Los codirectores de renta variable asiática de MFS, Jeanine Thomson y Simon Gresham, y el gestor de carteras institucionales de renta variable, Sanjay Natarajan, hablan de las posibles oportunidades en China en el contexto de los cambios normativos recientes.
Los cambios legislativos recientes por parte de las autoridades de China y Estados Unidos han suscitado preocupación acerca de la inversión en compañías chinas. En vista de estas inquietudes, en MFS creen que es importante detallar cómo aborda la gestora las oportunidades en China desde una perspectiva de gestión activa del riesgo.
La evaluación de estos riesgos forma parte del proceso de análisis ascendente (bottom up) de MFS desde hace mucho tiempo, y los analizamos periódicamente a nivel del título, del sector y de la cartera. Aunque algunos de los riesgos son bien conocidos y se ha informado bastante de ellos —como la estructura de entidad de interés variable (“VIE”, por sus siglas en inglés) que usan muchas empresas chinas cotizadas offshore—, el enfoque de MFS consiste en evaluar un amplio abanico de riesgos alcistas y bajistas, incluidos los acontecimientos extremos, con el fin de optimizar la relación riesgo/remuneración. Como para cualquier país, la gestora examina meticulosamente cada oportunidad de inversión en China desde la perspectiva de la sostenibilidad a largo plazo, prestando especialmente atención a la normativa gubernamental y al gobierno corporativo.
Dados los acontecimientos recientes en el marco normativo chino, ahora es un buen momento para repasar las novedades, si bien, como se observa más abajo, muchos de los factores de riesgo que se perciben no incumben únicamente a China. En MFS reconocen que algunos de estos riesgos son difíciles de prever y podrían tener un impacto significativo sobre algunos sectores o empresas individuales.
No obstante, en el contexto de un proceso de construcción de cartera que trata de optimizar la relación riesgo-remuneración, en MFS creen que sigue valiendo la pena entender los motivos de los cambios normativos, que a menudo son lógicos cuando se examinan en su contexto político y seguramente se observarán en otras partes. El cometido de MFS no es evitar el riesgo, sino sopesar cuidadosamente su relevancia (materialidad) en relación con sus tesis de inversión a largo plazo.
Promover comportamientos específicos, no regular empresas
En MFS creen que China está tratando de alentar unos comportamientos específicos, sin tener en su punto de mira a unas empresas o accionistas concretos. Muchos de los acontecimientos recientes parecen razonables cuando se examinan individualmente y son el resultado directo del enfoque del gobierno chino para reducir la desigualdad de las rentas, proteger a los consumidores y a las pequeñas y medianas empresas, e invertir las tendencias demográficas desfavorables. De hecho, en la gestora creen que podría haber una evolución similar del riesgo normativo fuera de China.
Sectores específicos
Durante el último año, ha habido más reformas de la normativa china en el área de las leyes antimonopolio y la regulación de los mercados de comercio electrónico y plataformas de pago.
La intención de China parece ser la misma que la de los reguladores de otros países, que se centran en frenar las prácticas anticompetitivas entre algunos de los gigantes tecnológicos. Debajo figuran algunos ejemplos de regulaciones recientes que hemos analizado para entender su impacto sobre algunos sectores específicos. De momento, salvo en el caso del sector de la educación y de Ant Financial, los cambios normativos no han tenido un impacto importante sobre las empresas.
Durante el último año, ha habido más reformas de la normativa china en el área de las leyes antimonopolio y la regulación de los mercados de comercio electrónico y plataformas de pago.
- Los mercados de comercio electrónico cada vez están sujetos a una mayor vigilancia, y las autoridades han prohibido a algunos operadores exigir la exclusividad. Esta prohibición ha aumentado la capacidad de las pequeñas y medianas empresas para ampliar su cuota de mercado, mientras que el fin de la exclusividad debería de ser negativo para las plataformas existentes debido a una mayor competencia. Asimismo, los reguladores han prohibido la práctica de establecer precios diferenciados basados en el comportamiento comprador.
