Invetir en deuda de mercados emergentes no es precisamente lo que está más de moda hoy en día pero, a pesar de los riesgos que presentan, también hay oportunidades, y según dejó de manifiesto Claudia Calich, gestora de M&G Investments, en el marco del día de los “Bond Vigilantes” celebrado recientemente en Madrid, “si eliges bien dónde invertir, eres bien recompensada”. Y es lo que trata de hacer la gestora al frente del fondo M&G Emerging Markets Bond, que invierte tanto en deuda pública como corporativa y que ahora es positiva con ambos segmentos en divisa fuerte –pues solo tiene un 8% de la cartera en deuda pública en divisa local y un 4% en crédito también en divisa local sobreponderando la rupia india o el peso mexicano-.
En cuanto a países, asume más riesgo en mercados como República Dominicana y Honduras, Armenia, Bulgaria o Costa del Marfil e infrapondera otros como Brasil, Suráfrica, Polonia, Nigeria o Malasia –como consecuencia de sus fundamentales o porque, aun siendo buenos mercados, encuentra pocas oportunidades de inversión-.
Las posiciones en deuda gubernamental ascienden en total al 53,2% de la cartera (teniendo en cuenta las exposición en divisa hard y local), en un momento en que Calich habla de riesgos (como el menor crecimiento en China, la subida de tipos de la Fed o la caída de precios en las materias primas) pero que también dan lugar a oportunidades, siempre teniendo en cuenta la naturaleza de cada mercado. “Hay mercados que están sufriendo ajustes, como China y Brasil, que serían la pareja perfecta: mientras el primero tiene demasiada inversión y se mueve hacia el consumo, en Brasil ocurre lo contrario”, dice. Pero infrapondera Brasil: “Lo infraponderamos desde hace un mes, somos negativos porque sus problemas no se arreglarán pronto y siguen los retos. La debilidad fiscal no mejorará hasta que vuelva el crecimiento y eso no ocurrirá hasta 2017 como pronto”, apostilla.
Volviendo a las oportunidades, por ejemplo, un petróleo barato perjudica a los exportadores pero beneficia a importadores como Paquistán, países de Europa del Este al margen de Rusia o Sri Lanka en el sur de Asia; e incluso no perjudica igual a todos los exportadores, pues países como Kazajstán o Acerbayán están haciéndolo mejor que otros. O la caída de las divisas favorece a exportadores como Brasil, donde el sell off ha sido tan fuerte que empresas como Embraer se ven muy beneficiadas. Con respecto a la ralentización económica en China, también hay mercados con mayor exposición como Latinoamérica –Chile especialmente- o el Sudeste asiático, cuyo crecimiento podría verse afectado si China sufre un hard landing.
El efecto Fed
Hablando de la subida de tipos de la Fed, y de la posibilidad de retirada de flujos, Calich recuerda que estos mercados sufren reembolsos desde 2013 y que ya durante dos años se han acostumbrado a tener menor financiación que en el pasado. La gestora además explica que gran parte de este riesgo ya está puesto en precio en los mercados, siempre que la autoridad se mueva en un cierto espacio; pero si la Fed necesita tomar más medidas o subir más los tipos de lo que se descuenta, porque la inflación es mayor a la esperada, entonces sí, “podría haber un impacto negativo”, sobre todo en países como Brasil, Suráfrica o Turquía, países que necesitan financiación. Pero hay otros que podrían beneficiarse de la situación como México, Centroamérica, y países del Este de Europa, que se financian en en euros.
Calich es más positiva con los países centroamericanos que con México porque cree que pueden sacar más provecho de la recuperación en EE.UU.: así, República Dominicana, Guatemala, El Salvador u Honduras están recibiendo más remesas desde EE.UU., que ayudan a financiar el déficit por cuenta corriente e impulsan el consumo, lo que repercute en su PIB.
En crédito, considera que “eligiendo correctamente las empresas, te pagan por el riesgo que assumes, más que en Europa y EE.UU.”, dice. También habla del malentendido de los defaults: “La ratio no es mucho más alta que en EE.UU.”, dice, aunque reconoce que espera un aumento (por ejemplo, en Brasil, en empresas petroleras, de construcción o azucareras). También sobrepondera emisiones en hard currency, y aún es conservadora con las divisas: infrapondera lo local, pero cree que dos tercios del ajuste ya está hecho (“las divisas de países como Brasil y Colombia están muy baratas”, dice) y tiene idea de empezar a elevar su exposición, aunque aún no. Es positiva en divisas de India, Hungría, México o Colombia.