La inversión value en Asia, que es una de las regiones de más rápido crecimiento a nivel mundial, no es un oxímoron, explica en esta entrevista Beini Zhou, portfolio manager de Matthews Asia. De hecho, para este gestor, las condiciones en la región son bastante propicias para este tipo de estrategia, ya que la reciente desaceleración de Asia ha llevado a una compresión de los múltiplos en la valoración de muchas compañías.
¿Qué criterios considera en su enfoque de inversión value?
Muchos inversores tienden a ver el value investing como simplemente la compra de acciones baratas. Las valoraciones son ciertamente importantes, y soy estricto con mi precio de entrada, pero no lo son todo. En general, verifico cuatro componentes de las acciones value: infravaloración, un buen modelo de negocio que gana más que su coste de capital, una buen equipo gestor que asigna capital sensatamente y un balance sólido sin un apalancamiento financiero excesivo.
¿Qué significa para usted esa infravaloración?
Por infravaloración entiendo típicamente un descuento del 30% en el «valor intrínseco» estimado que le otorgamos a la acción desde Matthews Asia, que por supuesto es una medida subjetiva. La forma en que estimamos el valor intrínseco de una empresa es a través de alguna variante de un modelo de flujo de efectivo descontado, utilizando supuestos bastante conservadores.
¿Cuáles son las lecciones más importantes que ha aprendido en su carrera como portfolio manager?
Cuando comencé en esta industria en 2005, pasé mucho tiempo lidiando con números y hojas de cálculo. Con los años, me he pasado mucho más tiempo pensando en cuestiones cualitativas. Por eso, cuando me reúno con el fundador de una compañía en Asia por primera vez, en lugar de ir directamente al panorama financiero o de la industria o hablar sobre el futuro, siempre me tomo el tiempo para conocer los antecedentes, la personalidad y la evolución del fundador, así como su pasado emprendedor y la cultura que él o ella ha creado o pretende crear.
En definitiva, lo que hago en el día a día es conectar los datos. Para hacer un mejor trabajo como selector de acciones, necesito más conocimiento, lo que significa un mejor contexto, y también necesito conectar ese conocimiento mejor. Como las cosas están más interconectadas a nivel mundial que nunca, a lo largo de mi carrera he pasado una parte sustancial de mi tiempo estudiando empresas e industrias en Estados Unidos y Europa, aunque mi trabajo aquí es seleccionar únicamente acciones de Asia. Sin embargo, siento que necesito ese contexto global.
Usted es conocido por ser un lector voraz, ¿qué lee regularmente?
En general, lo que leo regularmente no define mi proceso de inversión, pero me da el contexto necesario. Leo cuatro periódicos diariamente: Financial Times, The Wall Street Journal, The New York Times y un diario chino llamado 21st Century Business Herald. Prefiero la cobertura de FT para industrias y compañías que no sean de Estados Unidos. Una vez por semana, leo The Economist, Businessweek y Barron’s, y realmente disfruto los reportajes largos de la revista Fortune. Leo todo esto religiosamente.
Los artículos largos de Fortune realmente describen los aspectos culturales y relacionados con la personalidad de las empresas. Estas son características que no se pueden intuir en los estados financieros o en las hojas de cálculo.
Soy un fanático del periodismo de investigación porque esas habilidades pueden ser una gran ventaja en nuestro campo, especialmente cuando se trata de análisis de la competencia. Cuando investigamos nuestro universo invertible, nos basamos en una amplia variedad de fuentes. Siempre estoy recogiendo informes anuales y presentaciones regulatorias.
Sus compañeros mencionan su capacidad para recordar números y detalles específicos, incluso semanas después de una reunión. ¿Tiene una memoria fotográfica?
No, no tengo una memoria fotográfica. Pero soy sensible a los números. Cuando escucho las cifras, puedo ponerlas en el contexto con todas las referencias que he recopilado durante mis años seleccionando acciones e investigación en Asia.
Creció en Shanghai y se trasladó a Estados Unidos para obtener un título universitario en Matemáticas Aplicadas. ¿Esa fue la primera vez que vino a Estados Unidos?
Sí, tenía 17 años y esa fue en realidad la primera vez que viajé en un avión. Viajaba solo y todavía recuerdo haber intentado descubrir cómo funcionaba el cinturón de seguridad.