- Las plataformas de pagos se enfrentan a unas nuevas normas que les prohíben facilitar préstamos no garantizados sin asumir directamente una parte sustancial del riesgo de crédito. Esto, junto con el requerimiento de obtener determinados permisos oficiales, llevó a la cancelación de la salida a bolsa de Ant Financial a finales de 2020.
- Ciberseguridad En las últimas semanas, ha aumentado la regulación de las empresas de Internet, en particular en el área de ciberseguridad, donde la atención se centra en la recogida y el tratamiento de datos privados. Estas normativas han ido acompañadas del anuncio de una investigación sobre el uso y recogida de datos por parte de la empresa de vehículos compartidos Didi poco después de su salida a bolsa en Nueva York. Consideramos que estas normativas son de carácter similar al Reglamento general de protección de datos (RGPD) de la Unión Europea.
- Economía “gig” o “de bolos” La normativa adoptada recientemente para proteger los intereses de los trabajadores de la economía de trabajos esporádicos, especialmente los de entrega de comida, seguramente comportará un aumento de los costes para Meituan y la plataforma ele.me de Alibaba. Se han expresado preocupaciones similares acerca de las empresas de Estados Unidos que prestan servicios de entrega y de transporte de pasajeros.
- Clases particulares Un sector que ha resultado especialmente castigado ha sido el de las clases particulares, ya que el gobierno chino ha introducido una nueva normativa cuyo fin es reducir el coste de crianza de los hijos, en unos momentos en que el país se enfrenta a un perfil demográfico complicado tras décadas de la política de hijo único.
La entidad de interés variable
Otra área objeto de atención, sobre la que tanto los reguladores chinos como los estadounidenses han expresado preocupación, es el uso de la denominada entidad de interés variable (“VIE”, por sus siglas en inglés). Esta estructura se utiliza desde hace dos décadas. Se concibió para eludir las restricciones a la inversión extranjera en China en determinados sectores. Cualquier estructura que esté diseñada para evitar una regulación representa una clara señal de alarma, y en MFS hemos incorporado siempre este riesgo en nuestro análisis de inversión. Dado que es objeto de cada vez más vigilancia, en MFS creen que resulta oportuno resumir la estructura de la VIE y cómo diferencian entre las empresas que la usan.
Una VIE combina una entidad en China sujeta a unas restricciones relativas a la propiedad extranjera con una entidad separada que se constituye “offshore” (habitualmente en las Islas Caimán, Bermudas o Hong Kong). Con arreglo a esta estructura, la propiedad de la entidad en China se atribuye a la entidad extranjera a través de un acuerdo contractual que transfiere el interés económico a la entidad extranjera, mientras que la propiedad legal se mantiene en China.
El concepto de transferencia económica mientras se mantiene la propiedad separada no es exclusivo de las VIE chinas. Se usa a menudo en los negocios conjuntos y se ha utilizado en varios sectores de todo el mundo que se enfrentan a controles sobre el capital extranjero, como los de aerolíneas y minería. No obstante, eludir restricciones mediante una figura jurídica compleja presenta unos riesgos evidentes, ya que los reguladores pueden endurecer la normativa, de manera prospectiva o incluso retrospectiva.
Durante el último año, ha habido más reformas de la normativa china en el área de las leyes antimonopolio y la regulación de los mercados de comercio electrónico y plataformas de pago. Si bien el concepto original de la VIE se creó para eludir los controles sobre la propiedad extranjera, desde entonces, algunos de estos controles se han liberalizado parcialmente.
Un ejemplo es la introducción del programa Stock Connect, que permite a los extranjeros invertir en empresas cotizadas en las bolsas de Shanghái y Shenzhen (las llamadas “acciones A”) a través de una conexión con la Bolsa de Hong Kong. Además, en 2020 se adoptó un conjunto de nuevas leyes de inversión extranjera que mejoraba la transparencia normativa y liberalizaba los controles sobre determinados sectores, lo que señalaba un compromiso por parte de China para abrir más sus mercados de capitales.
