El año arrancó con una combinación de crecimiento global sincronizado, baja inflación y baja volatilidad en el mercado financiero, formando un entorno perfecto para los mercados de inversión. Sin embargo, en febrero todo cambió y apareció una mayor inflación, preocupaciones en torno al comercio global, el resurgimiento de la divergencia económica, la fortaleza del dólar y la volatilidad.
Para HSBC Global AM este cambio en el contexto global continúa y ha provocado que las acciones globales se vean planas a lo largo del año y que la mayoría de los activos de renta fija sigan registrando rendimientos totales bajos o negativos. “Las materias primas, especialmente el petróleo, es el valor atípico después de entregar retornos sólidos en 2018”, señala la gestora como excepción.
Según las perspectivas que sostiene la gestora para la segunda mitad del año, es importante destacar que, donde hubo un amplio crecimiento en 2017, ahora hay un cierto grado de variación cíclica. En los Estados Unidos el crecimiento sigue siendo bueno y se ve equilibrado, mientras que las perspectivas han caído en Europa y Japón. Por el momento, el crecimiento de los mercados emergentes ha parecido resistente. Fundamentalmente, el crecimiento de China se ha mantenido bien a pesar de los esfuerzos de desapalancamiento en curso.
“Sin embargo, el crecimiento mundial todavía parece relativamente sólido y no hay señales de una recesión inminente. Para los inversores, esto significa que seguimos viendo unos fundamentales corporativos sólidos. Además, el crecimiento de las ganancias globales está por encima del 7%, y las tasas de incumplimiento globales siguen cayendo, del 5% a fines de 2016 al 3% ahora”, explicaJoseph Little, estratega global jefe de HSBC Global Asset Management.
La gestora también destaca en sus perspectivas que las tendencias de inflación son incluso más divergentes a nivel mundial que el crecimiento, lo que está afectando a las perspectivas de política monetaria. El aumento a más rápido de la inflación en Estados Unidos mantiene a la Fed en un proceso de subida de tipos de interés gradual. En cambio, en Europa y Japón la inflación no garantiza una reversión de la actual política monetaria laxa.
“También vemos divergencias entre las políticas de las economías emergentes. En China, la atención se centra en reducir el apalancamiento y al mismo tiempo apoyar la demanda interna, mientras que las presiones inflacionarias tan bajas significan que muchas economías, aunque no todas, son libres de mantener las tasas de interés en los niveles actuales”, matiza la firma en su último informe.
La joya de los mercados emergentes
A pesar de un rendimiento plano durante los primeros cinco meses de 2018, para HSBC Global AM la buena noticia es que los catalizadores para los mercados de renta variable todavía están vigente. En su opinión, las valoraciones siguen siendo relativamente atractivas en los mercados emergentes y algunos mercados que están en la parte tardía del ciclo, como Japón y Europa.
En cuanto a los mercados emergentes, la tendencia de crecimiento sigue siendo sólida en la mayoría de los países y sus fundamentales macroeconómicos también mejoran, en particular en países como Brasil, México, Rusia o Sudáfrica. “Esto ha reforzado la capacidad de los mercados emergentes para sortear los impactos externos”, advierte la gestora.
En particular Little señala a Asía: “Nos gustan los mercados emergentes en Asia. Nuestra visión constructiva sobre el entorno macroeconómico de Asia se ve reforzada por unos fundamentales saludables, reservas de divisas adecuadas, capacidad para hacer políticas monetarias y perspectivas positivas de reformas en muchos países de la región”. Estos factores también crean un entorno de apoyo para las acciones asiáticas frente a sus pares en otros mercados emergentes, además de que sus valoraciones relativamente más atractivas y un mayor crecimiento de las ganancias potenciales.