Existe correlación entre la aparición y mejora de posiciones en el monitor de responsabilidad y gobierno corporativo (responsabilidad ESG) de un grupo de empresas y su cotización en el mercado bursátil, según un estudio llevado a cabo por tres investigadores de ESIC, el IE y la Complutense entre 2011 y 2019. Los investigadores han publicado una investigación en la que demuestran empíricamente la relación entre una estrategia continuada en RSC y Sostenibilidad y la mejora en el valor bursátil de la empresa. En concreto, de manera directa y aislada, hablan de una relación medible entre la subida de 1.000 puntos en el ranking y el aumento del precio de la acción, de media, en 3,12 céntimos de euro.
El concepto de responsabilidad social corporativa (RSC) ha creado un considerable debate académico relacionado con algunas teorías, como la teoría de las partes interesadas (Freeman, 2001) y sus implicaciones empresariales (Kolk, 2016). Para demostrar el impacto de los grupos de interés de gobierno corporativo, las empresas definen sus grupos de interés estratégicos en la planificación de la gestión empresarial dirigiendo una estrategia específica en función de sus expectativas.
Como resultado, la buena gestión en este ámbito representa una oportunidad para las empresas; aporta diferenciación frente a competidores y aumenta la cuota de valor de mercado de los activos intangibles. En el actual mundo cambiante, la RSE se convierte en un campo de estudio con nuevas perspectivas para que las empresas puedan fomentar el desarrollo sostenible. Relacionado con esta necesidad, la RSE es la responsabilidad de las empresas de crear un impacto positivo y una sociedad mejor (Carroll & Buchholtz, 2014).
Tanto las empresas como el mundo académico están interesados en medir lo que la RSE aporta a la empresa y a sus partes interesadas, así como de comprobar cuánto influye al medio ambiente. Una forma de medir el rendimiento de la implantación de la RSC es detectar su impacto en las variables económicas (desde la imagen, la reputación, la innovación, la expansión del negocio, la reducción de la volatilidad de las acciones o el aumento de la rentabilidad a largo plazo), variables sociales (como la mejora de la retención del talento interno o la mejora de las relaciones con la sociedad) y las políticas de la empresa (para mejorar las relaciones con la sociedad y el gobierno).
Según la Comisión Europea, la RSE se define como «la responsabilidad de las empresas por su impacto en la sociedad» integrando las cuestiones sociales, medioambientales y éticas en las operaciones empresariales y colaborando con las partes interesadas y midiendo sus resultados desde una perspectiva sostenible. Aunque no existe un acuerdo global sobre la medición de los impactos empresariales y su relación con los ODS, diferentes sistemas de medición nos llevan a la contribución de las empresas a la sociedad. En este sentido, las Naciones Unidas ofrecen informes anuales sobre el impacto de las empresas en los 17 ODS y orientan a los países participantes en la contribución de la Agenda 2030.
Datos y metodología
La metodología de análisis se basa en dos conjuntos de datos o variables. Por un lado, un conjunto de empresas cotizadas presentes en el MERCO CR&G (2020), que se publica desde 2011 y que se basa en 4 evaluaciones, 11 fuentes de información y más de 7.400 entrevistas a diferentes grupos de interés, que analizan variables que van desde el comportamiento ético transparencia y buen gobierno, responsabilidad con los empleados, compromiso con el medio ambiente y el cambio climático, o la contribución a la comunidad, entre otras. Y también en la cotización en la bolsa española. A continuación, ambas variables se comparan con las regresivas y autoregresivas para llegar a una conclusión sobre el impacto de la de la RSE en el precio de las acciones, así como sobre la calidad de dicho impacto en comparación con otros factores.
Conclusiones, debate y futuras investigaciones
La investigación llevada a cabo por el Journal of Business Research pretende demostrar el avance en la gestión de la RSE, que se traduce en una contribución crucial a la eficiencia y el crecimiento sostenible de las empresas, como demuestran las investigaciones anteriores realizadas por otros autores.
Como consecuencia, los resultados pueden servir de guía a otras empresas en todo el mundo para comprender mejor los impactos de la RSC en diferentes aspectos. Una estrategia de RSC aporta eficacia y beneficios para la empresa y las partes interesadas a largo plazo y aumenta la legitimidad. La RSE se reconoce como un importante recurso estratégico de ventaja competitiva de una empresa.
Existe una relación directamente proporcional entre la RSC medida por el Ranking MERCO CR&G, y el precio de las acciones de las empresas de la muestra. Por tanto, esta relación es medible y se puede concluir que por cada 1.000 puntos obtenidos por una empresa en el Ranking MERCO CR&G, el precio de la acción puede aumentar, por término medio, en 3,12 céntimos de euro.
Sin embargo, dicha relación pierde relevancia al considerar el contexto económico si evaluamos otras variables. Además, la metodología refleja cómo la RSE impacta en los precios de las acciones de las empresas españolas y la relevancia de dicho impacto. Como consecuencia, se puede concluir que el impacto es relevante cuando se mide de forma aislada.
Esta conclusión es lógica porque los precios de las acciones se negocian en los mercados y están influidos por una gran variedad de factores: los tipos de interés, la inflación, las expansiones y contracciones económicas, las decisiones políticas, etc.
Por último, el progreso de la RSE en términos de gestión, transparencia, medición, medio ambiente y gobernanza se traduce en una contribución crucial a la eficiencia y el crecimiento sostenible de la empresa. Esta conclusión nos permite observar que, cuando las acciones se miden en el tiempo, es habitual que los precios de las acciones suban en las empresas.