En su análisis semestral, el banco de inversión y gestión de activos Miraltabank apunta a la renta fija como mejor activo para lo que resta de año. Para su director de Inversiones, Ignacio Fuertes, la inversión de la curva de tipos de interés marca el pinchazo de la burbuja de bonos y permite a los inversores, por primera vez en décadas, comprar bonos corporativos de máxima calidad crediticia con descuentos en precios importantes, en algunos casos superiores al 50%.
Este entorno, generado por años de políticas monetarias no convencionales (una combinación de impresión monetaria y tipos de interés al 0%), ha dado lugar, de una manera inesperada, a una de las mayores oportunidades de inversión en renta fija: el retorno de la convexidad.
Esta convexidad excepcional beneficia a la hora de gestionar ya que reduce el riesgo porque a medida que los precios caen, la sensibilidad de los bonos corporativos disminuye, lo cual ayuda a proteger el capital en fases bajistas para la renta fija. Además, proporciona una mayor rentabilidad, dado que la relación entre precio y tipos es “convexa”, al reducirse el nivel de tipos, el precio de los bonos aumenta a mayor ritmo.“Esto nos permite también dedicar capital a estrategias que generen flujos de caja elevados, aumentando la diversificación de estrategias; generando rentas; y mejorando sustancialmente nuestro nivel de entrada a medida que pasa el tiempo. En definitiva, la convexidad nos da la opción de construir carteras más sólidas y eficientes de cara a afrontar el creciente aumento de los episodios de alto riesgo que estamos viviendo”, asegura Fuertes.
Miralta Sequoia: solidez y flexibilidad para crecer
En este entorno, el fondo de inversión 100% renta fija Miralta Sequoia de la firma española ha logrado un retorno sostenido en el tiempo con un enfoque global macro. Se trata de un fondo diversificado y oportunista, que invierte en grandes compañías líderes con una volatilidad excepcionalmente baja. Miralta Sequoia FI cuenta con cinco estrellas en Morningstar, y es el primer fondo de la categoría por rentabilidad y ratio de Sharpe a tres y cinco años.
“Hemos aprovechado el último incremento de tipos de interés para consolidar una cartera con rentabilidades anuales cercanas al 6%. Hemos aumentado ligeramente la exposición a convertibles mediante la compra de bonos a dos años de Siemens Energy, tras las fuertes caídas que sufrió la acción, lo que nos proporcionó la oportunidad de comprar opcionalidad a precios muy ventajosos. Y seguimos manteniendo un amplio colchón de liquidez, superior al 15%, que nos permitirá afrontar los próximos meses con un carácter oportunista”, concluye Fuertes.