Invertir en empresas que reparten dividendos es una estrategia contrastada para los inversores en renta variable, sobre todo aquellos que buscan rentas. No obstante, según indica Stuart Rhodes, gestor de carteras en M&G Investments, el verdadero poder de la inversión en dividendos se manifiesta al invertir en compañías que elevan sus distribuciones con el tiempo.
En la opinión de M&G Investments, una política de dividendos progresiva (de repartos crecientes) es señal de una buena disciplina de capital, ya que una compañía debe hacer crecer su negocio para soportar un flujo de dividendos creciente. Las empresas comprometidas con el aumento de sus dividendos deben regular la cantidad de efectivo que reinvierten en el negocio, y por consiguiente solo seleccionan los proyectos más rentables. A juicio de M&G Investments, los dividendos no deberían ser algo secundario, sino una parte integral de una buena gestión corporativa dirigida a lograr el crecimiento prudente del negocio.
En su opinión, existe otra razón de peso por la que invertir en compañías con dividendos crecientes. La historia muestra que las empresas con largas trayectorias de crecimiento del dividendo han visto subir con fuerza su cotización a largo plazo, lo cual ha aportado excelentes rentabilidades totales a los inversores.
En los Estados Unidos existe un selecto grupo de empresas conocidas como “dividend achievers”, que llevan más de 25 años consecutivos elevando su dividendo anual. Entre ellas figuran grupos tan conocidos como Coca-Cola y Johnson & Johnson.
En los últimos 25 años, las acciones estadounidenses han aportado rentabilidades positivas superiores a la inflación, tanto en términos de revalorización como de rentabilidad total. Los dividend achievers, sin embargo, han superado con creces al mercado: su mera revalorización ha batido a la rentabilidad total del índice S&P 500. En M&G Investments consideran que esto no es una coincidencia, y que el precio de las acciones va de la mano de los dividendos.
Concentrados en el crecimiento del dividendo
A la luz de la correlación entre los dividendos y la cotización de las acciones, en la gestora están convencidos de que los inversores deberían concentrar su atención en el crecimiento de los dividendos, y no en la rentabilidad por dividendo. Muchos fondos de reparto tradicionales emplean esta última como principal medida de inversión, pero a su juicio, este enfoque es deficiente. Una rentabilidad elevada no constituye necesariamente una señal automática de valor; de hecho, suele ser indicio de una compañía en apuros o con potencial de crecimiento limitado. Seleccionar buenas acciones entre tales compañías es una estrategia extremadamente difícil.
El proceso de inversión de M&G Investments se concentra en comprender las perspectivas de crecimiento del dividendo de una compañía; no es hasta que confían en el flujo de dividendos futuro que evalúan si la acción ofrece o no una renta atractiva. Aplicando este enfoque de forma consistente, creen que un fondo puede beneficiarse de un impulso favorable duradero: la combinación de dividendos crecientes y su efecto sobre la cotización, con las ventajas de la capitalización compuesta a largo plazo.
Protección frente a precios crecientes
En M&G Investments piensan que una estrategia de inversión concentrada en empresas con dividendos crecientes también podría ser valiosa en un entorno de inflación elevada. En los últimos meses, los precios han subido con rapidez en todo el mundo: la tasa de inflación anual en la eurozona alcanzó el 7,4% en marzo, desde el 5,9% en febrero. Ante presiones inflacionarias tan fuertes, resulta cada vez más difícil encontrar fuentes de renta capaces de aguantar el ritmo de estas subidas de los precios. No obstante, muchas empresas a nivel mundial están elevando sus repartos de dividendo a un ritmo superior al 5% anual, y muchas de ellas ofrecen tasas porcentuales de crecimiento de doble dígito. M&G Investments cree que invertir en este tipo de compañías, que ofrecen dividendos crecientes de forma consistente y a menudo por encima del nivel de inflación, puede ayudar a proteger a los inversores de la erosión que suponen las subidas de precios en la economía.
Tres categorías de crecimiento del dividendo
Resultaría fácil crear una cartera de acciones defensivas capaces de aportar un crecimiento del dividendo estable en el largo plazo, pero en M&G Investments son conscientes de que la rentabilidad de tal cartera tendría un sesgo evidente: seguramente se destacaría en entornos de mercado de bajo crecimiento y tipos de interés bajos, en los que la seguridad presenta valoraciones elevadas, pero podría pasar apuros cuando la coyuntura es más sólida y es posible obtener crecimiento de forma más barata.
