Mañana, los ciudadanos estadounidenses están convocados a las urnas y tendrán que elegir entre dos candidatos que han intensificado sus críticas en los últimos días. Pero gane Trump o gane Harris, los analistas y asesores patrimoniales españoles auguran dos impactos: el primero, el empeoramiento del déficit fiscal en el país, y el segundo, un buen tono en los mercados de renta variable.
Con respecto a ganadores concretos, la mayoría cree en una victoria republicana, pero sin control de las dos cámaras, lo que suavizará las decisiones, si bien la inflación podría ser una variable a vigilar con políticas como las arancelarias de Trump, lo que podría complicar el trabajo a la Fed.
“Independientemente de quién gane, el déficit fiscal de Estados Unidos será el perdedor, incluso sin una extensión de los recortes de impuestos o nuevos gastos. Las proyecciones de déficit asumen que los recortes de impuestos personales de Trump expirarán a finales de 2025, por lo que es probable que los déficits sean aún mayores suponiendo que Harris o Trump extiendan dichos recortes”, comenta Juan Litrán, analista de Family Office en Creand Asset Management.
Jorge González, director de análisis de fondos en Tressis, se pronuncia en la misma línea: “Las encuestas muestran un aumento de apoyo a Trump, y las casas de apuestas le otorgan un 60% de probabilidades de ser reelegido. Los republicanos están confiados, mientras que los demócratas se ven más pesimistas, cuestionando la estrategia de Biden. Es poco probable que los republicanos ganen la Cámara de Representantes, lo que dejaría un Congreso dividido. Sin embargo, se espera que se extiendan los recortes de impuestos que expiran el próximo año, manteniendo el déficit fiscal de EE.UU. en torno al 6,5%.
Más déficit e inflación augura también Mario Catalá, director de gestión discrecional de Portocolom AV: «Trump plantea una bajada de impuestos que podría tener consecuencias dispares. Por un lado aumento de déficit público, y por tanto mayor riesgo de endeudamiento para el país (más aún), pero por otro mayor renta disponible, lo que conlleva a una mayor propensión al consumo y, aunque esto supone una mejora para la actividad económica, también puede implicar mayor riesgo de inflación». En su opinión el partido Republicano parte con cierta ventaja en las encuestas, aunque parece que las elecciones volverán a decidirse en tres o cuatro estados clave, con mucho peso electoral.
Complicando el trabajo a la Fed
En su opinión, una victoria de Trump implicaría probablemente la imposición de aranceles a las importaciones, especialmente de China y Europa, lo que fortalecería al dólar pero también añadiría presión inflacionaria. “Esto complicaría los esfuerzos de la Reserva Federal para reducir los tipos de interés, pudiendo incluso verse obligada a subirlos si la inflación aumenta”, advierte. En su opinión, Trump planea reducir la inflación bajando los precios de la energía, impulsando la producción de petróleo y gas. “Sin embargo, si los precios caen demasiado, podría afectar la inversión en el sector”, añade.
“Trump podría centrarse en aquellos países con los que Estados Unidos tiene un mayor déficit de bienes; es probable que utilice la disminución del déficit con China como prueba de que los aranceles funcionan. Cabe resaltar que los presidentes tienen una discrecionalidad significativa sobre los aranceles”, añaden en Creand AM.
Para Catalá, el aumento de aranceles y trabas hacia importaciones chinas (algo que podría venir de cualquiera de los dos partidos), pueden tener también dos efectos: por un lado dejar de importar deflación desde el gigante asiático, y por otro frenar la posible reactivación de la economía China, que habría comenzado con las medidas implementadas por el PBOC.
Sobre la imposición de aranceles a la importación de productos procedentes de terceros países -“piedra angular” de su política económica-, el director de estrategia de la firma de asesoramiento financiero independiente Nextep Finance, Víctor Alvargonzález, considera que la estrategia será, según ha dicho Trump durante la campaña electoral, «emplear el dinero de los aranceles para compensar el impacto “negativo” sobre el deuda y el déficit de las bajadas de impuestos que tiene previsto acometer si vuelve a la Casa Blanca». Trump ha sido muy claro, recuerda: quien quiera vender en Estados Unidos sin aranceles tiene que fabricar en Estados Unidos, recuerda Alvargonzález quien, además, advierte de que, en el actual contexto económico y geopolítico, Europa tendrá “una mayor capacidad de negociación” con Washington que otros países como China y las economías emergentes que venden en el territorio estadounidense, pero producen fuera “a costes más bajos”. También su candidato a vicepresidente, J.D. Vance, lleva tiempo insistiendo en la necesidad de “volver a industrializar Norteamérica».
