Recientemente la renta variable global ha experimentado una divergencia entre la valoración del mercado de renta variable de Estados Unidos y la valoración de los mercados desarrollados y emergentes internacionales. Con este contexto de fondo, el Grupo de soluciones de inversión de MFS Investment Management analiza las intrigas de la renta variable globales y las potenciales oportunidades que surgen al diversificar más allá de la renta variable estadounidense.
Las empresas no estadounidenses han estado cotizando en valoraciones (precio-beneficio) raramente vistas en años, muy por debajo de la valoración de las empresas de Estados Unidos, tal y como se muestra en el gráfico a continuación. Desde 1971, el liderazgo en el mercado de la renta variable se ha alternado entre el mercado estadounidense, representado por el índice S&P 500, y los mercados internacionales, representado por el índice MSCI EAFE.
En MFS Investment Management opinan que no es tan sorprendente ver ratios precio-beneficio tan deprimidos en las acciones no estadounidenses en un entorno en el que el crecimiento global, la producción industrial y los volúmenes del comercio mundial han estado desacelerándose.
Pero también, los inversores deben tener en cuenta que existen riesgos inherentes a invertir en renta variable internacional, incluyendo los riesgos geopolíticos, económicos y sociales, así como la transparencia limitada de la información contable en algunas regiones y la complejidad de invertir en divisas.
Principales conclusiones:
- Teniendo en cuenta que el mercado de renta variable estadounidense representa cerca de un 55% del índice MSCI ACWI, la mayoría de los inversores de renta variable probablemente desean mantener algo de exposición a la bolsa de Estados Unidos.
- Una asignación estratégica entre regiones permite a los inversores capturar los beneficios de diferentes exposiciones regionales y puede ofrecer una diversificación adicional.
- La diversificación estratégica entre clases de activos y mercados puede ayudar a los inversores a beneficiarse de un sólido desempeño en una clase de activo o mercado, y a minimizar el impacto de una recesión en alguna otra clase de activo.
- Distribuir la asignación de activos entre diferentes industrias, geografías, empresas y estilos de inversión puede ser la mejor manera de reducir la exposición a los riesgos a la baja de las posiciones de una cartera.