Calidad
Un ámbito natural para los inversores que buscan dividendos es el de las compañías de calidad: empresas disciplinadas que ya generan rentabilidades decentes por encima de su coste de capital, pero cuyo potencial de generación de beneficio a largo plazo no está suficientemente reconocido por el mercado. Los inversores tienden a desestimar de forma precipitada las fuertes rentabilidades generadas por negocios únicos (por ejemplo, marcas de consumo o redes de distribución), al esperar que su ventaja competitiva o rentabilidad excedente acabarán disipándose. Estas compañías de calidad –con frecuencia grandes multinacionales con buena disciplina de asignación del capital– suelen tener posiciones de mercado sólidas, flujos de caja estables y oportunidades de crecimiento a largo plazo que les permiten elevar sus dividendos año tras año.
Activos
Las compañías disciplinadas, con buenas capacidades de asignación del capital, no están confinadas ni muchísimo menos a las industrias estables: también pueden encontrarse en sectores cíclicos. M&G Investments busca activamente compañías cíclicas en las que invertir, capaces de elevar sus dividendos a lo largo de todo el ciclo económico. Encontrarlas resulta mucho más difícil, pero la fortaleza de su base de activos les permite generar flujos de caja incluso en fases difíciles. La tendencia de los inversores a vender acciones cíclicas de forma indiscriminada durante momentos de incertidumbre económica presenta oportunidades para los selectores de valores, que pueden comprar acciones de compañías con disciplina de capital en industrias cíclicas a niveles de valoración bajos. Estas acciones aseguran que un fondo no se limite a invertir en compañías “defensivas” y brindan cierto equilibrio a la cartera.
Crecimiento rápido
Algunos fondos invierten en beneficiarias del crecimiento estructural: compañías que están creciendo gracias a su ubicación geográfica, sector de actividad o línea de productos. Estas compañías, debido a su buena disciplina de capital, son capaces de crecer con rapidez sin dejar de generar flujos de caja robustos, lo cual permite que sus dividendos crezcan con fuerza.
El mercado tiene tendencia a subestimar el ritmo de crecimiento de estas compañías, lo cual permite a los inversores beneficiarse de la excelente evolución de las cotizaciones y de un flujo de rentas creciente y saludable.
La volatilidad presenta oportunidades a los inversores a largo plazo
La intervención militar de Rusia en Ucrania iniciada el 24 de febrero generó malestar en los mercados financieros, pero en M&G Investments están convencidos de que la mayor volatilidad ofrece oportunidades a los inversores con horizontes a largo plazo.
El resurgimiento del estilo value a expensas del estilo growth en lo que va de año pone de relieve la importancia de las valoraciones. Es esencial no pagar en exceso por el crecimiento que se busca, y será crucial aplicar un enfoque selectivo. En M&G Investments siguen dispuestos a aprovechar eventuales oportunidades de compra, pues ello determinará en última instancia la rentabilidad del fondo en los años venideros. En este contexto, el futuro les inspira optimismo.
Información importante:
El valor y los ingresos de los activos de un fondo podrían tanto aumentar como disminuir, lo cual provocará que el valor de su inversión se reduzca o se incremente. No puede garantizarse que el fondo alcance su objetivo, y es posible que no recupere la cantidad invertida inicialmente. Para cualquier cifra de rentabilidad mostrada, tenga en cuenta que las rentabilidades pasadas no son un indicativo de las rentabilidades futuras.
Invertir implica un riesgo, incluida la pérdida del capital. Cuando se mencione cualquier cifra, tenga en cuenta que las rentabilidades pasadas no son un indicativo de las rentabilidades futuras.
La diversificación de su cartera no garantiza resultados futuros, asegura un beneficio o le protege frente a pérdidas.
La inversión en mercados emergentes entraña un mayor riesgo de pérdida debido a la intensificación de los riesgos políticos, fiscales, económicos, cambiarios, normativos y de liquidez, entre otros. Por tanto, podrían presentarse dificultades a la hora de comprar, vender, custodiar o valorar las inversiones en tales países.
Los puntos de vista expresados en este documento no deben considerarse como una recomendación, asesoramiento o previsión.