La inversión de impacto está diseñada para invertir de una forma explícita e intencional en soluciones para los desafíos sociales y medioambientales a nivel global. Según Ben Constable-Maxwell, responsable de Inversión sostenible y de impacto de M&G Investments, el riesgo más emblemático de nuestra era es el cambio climático. Ligado a este riesgo se encuentran la contaminación, la gestión poco eficiente de los residuos y la explotación masiva de los recursos. Además de enfrentarnos a un sistema económico que no es sostenible y que genera riesgos sociales, a través de la falta de equidad y progreso en las comunidades menos favorecidas a nivel mundial. La inversión de impacto es, en su opinión, un apalancamiento del poder financiero para afrontar estos retos.
Para cumplir de manera efectiva con los 17 objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas (SGD, por sus siglas en inglés) en el periodo de quince años que concluye en 2030, es necesario que anualmente se realice una inversión de 6 billones de dólares estadounidenses. Una cantidad significativa de capital ya ha sido asignada, con una contribución de 1,6 billones de dólares estadounidenses por parte de los gobiernos y unos 1,9 billones de dólares estadounidenses asignados por el capital privado. Sin embargo, todavía existe una brecha considerable por cubrir, necesitando unos 2,5 billones de dólares para completar su financiación. (Fuente: UNEP Finance Initiative, Rethinking Impact to Finance the SDGs, Noviembre de 2018).
El espectro del capital
Las fuentes más tradicionales de financiación, que no integran criterios ESG, no consideran que puedan tener un efecto significativo en los resultados negativos que afectan a la sociedad y al planeta. Por su parte, las fuentes de financiación responsables integran los criterios ESG que se tienen en cuenta en el proceso de inversión y mejora los rendimientos ajustados al riesgo, tratando de evitar el daño que puede ser causado. Mientras que, las fuentes sostenibles invierten en áreas que beneficiarán a la sociedad y al planeta. Asimismo, la financiación de impacto va un paso más allá y contribuye con soluciones, ofreciendo un efecto significativo y un resultado positivo para la sociedad y el planeta. La inversión de impacto se caracteriza por permitir a los inversores asignar capital de forma explícita para enfrentar los desafíos, midiendo los resultados positivos que estas inversiones pueden desencadenar.
El ecosistema de la inversión de impacto
En M&G Investments consideran que tienen la capacidad, escala y amplitud para implementar una inversión de impacto con un proceso adaptado al ciclo de vida de las empresas, tanto en los activos que gestionan para los inversores como en los activos que gestionan internamente. Así, la gestora puede invertir en las etapas iniciales de desarrollo de una empresa, donde el capital cumple un papel de catalizador y las empresas se encuentran en una fase de start-up, acompañándola en su crecimiento con financiación privada y en su fase de madurez con su cotización en bolsa. Para las empresas cotizadas, los inversores sirven de apoyo para su crecimiento. La gestora cree que en cada fase de la cadena de inversión pueden desempeñar un papel crucial a la hora de soportar la base y el crecimiento de las soluciones proporcionadas para la economía global y en el sistema financiero. Esta cadena de financiación, de extremo a extremo, facilita la inversión de impacto desde su punto de vista.
Los principios de la inversión de impacto en la renta variable cotizada
La inversión de impacto es una clase de activo relativamente nueva. Según la encuesta anual de inversores realizada por Global Impact Investing Network (GIIN, por sus siglas en inglés) en 2020, el mercado de la inversión de impacto se estima en 715.000 millones de dólares. El mercado de deuda privada representa una parte significativa del mercado con un 36%, le sigue el mercado de deuda pública con un 26%. Por su parte, los mercados de private equity y renta variable cotizada representan el 16% y 10%, respectivamente. Y, los activos reales son otro 10% del mercado.
La inversión de impacto obedece a cuatro principios de inversión. Toda inversión de impacto debe cumplir con estos principios para asegurar que las inversiones se realizan con la intención de generar un impacto social y ambiental medible, junto con un rendimiento financiero.
Cuando se aplican los cuatro criterios que definen la inversión de impacto -intencionalidad, adicionalidad, materialidad y mensurabilidad- a la inversión existen diferencias en el tratamiento, dependiendo del tipo de activo al que se aplique. La principal distinción entre la inversión de impacto a través de renta variable cotizada o private equity es el tipo de capital y control que se ejerce, según indica Véronique Chapplow, responsable de Inversiones del equipo de renta variable de M&G Investments, El control en private equity es mucho mayor, llegando a mantener una gran proporción de los activos, si no su totalidad, mientras que en los mercados de renta variable cotizados, se tiende a ser inversores minoristas. Otra diferencia es que los mercados de private equity se concentran en la inversión primaria, mientras que los mercados cotizados son generalmente inversiones secundarias, es decir, es un capital que ya ha sido empleado.
