Los bonos ligados a la inflación de mercados emergentes han experimentado un crecimiento significativo durante las últimas décadas; su capitalización actual se sitúa por encima de los 500.000 millones de dólares. Las emisiones están creciendo rápidamente, sobre todo en Asia.
Hong Kong comenzó una emisión ligada a la inflación en 2011, mientras que Tailandia e India lanzaron sus primeros ILB (Inflation Linked Bonds) en 2012. Sin embargo, En Latinoamérica este tipo de tipo de emisiones comenzaron a finales de los 60, siendo Brasil el mayor emisor, con más del 50% de la capitalización de los mercados emergentes, con un volumen superior a los 275 millones de dólares.
Según el equipo de Research de AXA Investment Management, para los inversores de países desarrollados, representan una alternativa de inversión muy válida en la búsqueda de mejores rendimientos, siendo además una buena manera de recibir una mayor inflación que la de su propio país.
Más aún cuando se espera que se materialice en los próximos años la normalización generalizada de los tipos de interés y sea difícil que se repitan las elevadas rentabilidades del pasado.
Por el lado del emisor, el mayor argumento para los gobiernos a la hora de pedir prestado a través de ILB, es porque reduce los costes de financiación disminuyendo la prima de riesgo pagada en la deuda.
Al mismo tiempo, la emisión de deuda ligada a la inflación puede ayudar a aumentar la credibilidad de un país que quiere seguir con la estabilidad de precios. Si los mercados interpretan la emisión de ILB como un fuerte compromiso «contra la inflación», esto podría permitir al país refinanciar su deuda total con un menor coste de endeudamiento gracias a una menor prima de riesgo de inflación.
Para el comprador, estos bonos están destinados principalmente a aquellos inversores que desean preservar el poder adquisitivo de sus carteras y por lo tanto están vinculados a las tendencias del IPC. A diferencia de los bonos tradicionales, la deuda ligada a la inflación emergente se emite en moneda local.
Pero, ¿por qué los ILBs emergentes son diferentes? ¿Qué beneficio adicional aportan?
Para responder a estas y otras preguntas lea el documento adjunto.