La deuda española vuelve a dar alegrías a los inversores. Los últimos datos relativos a la recuperación del consumo, la disminución de la tasa de empleo…. “han permitido a España volver a ganarse la confianza de los mercados financieros a pesar de la persistente incertidumbre política que vive el país desde las últimas elecciones generales -y con las nuevas que se aproximan-, y pese a ser el último país en abandonar el procedimiento de déficit excesivo de la Comisión Europea”, explica Ana Gil, directora de inversiones del área de Renta Fija de M&G.
“La deuda pública española se sitúa entre las clases de activos de renta fija más rentables de 2018 tras generar una rentabilidad total del 3%, superior a la del bund alemán (2,6%), a la de los bonos del Tesoro estadounidense (1,1%) y a la de los BTP italianos (-0,9%)”, señala la experta.
Rentabilidad… y también estabilidad. “Los bonos españoles se han negociado con una prima de riesgo relativamente estable respecto a los alemanes, dado que los mercados son cada vez más conscientes del sólido desempeño económico del país y de los esfuerzos en materia de consolidación presupuestaria”.
Y cada vez más España se diferencia de Italia: “En 2018 también hemos presenciado una ampliación de la diferencia entre los costes de financiación de la deuda pública de España e Italia (ya no guardan una correlación tan estrecha como en el pasado), dado que la debilidad económica y política del país transalpino (que muestra un perfil de menor crecimiento/mayor endeudamiento) ha lastrado la confianza de los inversores”.
De aquí a futuro, las perspectivas son positivas, aunque persisten los riesgos políticos: “Considero que España volverá a crecer a un ritmo superior al de la media europea en 2019, en consonancia con las previsiones del FMI (2,2%), si bien existe la posibilidad de que la incertidumbre en el plano político y presupuestario plantee algunos riesgos de caída para estas perspectivas”, dice Gil.
Flujos hacia la renta fija española
En este contexto, el apetito por la deuda española sigue vigente: “Como dato positivo, cabe destacar que los inversores siguen mostrando un marcado interés por los bonos españoles (y por la deuda pública de los países periféricos de la zona del euro en general). Recientemente España cerró una emisión de deuda pública de 10.000 millones de euros que ha registrado una demanda que cuadriplica el volumen de deuda emitido”.
Sobre el apetito por la Europa periférica, la experta defiende que “las recientes emisiones de Italia, Irlanda o Portugal registraron unas ratios de cobertura parecidas, lo que refleja la notable demanda de rendimientos adicionales por parte de los inversores en un mercado que sigue en gran medida distorsionado por unos tipos de interés en mínimos históricos”.