La trayectoria de Mirabaud en el mercado español desde su desembarco en 2012 ha estado marcada por el crecimiento y el servicio a los clientes. Pedro Dañobeitia, nombrado este año director general del banco en España, quiere seguir adelante con esta senda de impulso anual a doble dígito, con la independencia, la digitalización y la especialización como claves para impulsar su posición en una industria de banca privada española que sitúa en un buen punto de madurez.
Su fórmula son las “tres Pes”: product, people y performance, con el apoyo de una marca reconocida y la capacidad de proporcionar técnicas de inversión sofisticadas para proteger y hacer crecer el patrimonio a lo largo del tiempo. Pese a su gran experiencia en el mundo de las inversiones, a Dañobeitia aún le quedan cosas por ver: entre las que le gustaría presenciar destacan una mayor cultura de la gestión del riesgo, una menor presión regulatoria, un mayor impacto social en las inversiones y ETFs traspasables. El tiempo dirá si podrá ser testigo de ello desde la atalaya de la entidad suiza.
El enfoque de Mirabaud será clave para continuar su senda de crecimiento en España. De hecho, desde su desembarco en 2012, ha vivido una trayectoria muy positiva, con crecimientos interanuales del 10%, y dando servicio a empresarios, familias y ahorradores con importes mínimos de un millón de euros, si bien los patrimonios medios suelen estar muy por encima, la media estaría en la horquilla de entre 3 y 5 millones. “El objetivo del banco es continuar con una cartera de clientes cuyo perfil se adecúe con esas características”, afirma Dañobeitia.
Un futuro que pasa por la especialización…
En opinión de Dañobeitia, el futuro de la banca privada en España estará, en parte, influenciado por las grandes tendencias del sector a nivel internacional. “En este contexto, es necesario entrar en una reformulación de la propuesta de valor, situando el portfolio en el centro de la relación, y con una permanente adaptación de la gestión a todos los instrumentos y vehículos, ya sean de gestión activa, gestión pasiva y mercados privados. Existe también una clara apuesta por el modelo de comisión explícita en el asesoramiento; por la digitalización, mejorando la facilidad de acceso y la conexión omnicanal; y por la formulación de una nueva definición del modelo operativo, a través de partnerships, outsourcing y adquisiciones. Y todo esto por y como consecuencia de unos márgenes a la baja, una hiper regulación y una materia prima, el mercado, muy volátil y cada vez más impredecible, si cabe”, defiende.
En el caso de Mirabaud, afirma Dañobeitia, el tamaño no está reñido con la independencia. “Qué duda cabe de que Mirabaud Asset Management, la gestora del Grupo Mirabaud, tiene estrategias de inversión muy interesantes y con rendimientos muy atractivos que, lógicamente, proponemos a nuestros clientes y forman parte de sus carteras, pero sin que eso signifique no optar también por productos de terceros. Cada banquero procura las mejores carteras en base a las necesidades de sus clientes. Con productos propios y de terceros y siguiendo el asset allocation de la casa”, afirma.
Y concluye: “Desde Mirabaud queremos seguir creciendo y acompañando a los empresarios de este país, somos un banco familiar y, por lo tanto, entendemos muy bien lo que significa el patrimonio de un empresario y el esfuerzo dedicado para su consecución. Proporcionamos a todos nuestros clientes servicios de gran valor añadido, atentos y personalizados. España es un mercado en claro crecimiento y Mirabaud seguirá participando, acompañando y aportando su granito de arena para que esto sea así”.
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