En la tercera edición del Barómetro de Carteras Españolas, Natixis Global Asset Management observa cambios importantes en la composición de las carteras conservadoras.
En un encuentro con periodistas en Madrid, el departamento de Análisis y Consultoría de Carteras de Natixis Global AM ha explicado que el principal cambio tiene que ver con el aumento de la exposición a renta fija y la reducción del peso de la renta variable, los fondos mixtos y los convertibles. “Hemos visto como los inversores han pasado de estar positivos en bolsa a aumentar sus posiciones en bonos”, explica Juan José González de Paz, consultor senior del departamento internacional de Análisis y Consultoría de Carteras de Natixis Global AM.
En renta fija los inversores conservadores han preferido los fondos activos flexibles con mandatos de gestión amplios y las duraciones cortas tanto en bonos corporativos como gubernamentales. En cuanto a la renta variable, “parece que el sesgo a las bolsas de Europa, incluyendo Europa y Zona Euro y España ha disminuido en favor de la renta variable global y de mercados emergentes. Además, se ha reducido la inversión en fondos sectoriales y de países concretos”, concreta Juan José González de Paz.
Unos cambios que, según el experto, se pueden interpretar como una mayor falta de claridad respecto a la evolución de los mercados en general y un mayor afán por controlar el riesgo.
En opinión de Sophie del Campo, directora general de Natixis Global AM para Iberia, Latam y US Offshore este aumento del riesgo es, precisamente, el mayor desafío para las carteras conservadoras dado el aumento de correlación entre los activos clásicos, como bolsa y bonos. “Cada vez es más difícil para los inversores conservadores diversificar correctamente sus carteras”, afirma.
Y en este sentido Del Campo considera esencial, y así lo advierte, que los inversores sitúen la gestión del riesgo como un elemento clave en sus decisiones ya que, “al contrario que la rentabilidad que no se puede predecir, el riesgo es algo que podemos medir y gestionar correctamente”. A pesar de que históricamente en las carteras españolas la renta fija ha tenido más peso que la renta variable, llama la atención que esto siga siendo así en el contexto actual.
Una situación que se puede explicar por el hecho de que los flujos de inversión siguen a las rentabilidades. Como señala Sophie del Campo, “lo inversores apuestan por lo que ha ido bien últimamente, y eso no es una buena decisión”.
De cara a 2017, la evolución de las tendencias en España permite intuir que las principales preocupaciones que han mostrado los inversores en 2016 pueden continuar durante el próximo ejercicio. Seguiremos viendo volatilidad, aumento de la correlación entre la renta fija y la variable y baja rentabilidad de los bonos. Además, es probable que se traslade a Europa la rotación sectorial que se ha iniciado en EE.UU. y continúen los movimientos en divisas.
“Necesitamos ofrecer herramientas a los inversores profesionales para ayudarles a gestionar las emociones de sus clientes ante los movimientos bruscos del mercado. El principal error del inversor es su falta de consistencia, dejarse influir por el ruido”, asegura Sophie del Campo.
Desde Natixis Global AM recomiendan cuatro tipos de activos o estrategias: los fondos de retorno absoluto, que aportan una importante descorrelación con el resto de activos; estrategias de renta variable europea con sesgo growth, que permiten jugar la recuperación de la región; fondos de renta fija de países emergentes y estrategias de renta fija de corta duración, que pueden ser muy adecuadas para la parte más estable de una cartera conservadora o moderada.