En el caso de la inversión de impacto a través de renta variable cotizada, en el componente de la intencionalidad, se debe tener en cuenta que hay una transferencia de la intencionalidad desde el inversor hacia la empresa en la que se invierte, y es aquí donde es necesario asegurarse que tanto la empresa cotizada como la de private equity tienen una misión genuina a la hora de ejercer un impacto positivo y que tienen el propósito de no desviarse de los objetivos sostenibles de desarrollo de Naciones Unidas. Si bien respaldan los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, se debe tener en cuenta que la gestora no está asociada con la ONU y que sus fondos no están respaldados por dicha organización.
El componente de la adicionalidad en la renta variable cotizada proporciona la capacidad de alcanzar una escala mayor, que difícilmente pueden alcanzar los mercados de private equity. A menudo las salidas a bolsa son la mejor hoja de ruta para las empresas privadas que quieren transferir la propiedad a inversores con un marco de pensamiento en línea con el de la empresa. En la opinión de M&G, los inversores no deben subestimar la influencia que las gestoras de activos pueden tener con su compromiso para lograr un impacto riguroso por parte de las empresas en las que invierten, por ejemplo, logrando que los incentivos de los equipos directivos estén alineados con los objetivos.
En el componente de la materialidad se tiene en cuenta el porcentaje de actividad involucrado en la inversión de impacto de una empresa. Mientras que la mensurabilidad se centra en la dificultad de medir el impacto. El compromiso de las empresas puede marcar una gran diferencia. En muchos casos, las empresas están muy interesadas en proporcionar cuantos más datos y la gestora sirve de guía en cuanto a los datos que necesitan para medir su impacto.
El equipo Catalyst
En febrero de este año, M&G creó un nuevo equipo de inversión llamado Catalyst, con presencia en Londres, Nueva York y Mumbai. Este nuevo equipo es el responsable de asignar unos 5.000 millones de libras esterlinas a la inversión en empresas de carácter privado que contribuyan a crear un mundo más sostenible.
El equipo de Catalyst buscará oportunidades a nivel global para invertir en empresas no cotizadas que de otro modo podrían tener dificultades para acceder al capital que les permita desarrollarse y crecer. Este equipo abarca de un modo flexible desde la gestión de riesgos ESG hasta la inversión de impacto positivo para grupos vulnerables, utilizando el marco de clasificación Impact Management Project para evaluar las oportunidades potenciales en inversión con criterios ESG, sostenible y de impacto.
Según señala Alex Seddon, responsable del equipo Catalyst de M&G, el equipo tiene flexibilidad para invertir en deuda privada, activos reales y financieros, así como en private equity, lo que significa que podrán adecuar la inversión de capital a la etapa y naturaleza de cada activo, así como proporcionar respaldo continuado según el desarrollo de estos tipos de activos.
En resumen, el equipo de Catalyst reconstruye la confianza, el compromiso y la asociación en el largo plazo con los prestamistas, los inversores y los socios. Estableciendo estos vínculos pueden proporcionar valor a nivel financiero, así como a nivel social y medioambiental. Existe una urgencia por redirigir el flujo del capital privado para poder enfrentar los retos medioambientales y sociales a nivel global. Los clientes, empleados e inversores están todos demandando que las empresas incorporen la inversión de impacto en sus modelos de negocio. En el futuro, en la opinión de Seddon, medir el impacto será tan importante como medir la rentabilidad por unidad de riesgo.
¿Por qué invertir en deuda privada en la inversión de impacto?
Cuando la inversión de impacto se realiza a través de exposición a deuda privada, suele existir un compromiso bastante alto con la empresa emisora de la deuda. Esto, desde el punto de vista de Karen Lam, responsable de inversiones en el área de crédito privado de M&G, es una consecuencia de que con anterioridad gestoras de activos como M&G han sido propietarias de su capital privado, hay una fuerte presencia en su consejo de administración o existe una relación bilateral para la financiación de proyectos, donde se puede tener un buen impacto y un efecto en la implementación de políticas y prácticas entre las inversiones. Es un proceso relativamente fácil y transparente debido a la relación de cercanía que se mantiene con la empresa.
En términos generales, en muchas de las conversaciones con los clientes se ha podido comprobar que los factores ESG están cada vez más embebidos en las decisiones de asignación estratégica de activos. La inversión de impacto está ganando popularidad porque los inversores están solicitando evidencia a los gestores de activos del impacto real de estas compañías. En la deuda privada la estrecha relación entre el prestatario y el prestamista hace posible un compromiso a la hora de evaluar, cuantificar e informar sobre el desempeño social, ambiental y el progreso de las inversiones, algo que está en línea con los principios fundamentales de la inversión de impacto.
Información importante:
El valor y los ingresos de los activos del fondo podrían tanto aumentar como disminuir, lo cual provocará que el valor de su inversión se reduzca o se incremente. Es posible que no recupere la cantidad invertida inicialmente.
Las rentabilidades pasadas no son un indicativo de las rentabilidades futuras.
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