fed sube tasas, pero si miramos a la historia vemos que no hay correlación”.