México cuenta con factores demográficos, socioeconómicos y políticos capaces de impulsar una fuerte subida en el segmento de las clases medias similar a la de Brasil en la última década, con un potencial impacto similar sobre de las fortunas en el consumo del país en el futuro. Por eso muchos tienden a comparar al país con Brasil. Sin embargo, existen obstáculos que se interponen entre ese potencial estructural y que se reflejan en el cauto optimismo de los mexicanos: solo el 25% de los consumidores esperan mejorar su situación financiera en los próximos seis meses, con lo que el país se sitúa en cuarto lugar de los nueve estudiados por Credit Suisse.
Son tendencias que vislumbra Credit Suisse, en la cuarta edición de su encuesta sobre consumidores emergentes (Annual Emerging Markets Consumer Survey), que analiza los patrones de gasto de los consumidores en los países BRIC más Indonesia, Arabia Saudí, Turquía, y, este año por primera vez, México, detallando su papel en el crecimiento económico global. La encuesta ha sido realizada por AC Nielsen y ha consistido en 16.000 entrevistas personales en estos nueve países tanto en entornos rurales como urbanos así como a personas de diferente nivel adquisitivo.
Según los resultados, los mexicanos muestran desconfianza en el futuro: es el país de la lista con menos encuestados que perciben que el Gobierno será muy efectivo o bastante al solucionar los problemas que afectan a la población (solo el 17% lo cree), lo que podría indicar que estamos en los primeros estadios de una agenda reformista por parte de la administración y de otros cambios estructurales propuestos en áreas como los mercados laboral o educativo, entre otros. “Un fiero debate sobre las reformas y quizá algo de escepticismo es natural, aunque aún es pronto para preveer resultados positivos”, dice el informe.
Con respecto a las áreas de consumo más atractivas en el país, el estudio señala Internet o los smartphones como dos de los sectores con mayor crecimiento en el futuro, frente a otros de éxito en el pasado como las bebidas carbonatadas (muy consumidas en los últimos 12 meses pero con intención de ser compradas solo por un 16% a partir de ahora). El estudio también muestra que el gasto en automóviles, que ha sido alto (el 29% ha comprado), disminuirá este año (el 10% comprará).
Brasil: pierde ritmo
El optimismo estructural entre los brasileños vuelve a salir a relucir en la encuesta (los consumidores brasileños están entre los más confiados a la hora de esperar mejoras en sus finanzas personales para los próximos seis meses, quizá debido al bajo paro) pero emergen riesgos de corto plazo, pues las percepciones más inmediatas son cautas. Al preguntarles si es un buen momento para realizar sus compras, fueron el tercer país más pesimista de la encuesta, con el 10% neto explicando que es un mal momento. Una respuesta consistente, según Credit Suisse, con el bajo crecimiento económico (del 2% en 2013), la inestabilidad social, la mayor inflación y el bajo crecimiento de las rentas.
“Esa caída en el nivel de optimismo ha sido más acusada en el espectro más bajo de las rentas”, debido a la sustancial inflación en los alimentos en 2013 (del 5,5%); de ahí que el momento para el consumo favorezca a los bienes discrecionales. Según el informe, los sectores que muestran su mejor momento para el consumo son los smartphones, la ropa de moda, los ordenadores, y el acceso a Internet y los móviles, pues la penetración aún es baja.
Momento de incerditumbre
La encuesta se realizó en un momento de incertidumbre alrededor de los los mercados emergentes como clase de activo, de sus divisas y de la prima de crecimiento económico que ofrecen en comparación con las economías y mercados desarrollados. Un 26% de los encuestados opina que en los próximos seis meses sus finanzas personales mejorarán (a diferencia del 28% del año pasado). Además se ha detectado una caída en el número de consumidores que opinan que ahora es un buen momento para hacer una compra importante. En general, un contexto cíclico negativo podría tener un impacto también negativo en las categorías de consumo que implican un mayor gasto como pueden ser coches o bienes de consumo duradero. Por el contrario sigue habiendo apetito por consumir productos de menos coste como ropa deportiva, relojes, joyas o moda, dice Credit Suisse.
Y, aunque el momento cíclico sea más complicado, según el estudio continúa el optimismo estructural. Eso sí, teniendo en cuenta que el perfil del consumidor emergente varía mucho en función de los países: por eso, al invertir en consumo emergente, hay que tener en cuenta que ahora se centra en más productos específicos y por países.
Para acceder al video-resumen del estudio, utiliza este link. Para descargar el estudio completo, en este link.