Desde Robeco se ha analizado la relación entre riesgo y retorno en los mercados emergentes. Contrario a lo que dicta la teoría (CAPM), la gestora concluye que esta relación es nula o incluso negativa. Resultados similares se han hallado en los mercados desarrollados como el de Estados Unidos.
Los datos son todavía más determinantes si en lugar de beta se emplea la volatilidad para medir el riesgo. Por ejemplo, para una cartera con ajuste mensual (periodo 1989-2010), la volatilidad genera un alfa del -4,4%, manteniéndose esta diferencia considerando efectos como la capitalización, el momentum o el estilo. Ajustando por diferencias de la beta de cada mercado, el alfa puede llegar al -8,8%.
Robeco cuenta con la estrategia Emerging Conservative Equities lanzada en febrero de 2011 que ha funcionado batiendo tanto al índice MSCI EM como a ETFs que siguen estrategias de mínima volatilidad.
Emergentes: más evidente a largo plazo
- En los mercados emergentes, tanto en su conjunto como individualmente por países, y tomando en cuenta los de mayor capitalización para evitar problemas de liquidez, el efecto volatilidad es similar, tanto a corto como a largo plazo, tomando aún más relevancia según va aumentado el periodo estudiado.
- Una explicación la da la hipótesis conocida como ‘el límite del arbitraje’: dadas las restricciones impuestas en muchos gestores que tienen como referencia un índice como el MSCI EM, éstos mantienen posiciones con valoraciones poco adecuadas para evitar grandes desviaciones frente al benchmark , creando así ineficiencias que mantienen precios fuera de equilibrio por largos periodos de tiempo.
Una ventaja más: baja correlación
- El efecto ‘low vol’ mantiene una baja correlación entre mercados emergentes y desarrollados: un 0,26 con EEUU, un 0,19 con Europa y un 0,24 con Japón. Se pueden por tanto lograr una alta diversificación a través de estrategias ‘low vol’ en mercados emergentes.