El asesor, que cree que aumentan las probabilidades de que una victoria republicana, defiende, como consecuencia de esta política arancelaria, una importante rotación en los mercados: «No consideramos que una victoria de Trump tenga porque ser mala para las bolsas, más bien al contrario”, asevera y añade que, en todo caso, lo que podría producirse una “importante rotación” sectorial y geográfica, además de cambios en las cotizaciones del mercado de divisas.
Consecuencias en los mercados
¿Y cuáles serían las consecuencias en los mercados de deuda? Para Tressis, con un déficit fiscal en el 6,5%, los niveles de deuda seguirán aumentando, lo que podría llevar a un aumento de la rentabilidad exigida a las emisiones de mayor plazo.
“En el mercado de bonos de EE. UU., la tónica de las últimas semanas ha sido la de volatilidad según nos vamos acercando al 5 de noviembre, con una de las mayores caídas en precios de bonos en seis meses. Esta situación cobra aún más relevancia al acercarse un período clave en el que se espera que varios eventos puedan definir la tendencia del mercado”, explica González. “La caída en los precios de los bonos del Tesoro refleja la solidez de la economía estadounidense, lo que ha generado dudas sobre cuán agresiva será la Fed en los próximos recortes de tasas. En los últimos días, tanto la Fed de Atlanta como múltiples organismos han revisado al alza las previsiones de la principal economía del mundo. Las elecciones han añadido un factor de incertidumbre, y algunos analistas consideran que una posible victoria de Donald Trump podría hacer subir la rentabilidad de los bonos si sus políticas fiscales generan presiones inflacionarias”, añade.
En renta variable, la situación podría ser más clara: “Si analizamos el histórico, los mercados bursátiles se han recuperado después de las elecciones, independientemente del ganador. A medida que nos acercamos al día de las elecciones, el mercado de renta variable tiende a recuperarse en los días inmediatamente anteriores a las elecciones, repuntando sobre un 2%. Después de las elecciones, los mercados han seguido subiendo históricamente, registrando un ~5% después de un viraje republicano”, dicen en Creand AM.
Sin embargo, y aunque luego remonte, Tressis vaticina unas jornadas de caídas a la espera de conocer el resultado definitivo de las elecciones, que no tendría por qué conocerse hasta cuatro o cinco días después de la celebración de las mismas. “Desde el punto de vista del comportamiento sectorial, podemos pensar en un mejor desempeño de las utilities y el sector sanitario en caso de la elección de Harris, mientras que la energía, la banca y la tecnología se podrían beneficiar de la desregulación abanderada por Trump. No tenemos tan claro que los inversores en renovables prefieran a uno u otro candidato. Mientras que el sector industrial y los de consumo deberían hacerlo bien en cualquiera de los escenarios”, explica González.
Catalá, por su parte, prevé «algo de volatilidad en los mercados en las jornadas previas a las elecciones americanas, como suele ser habitual. Dicha volatilidad podría extenderse a varios días después de los comicios en el caso de que los resultados quedasen muy ajustados, y fuera decisivo (como en años anteriores), el recuento del voto por correo», asegura. En su opinión, será clave cómo se reparta finalmente tanto la cámara de representantes como el senado pues, de no conseguir mayoría en ambas, muchas de las leyes que se propongan podrían no llegara ejecutarse. «Por ejemplo, ahora mismo las probabilidades de que Kamala Harris consiga la victoria en ambas cámaras es muy baja, por tanto queda descartada de momento la posibilidad de subidas de impuesto de sociedades o sobre plusvalías, algo que estaba añadiendo incertidumbre al mercado. También podríamos ver cierto impacto en el sector energías renovables si ganan los republicanos aunque, para eliminar ciertas leyes existentes, nuevamente necesitarían mayorías amplias”, indica.
«El desenlace electoral en EEUU resulta imprevisible y las encuestas no apuntan a una victoria clara de ningún candidato, si bien durante el último mes, el mercado ha ido poniendo en precio la posibilidad de que gane Trump con una apreciación del dólar, un aumento de las expectativas de inflación y un repunte de las rentabilidades de los bonos soberanos», explica Carlos del Campo, del equipo de inversiones de Diaphanum. En su opinión, ambos candidatos supondrían un deterioro de la sostenibilidad fiscal y un enfrentamiento comercial con China, aunque gane quien gane, no anticipan un efecto significativo en el ciclo económico. «Históricamente, la volatilidad tiende a subir a medida que se acerca la cita electoral, pero en el medio y largo plazo, la evolución de las bolsas debería tener más relación con la evolución de los beneficios empresariales donde se esperan avances de doble dígito en 2025, mientras que en renta fija lo que más debería pesar es el ritmo de recortes de tipos de la Fed».
