La volatilidad ha vuelto a los mercados y, aunque puede sonar perturbador, para Manuel Arroyo, director de estrategia de JP Morgan AM, “es algo normal en el entorno económico”. Este experto se muestra totalmente optimista también respecto a la evolución de la economía estadounidense al afirmar que no esperan “una nueva recesión a corto plazo”. A su juicio, los fundamentales son sólidos y la reforma fiscal, aunque puede ser cuestionable su idoneidad en el contexto actual, ayudará también al crecimiento. “Lo que producen las recesiones son los desequilibrios acumulados durante los periodos de crecimiento, y pocos o ninguno vemos que se haya dado”, explica.
Durante el encuentro trimestral con medios de comunicación, Arroyo ha explicado que, «pese a que ha vuelto la volatilidad, vemos que los datos fundamentales siguen siendo buenos y favorables; por lo que estamos ante un crecimiento global sincronizado que está en forma y que continuará en entornos cercanos al 3%”.
Eso sí, la gran duda para este año es si ese crecimiento seguirá siendo sincronizado a lo que responde con un sí rotundo y lo argumenta apoyándose en datos como el PMI que, de acuerdo a las cifras que maneja la gestora, están en entornos del 50% en la mayoría de los países.
Lo único que sí llama la atención es la divergencia que hay entre las expectativas del mercado sobre la subida de tipos de la Fed, que resulta mucho menor en comparación con el mensaje que la institución está lanzando. “El mercado está descontando que los tipos subirán como mucho hasta el 2,5% y se mantendrán; lo cual contrasta con lo que la Fed dice. No es algo que nos preocupe en exceso pero sí
que estamos monitorizando. Pro nuestra parte, esperamos al menos tres subidas más para 2018 y próximas subidas en 2019”, aclara.
Respecto a Europa, Arroyo también defiende que continuará crecimiento y que España seguirá siendo uno de los países que más aporte a ese crecimiento. “Pese a que algunos datos no han sido tan positivos, el crecimiento es una realidad. Al igual que ocurre con la inflación, que continuará elevándose por dos motivos: por la sincronización global y por el ritmo de crecimiento del mercado laboral que acabará ejerciendo presiones sobre lo salarios”, explica. En este sentido, el único riesgo que contempla, tanto en Europa como en Estados Unidos, es que “haya un repunte excesivo en los salarios y eso pueda provocar volatilidad en el mercado”.
Por último, Arroyo ha querido destacar el “crecimiento dulce” que viven los mercados emergentes y que completan ese crecimiento sincronizado global. Según ha citado, el control de la inflación, un dólar débil, la subida de las materias primas, las reformas y el crecimiento global han incentivado también su propio crecimiento.
Asignación de activos
Ante este escenario, Arroyo prevé que los resultados empresariales aumente, en torno a un 8% o 10% tanto en Europa como en Estados Unidos; lo que sigue convirtiendo a la renta variable en un activo atractivo. Por eso recomienda seguir apostando por la renta variable, manteniéndose más largos en Europa que en Estados Unidos. “En EE.UU mantenemos un sesgo hacia empresas de pequeña y mediana capitalización que estén expuestas al consumo local”.
Por último, en renta fija reconoce que les sigue gustando el high yield. “Seguimos viendo oportunidades en el high yield y creemos que el resigo está compensado. Puede que no logremos dobles dígitos de rentabilidad, pero sí cobrando un cupón interesante. También nos gusta la deuda de mercados emergentes en divisa local, porque aún hay valoraciones atractivas”, concluye.