El mercado laboral estadounidense sigue sólido: en agosto encadenó 32 meses consecutivos de creación de empleo. Pero, tras once subidas de tipos por parte de la Reserva Federal, ya hay síntomas de desaceleración, según los expertos.
Por ejemplo, Christian Scherrmann, US Economist para DWS, considera que los últimos datos de empleo e inflación quitan algo de presión a la Reserva Federal, ya que apoyan una actitud de espera dependiente de los datos en la próxima reunión del FOMC de septiembre. “También apoya un escenario de aterrizaje suave”, explica el experto, que también matiza que “dado que los consumidores dependen cada vez más de los ingresos y no del exceso de ahorro para financiar el consumo, mantenemos la cautela”.
Con estas premisas, Scherrmann vislumbra en el horizonte nuevos vientos en contra. Uno, el aumento del uso del crédito, a tipos de interés más altos; otro serían los próximos reembolsos de préstamos estudiantiles, junto con un nuevo descenso del crecimiento salarial, a lo que se suma una mayor suavización de las condiciones del mercado laboral. Todo ello, “podría implicar que los consumidores se replanteen sus planes de gasto en el futuro más de lo que sugieren las recientes y sólidas cifras de consumo personal” y si estas perspectivas se hacen realidad, “creemos que la Fed no volverá a subir los tipos este año y que el próximo gran debate será cuánto se recortarán en 2024, una vez que la inflación se acerque lo suficiente al 2%”.
Felipe Villarroel, gestor de carteras de TwentyFour AM (boutique de Vontobel) afirma que las últimas cifras relacionadas con el mercado laboral «muestran que se está suavizando, permaneciendo al margen, mientras que la tasa de desempleo sigue siendo muy baja y el número de personas empleadas está en máximos históricos. En otras palabras, la previsión de la Reserva Federal de que los mercados de trabajo se suavizarán sin experimentar una gran perturbación parece abrirse hueco, de forma lenta pero segura, en los datos macroeconómicos reales». Asimismo, es tajante con respecto a los datos económicos, puesto que «aún queda un largo camino por recorrer» en lo que respecta a los ajustes del mercado laboral, pero aclara que «los avances son cada vez más claros y que parece que se acerca la luz al final del túnel».
Por su parte, Callie Cox, US Investment Analyst de eToro, admite que los datos de empleo siguen mostrando que la economía estadounidense no está en una recesión, ni siquiera cerca de ella, pero matiza que “algunos detalles que preocupan” en el informe de agosto del Departamento de Trabajo americano. Primero, que la contratación sigue respaldando una economía saneada, pero se ha producido un notable repunte del desempleo. Por otro lado, Cox apunta que los salarios parecen desacelerarse, lo que “podría enfriar las preocupaciones en torno a los signos de una inflación más rápida”. La otra cara de la moneda aquí es que “un crecimiento salarial del 4% aún es demasiado alto para el objetivo de inflación de la Fed, y podría obligar a mantener los tipos altos durante un tiempo”.
De esta forma, concluye que la economía estadounidense “se ha convertido en un juego de adivinanzas: los datos de inflación se están calentando de nuevo, pero el mercado laboral podría seguir debilitándose. Además, nos adentramos en un periodo estacionalmente débil del año” y no se extraña de que los inversores se muestren nerviosos e inquietos.
En Banca March tienen opiniones muy parecidas, puesto que aunque reconocen que la creación de empleo se situó por encima de las previsiones de consenso, «la revisión a la baja de las cifras del mes pasado y la creación de empleo más baja de los últimos meses, dan señales de moderación en un todavía tenso mercado de trabajo».