Un paisaje de cielo azul despejado, pero con nubes parciales en ciertos puntos. Parece el parte del tiempo, pero es el resumen visual que hace Lionel Aeschlimann, socio y miembro del Comité Ejecutivo del Grupo Mirabaud y CEO de Mirabaud Asset Management. La gestora se mantiene optimista respecto al próximo año y considera a España una de las plazas europeas más atractivas para invertir.
En opinión de Aeschlimann el crecimiento global continuará en el próximo año, y lo mismo se puede decir de Europa y, en particular, de España. Este optimismo no quiere decir que no pueda haber riesgos o aspectos que le preocupen, entre ellos el impacto de la retirada de parte del programa QE o los eventos políticos.
En el caso de España, “el año pasado hablábamos de riesgos políticos ante la dificultad de que se formara un Gobierno, y aun así éramos muy positivos en el mercado español y estimamos que el Ibex se revalorizaría entre un 15% y un 25%, cifras en las que nos encontramos ahora. Pues bien, para el próximo año nuestra visión optimista sobre el país continúa, porque existen unos fundamentales muy sólidos; pero seguimos viendo cierto riesgo político, en este caso con Cataluña”, explica Aeschlimann, quien reconoce que los inversores se muestran prudentes a la hora de invertir en España.
“No es que vayan a dejar de invertir, simplemente esperan a que pase la incertidumbre política porque consideran que no es el momento de meterse en el mercado”, matiza. Según su criterio, la tensión política con Cataluña pasará algo de factura en el crecimiento global, “unas décimas”, estima; pero sin duda, sí considera que es responsable del parón que vive la bolsa. “El estancamiento del Ibex se debe a temas políticos, cuyo riesgo dependerá del resultado del 21 de diciembre”, añade.
Aunque la bolsa española haya parecido estancada los últimos meses, Aeschlimann mantiene su optimismo y sigue considerando que el Ibex es una de las bolsas que presenta mejores oportunidades y con valoraciones buenas. “Sin duda, es un buen momento para entrar en la bolsa española”.
En su opinión y como muestra el análisis que hace la gestora, los fundamentales son una base sólida para esperar que la bolsa española suba desde principios del próximo año. Según defiende, “las compañías españolas, que venían de estar muy castigadas tras la crisis, no se han quedado quietas y han mejorado sus márgenes, reducido los costes, limpiado su deuda, y ahora mantienen una evolución positiva. Son compañías saludables y con un endeudamiento que no ha aumentado”.
Crecimiento global
Entre las nubes que apuntaba Aeschlimann, además de la política, destaca esas tensiones que comienzan a darse en Estados Unidos y que pueden ser un problema si, a medio plazo, no aumentan los salarios. Pero es optimista y considera que el crecimiento global continuará el próximo año; eso sí, no estará liderado por un solo país. “Venimos de una historia en la que el crecimiento se debía a que un país, Estados Unidos, tiraba del resto. Ahora vemos cómo todas las economías mundiales, también los mercados emergentes, crecen. Y ese crecimiento creemos que continuará”, afirma.
Eso no significa que en todos los países se crezca al mismo ritmo ni estén bajo las mismas circunstancias. De hecho destaca que en el caso de la economía de Estados Unidos, podríamos estar en el pico del ciclo. “La economía a pleno rendimiento y con una tasa de paro bastante baja. Por eso creemos que una reforma de incentivos fiscales como la que plantea Trump podría provocar un sobrecalentamiento de la economía. Ese tipo de estímulos no son necesarios ahora mismo”, defiende.
Para Gero Jung, economista jefe en Mirabaud Asset Management y miembro del Comité de Inversiones de Mirabaud, la economía norteamericana podría caer en recesión en 2019, si este sobrecalentamiento lleva a la Fed a subir los tipos de interés más rápidos de que debe. “Hemos de estar atentos porque con todos los indicadores avanzando en la dirección correcta, la Fed seguirá aumentando el precio del dinero el próximo ejercicio”, señala y afirma que la gestora espera cuatro subidas de tipos para el próximo año.
Respecto a Europa, la visión de Aeschlimann y de Jung es igualmente optimista. Consideran que los fundamentales son buenos y la estabilidad política una realidad. “Por ejemplo, lo vemos en Francia donde Macron ha comenzado a hincarle el diente a algunas reformas importantes, como laboral. Igualmente, seguimos atentos a ver qué puede ocurrir en Alemania, donde la formación de un gobierno parece ser una tarea ardua”, explica Aeschlimann.
Por último, otros elementos a tener en cuenta serán la aparición paulatina de la inflación y el impacto de las políticas monetarias. Sobre el primero apunta que seguirá siendo un proceso lento y sobre el segundo, que será un proceso incierto. “Nunca se había dado una situación como la actual, así que no podemos medir ni prever el impacto que tendrá la reducción de los balances de los bancos centrales, pero está claro que algo afectará en las valoraciones porque habrá menos liquidez en el mercado”, advierte.
Asignación de activos
Este escenario y análisis de las principales tendencias del próximo año pone, según Aeschlimann, todos los elementos a favor de que la renta variable sigua siendo la mejor alternativa para la inversión. “La renta variable estadounidense es cara, la Europea algo menos y la española menos aún. Sí vemos rendimientos de dividendos atractivos y valoraciones más atractivas en Europa y en España, sobre todo en el caso de España del sector financiero. En cambio, en Estados Unidos, vemos unas valoraciones mucho más altas que pueden sufrir una corrección. La gran duda del inversor ahora es si reducir su exposición ya y perderse un posible rally adicional de entre un 5% y un 10% en el próximos diez meses, o mantener su exposición”, advierte Aeschlimann.
El año pasado, la gestora se mantuvo positiva en renta variable estadounidense, pero para 2018 considera que, dado los niveles de valorización, es mejor ser prudente. En cambio son muy positivos en la renta variable europea, en la que se encuentran sobreponderados.
Por el contrario, se mantienen alejados de la renta fija, ya que consideran que tiene un bajo rendimiento. Aunque, reconocen que hay que vigilar cómo irá evolucionando para aprovechar las oportunidades que surjan a raíz de la subida de los tipos de interés. “Prevemos un rendimiento de la renta fija americana del 3,5% y un dólar algo más fuerte de lo que el mercado se espera”, adelanta, e insiste en que “todo esto contexto y perspectivas lo que nos dice es que deberemos ser más selectivos con los valores que elegimos para las carteras y, por lo tanto, la gestión activa tendrá una gran relevancia el próximo año”.