2018 es el año del gran cambio para los bancos centrales. Mientras la Fed estadounidense gestiona el ritmo de las subidas de tipos de interés, en Europa el BCE hace lo propio con la retirada gradual de estímulos monetarios. La sincronización, aunque a diferentes ritmos, abre la puerta a un nuevo período que los mercados tendrán que calibrar. Por eso, en opinión de Marie-Anne Allier, directora adjunta de Amundi Alpha Fixed Income, “los mercados pondrán a prueba a los bancos centrales para saber hasta dónde pueden llegar. Esto podría crear mucha volatilidad o una reacción exagerada de caída de rentabilidad”.
De hecho, Allier explica en una entrevista con Futuro a Fondo, que han reducido el riesgo en su cartera de renta fija tanto en crédito como en bonos soberanos periféricos porque “nos encontramos en un momento en el que las señales pueden variar y no está tan claro lo que los bancos centrales harán o lo que harán los políticos”. “Este año puede ser más fácil para el inversor debido al entorno económico, pero como gestora de renta fija no estoy segura de que lo sea…al menos no tanto como entre 2012 y 2014 cuando era fácil obtener retorno”.
En opinión de Cossimo Marasciulo, director adjunto de renta fija europea en Amundi, la evolución de los tipos de interés será importante porque los bancos centrales, especialmente el BCE, no quiere asustar al mercado, quiere estar seguro de lo que hace porque el precio de ser demasiado rápido en las subidas de tipos de interés es más alto que el precio de hacerlo demasiado tarde. “Si lo hace muy rápido y empezamos a ver signos de desaceleración económica, ¿qué puede hacer? ¿poner otro QE en marcha? Sabemos que esa no es la herramienta perfecta para los bancos centrales”, afirma.
Además de la reducción del riesgo en sus carteras, otra estrategia para este entorno es la de aumentar la liquidez. “Si tenemos más volatilidad significa que tendremos que hacer la cartera más flexible y, por lo tanto, necesitamos liquidez para poder ponernos cortos o largos o utilizando instrumentos como futuros, CDs o SWAPs que son muy útiles en este período porque nos dan la capacidad de cambiar de opinión y aprovechar los mercados volátiles”, explica Allier.
En palabras de Marasciulo, “tras un largo período en el cual podías cerrar los ojos y ganar dinero, ahora estamos en un período en el que debemos invertir en el activo adecuado, el país correcto e identificar el momento adecuado para hacerlo…hay que ser mucho más selectivo y quizás las oportunidades no están en el largo plazo sino en el corto plazo”.
Sobre el sector financiero, Allier cree que es mucho más fuerte que en 2007 y 2008 y “la mayor regulación y capitalización hace que sea más resiliente que entonces”. “Estamos bastante seguros de que si el crecimiento mejora, si las tasas de interés suben un poco empinando la curva de tipos de interés, la actividad bancaria irá bien.