De nuevo, esto es algo que debe analizarse caso por caso, ya que hay algunos sectores en China donde la propiedad extranjera sigue estando regulada y el uso de una estructura de VIE podría estar prohibido mediante una aplicación más estricta de los controles subyacentes. Por su parte, la Comisión Reguladora de Valores de China (CSRC) ha indicado que está “tomando medidas para promover un desarrollo ordenado de determinados sectores”, señalando indirectamente, en nuestra opinión, que su principal objetivo es endurecer la supervisión en los sectores sensibles. Asimismo, también está habiendo cambios en la supervisión reglamentaria de algunos sectores sensibles, como los monopolios tecnológicos, en otros países.
Al otro lado del Pacífico, los reguladores estadounidenses han expresado sus propias preocupaciones con respecto a las empresas chinas que usan la estructura de VIE para cotizar en los mercados de valores estadounidenses a través de certificados americanos de depósito de valores (ADR). En diciembre de 2020, se promulgó la Ley de responsabilidad de las empresas extranjeras (Holding Foreign Companies Accountable Act) en Estados Unidos. Esta ley impide que los valores de empresas extranjeras coticen en bolsa en Estados Unidos si incumplen durante tres años consecutivos los requisitos de la Junta de Supervisión Contable de Empresas Públicas (PCAOB), tales como permitir inspecciones completas en China o la revisión de su documentación de auditoría.
En la opiniónde MFS, esto hará que más empresas dejen de cotizar en Estados Unidos y vuelvan a hacerlo en la bolsa de Hong Kong, lo que tendrá repercusiones para los fondos estadounidenses que limitan la exposición extranjera a únicamente títulos cotizados ADR. Según UBS, las sociedades cotizadas en Estados Unidos relacionadas con VIE tenían un valor de más de 1,6 billones de dólares, a 9 de agosto de 2021.
Lo que es importante, desde la perspectiva de la gestora, es que no todas las VIE presentan el mismo perfil de riesgo, y el riesgo de las VIE no suele ser su principal preocupación, ya que han detectado que no hay una clara correlación entre la estructura de la VIE y el gobierno corporativo efectivo y la concordancia con los intereses de los inversores minoritarios.
El enfoque de MFS ha consistido en evaluar los riesgos relacionados con cada VIE examinando la trayectoria del equipo directivo y dónde están los saldos de tesorería (en la VIE o en la entidad cotizada). La gestora también ha trazado los distintos permisos a los propietarios de las VIE y han usado esta información para dialogar con las empresas acerca del riesgo normativo. Este proceso ha ayudado a identificar las relaciones y estructuras de VIE potencialmente más arriesgadas. En última instancia, al tomar decisiones de inversión a largo plazo, el cometido de MFS es evaluar estos factores, junto con otros riesgos fundamentales empresariales y ASG.
Una gestión activa del riesgo es crucial
Como se afirma al principio, el enfoque de MFS no es evitar los riesgos inherentes a la inversión en China —observamos riesgos similares en todo el universo de inversión—, sino sopesarlos meticulosamente para determinar si son relevantes para nuestras tesis de inversión. Muchos de los factores expuestos no son exclusivos de China, sino más bien retos a los que los inversores se enfrentan en general. En MFS están convencidos de que un proceso de análisis riguroso puede ayudar a identificar y cuantificar los riesgos. También puede ayudar a construir unas carteras que ofrezcan una exposición a empresas que crean valor a más largo plazo, optimizando y diversificando a la vez los riesgos asumidos.
Información importante:
Hay que tener en cuenta que un enfoque de inversión sostenible no garantiza unos resultados positivos.
MFS no ofrece asesoramiento jurídico, fiscal o contable. Los clientes de MFS deben obtener, por su cuenta, asesoramiento fiscal y jurídico independiente en función de sus circunstancias particulares.
Las opiniones expresadas pertenecen al autor o autores y pueden variar en cualquier momento. Dichas opiniones se ofrecen exclusivamente a título informativo y no deberán considerarse una recomendación para comprar ningún título ni una incitación o asesoramiento de inversión del Asesor.
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