Lo llaman “Euroesclerosis” y define la actual situación que se vive en el viejo continente con varios países planteándose abandonar la UE mientras tiene lugar un resurgir de la política de identidades, como en el caso de Francia.
En la última edición del Investec Global Insights, el Brexit y su posible contagio a otros países europeos se confirma como un elemento clave en la toma de decisiones estratégicas. Para Michael Power, estratega de Investec Asset Management, “la UE no es nuestro Hotel California”, es decir, un lugar donde quien entra se queda prisionero como decía el tema clásico de los Eagles. “Podemos entrar…y podemos abandonarla”, afirma Power.
A su juicio los británicos descontentos con la forma en que la globalización ha impactado en sus vidas han dicho: “¡Que se pare el mundo, quiero bajarme!” y esto se suma al auge de los populismos en Europa apoyados en los “sectores más mayores, más pobres y con menos educación de la sociedad”.
En este sentido, Power afirma que “lo que queda claro es que en Europa los ciudadanos primero se sienten de su país, y luego europeos” y el proceso que se ha iniciado conlleva no sólo la pérdida de Londres como su única capital financiera, sino que, además, es probable que se lleve por delante a Austria.
Mientras tanto, el crecimiento económico es mínimo. “Euroesclerosis lo llaman”, dice Power y viene acompañado de elecciones decisivas en Italia, Francia y Alemania. “El Brexit, que podría recortar las alas de la UE a nivel mundial podría intensificar esa “Euroesclerosis” si Austria también decidiera abandonar el club”, explica. Esto podría además lisiar al euro y presionar a la baja la productividad. “El Brexit tiene como gran perdedor a Alemania y como ganador a China”, asegura Powel.
Y es que, como recuerda el experto, Reino Unido no es un país cualquiera, “es un país que ha pasado de gobernar el oleaje europeo a renunciar a él”. Volviendo a la metáfora musical, “si ha podido demostrar que la UE no es nuestro Hotel California, ¿quién será el siguiente en demostrarlo?”.