Al igual que en las elecciones holandesas celebradas a principios de esta primavera, las francesas han recuperado algo de la maltrecha reputación de las encuestas, que tan estrepitosamente fallaron en el caso del Brexit y de Trump.
Macron, el candidato centrista y pro europeo, llegó al fin de semana con una ventaja de 20 puntos porcentuales frente a Le Pen, y los resultados corroboraron el acierto de los sondeos. El nuevo presidente francés llega al Elíseo con un porcentaje de voto superior al 66% frente al 34% de la candidata del Frente Nacional.
Para los expertos de MFS, lo que es particularmente notable en esta elección, es el hecho de que ni Le Pen ni Macron tenían el respaldo de uno de los partidos políticos franceses clásicos, de centroizquierda o de centro derecha. Dada la tasa de desempleo de Francia del 10%, que es más del doble que la de Alemania o el Reino Unido, se cree que Macron promoverá una agenda de reformas algo populista. Sin embargo, podría enfrentarse enormes dificultades en el Parlamento, lo que podría provocar cambios en sus políticas.
«Es probable que los inversores se cuiden de sacar conclusiones firmes en estos primeros días tras la victoria de Macron, sobre todo porque las elecciones legislativas son el 11 y 18 de junio y el control de la cámara para su partido parece poco probable», explica la gestora.
Esos días se elegirán 577 escaños. El partido En Marche! está en el proceso de reclutar candidatos para presentarse en cada circunscripción. Macron se ha comprometido a presentar una lista de candidatos en la que la mitad sean mujeres, y habrá muchos que no tengan experiencia política. Sin embargo, Macron ha dicho que tiene intención de atraer a la otra mitad de los partidos políticos ya existentes.
Le Pen jugará el papel de oposición
Mientras tanto, recuerda MFS, se espera que el Frente Nacional de Le Pen amplíe drásticamente su representación en la Asamblea Nacional de dos escaños a 50, incluso pese a la derrota en la segunda vuelta. «Es probable que el Frente Nacional sea el partido de oposición efectivo, aunque no esté numéricamente facultado para serlo», estima la firma.
Si los republicanos, el partido de centro-derecha de toda la vida, obtuvieran una mayoría parlamentaria, como predicen algunos observadores, suya será la facultad de nombrar al primer ministro y al gabinete y establecer la agenda legislativa. Ese estado se conoce como una cohabitación, un presidente de un partido y un parlamento controlado por otro. Sin una mayoría, «Macron podría ver reducida su figura de líder casi desde el comienzo de su mandato, al menos en lo que respecta a la política interna. No obstante, el presidente conserva amplia autoridad sobre asuntos extranjeros y militares», dice el análisis de MFS.
«Un resultado probable, a nuestro juicio, es que Macron se esforzará por introducir reformas laborales muy necesarias, dejando a Francia atrapada en una economía de desempleo relativamente alta y de crecimiento bajo, lo que preservaría el status quo. Se espera que el impacto en el mercado sea mínimo esta semana, ya que la victoria de Macron estaba casi totalmente descontada por los mercados», concluye.