El equipo especializado en bonos convertibles de Mirabaud Asset Management, liderado por Nicolas Cremieux, considera que el corto plazo es una estrategia peligrosa porque los inversores suelen reaccionar emocionalmente a las oscilaciones de los activos de riesgo, lo que les lleva a tomar decisiones equivocadas. Como afirma el propio Cremieux, “creemos que por cada inversor que consigue sincronizar el mercado para comprar barato y vender caro, hay otro que se equivoca. En este contexto, creemos que los bonos convertibles deben considerarse una inversión más estratégica que táctica”.
Desde la gestora, esgrimen dos razones clave que avalan esta visión:
Estructura asimétrica: los bonos convertibles suelen ofrecer un mayor grado de rentabilidad superior durante las fases bajistas del mercado que de rentabilidad inferior durante las fases alcistas, lo que los convierte en una herramienta de diversificación útil a lo largo de un ciclo completo para los inversores que buscan mejorar el perfil de riesgo de una cartera.
A título ilustrativo, el gráfico 1 muestra que, en un horizonte temporal largo (31/12/2001 a 31/08/2023), los bonos convertibles mundiales ofrecen rendimientos similares a los de la renta variable mundial (6% anual frente a 7,1%), con una correlación del 88% y la mitad de volatilidad (8% frente a 15,6%).
Gráfico 1: comparación del rendimiento de los bonos convertibles frente a la renta variable mundial
Evitar perderse las mejores oportunidades: invertir tácticamente en convertibles expone al inversor al peligro de perderse los mejores días del mercado. El gráfico 2 pone de manifiesto las consecuencias de entrar y salir a cuentagotas en comparación con seguir una estrategia de inversión a largo plazo. Si un inversor hubiera permanecido totalmente invertido durante todo el periodo, su inversión inicial habría generado una rentabilidad del 265%, frente al 183% si se hubiera perdido los 10 mejores días del mercado.
Una de las razones de esta significativa disparidad es que los mejores días suelen producirse durante periodos de agitación y elevada volatilidad de los mercados, como se muestra en el gráfico.
Gráfico 2: rentabilidad de los bonos convertibles mundiales con distintos escenarios
“Creemos que los bonos convertibles proporcionan las herramientas para navegar por los mercados volátiles, permanecer comprometidos a través de los ciclos de mercado y lograr recompensas a largo plazo. En nuestra opinión, tener una asignación a convertibles de entre el 5% y el 10% en una cartera equilibrada (dependiendo de las apetencias de los inversores y de las estructuras de cartera existentes) maximiza la rentabilidad ajustada al riesgo (ratio de Sharpe)” explica Cremieux.
A modo de conclusión la gestora expone que, en cualquier caso, para beneficiarse plenamente de las ventajas que ofrece esta clase de activos, la historia demuestra que lo mejor es permanecer invertido a largo plazo y evitar que las emociones influyan en las decisiones de inversión.