En Latinoamérica, los dos gigantes económicos, México y Brasil, pelean por los beneficios del nearshoring, especialmente los flujos monetarios que han llegado a la región y los que llegarán en los próximos años, señaló Juan Gonzálo Flores, Country Manager en México de la International Finance Corporation (IFC), durante una conferencia de capitales privados en México (Family Office).
Sin embargo, ambas naciones cuentan con ventajas y diferencias que las colocan por el momento en posiciones distintas, aunque las cifras señalan un mayor avance de Brasil en esta disputa involuntaria por el nearshoring. Una de las primeras grandes diferencias es la posición geográfica, mientras que México se encuentra a las puertas de la mayor potencia mundial, que es a la vez el mercado de mayor consumo del planeta, se pensaría que la lejanía de Brasil es una desventaja; sin embargo, esta lejanía le permite a Brasil una mayor relación comercial con China, la segunda gran potencia global, al encontrarse lejos de las estrategias de seguridad nacional estadounidense, que podrían acarrear una relación tan cercana.
Si bien ambos países se han visto beneficiados en los últimos años por los flujos de dinero del exterior (la relocalización de las inversiones), los tamaños de las economías todavía juegan un papel determinante en este sentido. Por ejemplo, Brasil es un mercado de 215 millones de habitantes, mientras que México tiene poco más de 120 millones, una diferencia de casi 100 millones de personas que sí es importante, según explicó el experto del IFC.
Otras cifras confirman la ventaja que todavía tiene Brasil en esta batalla por el nearshorin en Latinoamérica. Por ejemplo, en 2022 recibió 86.000 millones de dólares por concepto de Inversión Extranjera Directa (IED), mientras que México captó 35.292 millones en ese mismo periodo; el año pasado Brasil registró ingresos de 62.000 millones de dólares en IED, mientras que México reportó 36.058 millones por el mismo concepto, los flujos hacia Brasil cayeron y en México aumentaron, pero no lo suficiente para revertir la dominancia del país sudamericano.
En Brasil también ya se registra la operación de prácticamente todas las fábricas de automóviles del mundo, incluyendo las armadoras de automóviles eléctricos, mientras que en México también han llegado pero faltan todavía.
Brasil es la novena economía del mundo y México es la número 14, son cinco sitios que sí hacen diferencia a la hora de determinar las inversiones, pese a que Brasil no es vecino de Estados Unidos, pero sí abastece al resto del mercado latinoamericano y también envía de regreso productos diversos a otras partes del planeta mientras que México tiene una fuerte concentración de sus exportaciones en el mercado estadounidense;, Brasil vive un prolongado proceso de industrialización que inició, en su etapa más fuerte, en las dos últimas décadas del siglo pasado.
Energía y promoción presidencial
De acuerdo con Juan Gonzálo Flores, existen dos diferencias entre México y Brasil que también explican la posición de ambas naciones en la región, así como su papel como captador de IED en el marco del nearshoring. En Brasil existe una total libertad otorgada a la iniciativa privada para generar energía eléctrica, mientras que en México se revirtió en esta administración una reforma energética del sexenio anterior, que justamente se enfocaba en lo mismo, la generación de electricidad por parte del sector privado; el regreso de las dos empresas estatales Petróleos Mexicanos (Pemex) y Comisión Federal de Electricidad (CFE), como monopolios, ha ralentizado el crecimiento en cierta medida.
Además, hay otro factor muy importante; en Brasil el propio presidente Luiz Inácio Lula da Silva ha tomado personalmente la tarea de promoción de su país en el mundo, lo que le arroja bueno resultados con la captación de inversiones hacia Brasil; en contraste, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha salido muy pocas ocasiones del país durante su mandato que termina el próximo 30 de septiembre.
Pero sin duda, a Latinoamérica le hace bien que sus dos grandes economías estén en una confrontación involuntaria y ajena de cualquier conflicto (aunque parezca un contrasentido), por los recursos del nearshoring, el fenómeno que todo indica durará muchos años y podría ser factor del desarrollo largamente esperado en la región, de acuerdo con las conclusiones de Juan Gonzálo Flores, Country Manager en México de la International Finance Corporation (IFC).
La Corporación Financiera Internacional, en español, es una institución mundial creada en 1956, perteneciente al Banco Mundial. Cuenta con 184 países miembros en todo el mundo y tiene su sede en Washington D. C., en los Estados Unidos
La IFC apoya el financiamiento privado, está presente en casi todos los sectores económicos, y cuenta ya con un total de 320.000 millones de dólares en créditos alrededor del planeta, desde que se fundó.