En un escenario de crecimiento económico por debajo de la tendencia, a juicio de Manuel Arroyo, estratega jefe de JP Morgan AM, la cautela se impone para los próximos meses. «El dato positivo está en el mercado laboral y va a ser clave la política fiscal y monetaria, afirmó durante un desayuno con periodistas que se celebró el pasado 26 de abril.
En este contexto, Arroyo cree que los bancos centrales van a conseguir extender el ciclo económico. «El mercado interpreta que el siguiente movimiento va a ser una bajada de tipos de interés, pero creemos que será una subida, aunque para ello debe seguir la creación de empleo y el repunte de la inflación siga repuntando», puntualiza.
El repunte de la inflación sería, de hecho, una buena noticia para el mercado de renta fija, ya que restaría mucha presión sobre la deuda corporativa, el segmento que más ha crecido en los últimos años. «Casi el 60% de la deuda que se ha emitido en los últimos años la han emitido las empresas y esto es un factor de riesgo para los índices de Investment Grade (IG)».
La clave está, explica Arroyo, en que el peso de empresas con una calificación triple B es cada vez mayor. «Más del 50% de las emisiones de los índices IG están en el escalón más bajo de calificación». Al experto le preocupa, además, especialmente que las garantías asociadas a los leverange loans, préstamos apalancados a empresas con elevada deuda o baja calificación crediticia, se han ido deteriorando».
Al deterioro de la calidad de la deuda corporativa se úne el muro de deuda que se aproxima en los próximos años. «Desde 2019 y hasta 2022 más de 8 billones de deuda van a llegar a vencimiento y van a tener que refinanciarse», advierte Arroyo.
La curva de tipos de EE.UU. no es preocupante
Uno de los indicadores que más están vigilando los expertos para anticipar una recesión es la curva de tipos de EE.UU. «Siete de las últimas ocho veces en las que se ha invertido la curva de tipos de interés se ha producido una recesión, pero no es inminente, hay un desfase de hasta 2 años», afirma Arroyo que, además, destaca que se ha invertido la curva de tipos de 3 meses a 10 años, pero no en el tramos de 2 a 10 años.