Los expertos están de acuerdo en que podemos esperar volatilidad estos días: “Veo que a corto plazo imprimirá volatilidad en los mercados, pero como se dice siempre, la importancia en la inversión está en el largo plazo. Dicho esto según las últimas encuestas parece que dan una victoria a Trump y cabe preguntarse si esta victoria está descontada ya por los mercados”, añade Araceli de Frutos Casado, fundadora de la EAFN homónima. La experta comenta cómo en los últimos días se ha producido del lado de la renta fija, que es tradicionalmente el mercado que más anticipa los movimientos, un repunte de las rentabilidades del 10 años americano, descontando una victoria de Trump: “Si Trump ganase lo que se pone en precio es una combinación de bajada de impuestos con aumento de los aranceles, política proteccionista, que haría subir los precios y con ello más complicado para la Fed el continuar con su política laxa, de bajada de tipos, con lo que ha hecho que el movimiento correctivo que vimos con la actuación de la Fed se revierta y se ha vuelto de niveles de julio de este año: de 3,66% ha pasado de nuevo a 4,20%”, explica. Sobre el papel los sectores de bolsa a los que beneficiaría una victoria de Trump destaca las energías fósiles, el financiero, el de defensa y, en negativo, renovables o sanidad. Y sería “justo al contrario, como si fuera un espejo, si ganara Harris”, añade.
Con todo, cree que poco cambiará en algunos frentes: “Si se tiene un congreso dividido, las políticas que propugnan serían más complicadas de implantar. A ambos lo que les importa es la primacía de Estados Unidos en el terreno económico y de influencia mundial compitiendo con China: tanto si gana uno como otro nada cambiará”, asegura.
La incertidumbre ha impulsado la volatilidad y el precio del oro, señala otro asesor: “En muchas ocasiones hablar de elecciones es una lotería, simplemente porque los encuestados, cuando se les preguntan, igual no dicen la verdad sobre sus intenciones de voto, y éstas siempre generan desasosiego entre los posibles afectados. Que la potencia número 1 del mundo esté en elecciones genera volatilidad e incertidumbre, como hemos podido ver en los bonos del Tesoro de Estados Unidos. El ratio MOVE ha alcanzado un valor por encima de 100, muestra de las preocupaciones por las posibles fluctuaciones fuertes en las tasas de interés o riesgos macroeconómicos. Y los rendimientos de los bonos americanos se han incrementado”, recuerda José Manuel Marín de Fortuna SFP. Y señala al oro, que sigue su camino triunfal hasta los 3.000 dólares/onza, rompiendo la resistencia de los 2.750, haciendo oídos sordos de que aquellos que dicen que está caro: “Al igual que a la renta variable la empujan la actividad, el empleo, los resultados empresariales y la bajas de tipos, al oro lo elevan, la guerras, las tensiones geopolíticas, la baja de tipos y el endeudamiento de la Casa Blanca”, añade.
Y hace otro apunte sobre la sobrevaloración del sector tecnológico, sobre todo si gana Trump: “Haciendo memoria de las últimas declaraciones estivales de Trump sobre el robo de tecnología por parte de Taiwán así como el pago por su protección frente a Chi,; y sabiendo que éste lidera en cinco de los siete estados clave, igual es el detalle definitivo que necesita algún inversor para salir de la sobre valorada temática”.
Impacto en España
Algunos analistas también hablan de cierto impacto en el mercado español, sobre todo en los bancos. Juan José del Valle, responsable de análisis de Activotrade SV -bróker español independiente, que operaba como agencia de valores desde 2010 hasta obtener el visto bueno de la CNMV en febrero 2024 para transformarse en sociedad de valores- cree que la victoria de Trump podría beneficiar a Santander frente a BBVA: “Un aspecto técnico particular que nos ha llamado la atención de los bancos más grandes (BBVA y SAN) es que la entidad de Botín ha adelantado y lo ha hecho mucho mejor desde principios de mes frente a su rival y más directo competidor en nuestro país. Lo podemos entender como un posible descuento que esté haciendo el mercado de que Trump gane las próximas elecciones de EE.UU., lo cual probablemente favorecería más a Santander que a BBVA, por las inversiones tanto en EE.UU. como en México de cada una de las entidades respectivamente”, explica.