Si a principios de 2016 los gestores huían de los mercados emergentes y de las materias primas, hoy ambas apuestas vuelven a introducirse en sus carteras. Incluso, a pesar del entorno de tipos de interés bajos en el que estamos instalados, hay quien sigue confiando en los activos de renta fija para contener la volatilidad y diversificar. «Creemos que sigue teniendo sentido comprar bonos para diversificar», afirma Manuel Arroyo, director de inversiones de JP Morgan AM.
“Normalmente la correlación entre bonos y acciones es negativa y hay momentos en los que se dispara, pero sucede de forma puntual”, explica tras señalar dónde ven valor en deuda corporativa y gubernamental: «En emisiones high yield y mercados emergentes”. En este entorno, Arroyo destaca que “son las estrategias de retorno absoluto, donde “los gestores gozan de mucha flexibilidad y libertad para moverse” las más adecuadas.
El BCE se quedará sin papel que comprar
Es uno de los debates sobre la mesa. Para algunos parece claro que el “helicóptero del dinero” del BCE está próximo a su fin, sin embargo, desde JP Morgan descartan que el “tapering” sea una opción para la entidad. Más al contrario, “de cambiar en algo el programa, el BCE deberá aumentarlo o alargarlo puesto que la inflación está lejos todavía de su mandato del 2%”.
Ahora bien, como señala Arroyo, “cada vez queda menos papel en el mercado con tires admisibles”, es decir, superiores al -0,4%. En concreto JP Morgan lo cifra en 380.000 millones de euros, el 29% de los bonos en circulación por encima del tipo de depósito del BCE.
En renta variable europea, JP Morgan empieza a ver oportunidades en sectores cíclicos mientras que consideran “caros” los defensivos. En lo que sí se muestran convencidos es en que el caso Deustche Bank y el de la banca italiana son “aislados” que no representan ningún riesgo sistémico dentro del sector financiero europeo. «Los bancos son un activo que hay que empezar a mirar», asegura el experto.
EE.UU.: sin indicios de recesión
Hay expertos que ven claros indicios de que el ciclo económico estadounidense está próximo a finalizar. En el caso de JP Morgan, “ningún indicador avanza una recesión ya que los resultados empresariales, que suelen anticipar la marcha de la economía, sugieren uno o dos años más de crecimiento económico en EE.UU.”.
Sobre los resultados empresariales, Arroyo reconoce que hasta el momento “las expectativas han sido tan bajas que era fácil batirlas en los resultados que se han conocido”. De cara a 2017 pronostican un crecimiento medio global del 6%.
En este sentido, la firma se posiciona larga tanto en renta variable estadounidense como en emergente, en tanto que infrapondera Japón. En cuanto a los mercados emergentes, en opinión de Arroyo, han sido “la gran sorpresa de este trimestre y vemos como se invierte la tendencia y se vuelve a ver que entra dinero”.