Las subidas de tipos acometidas por los bancos centrales a lo largo de los últimos dos años, asociadas al repunte de la inflación, introdujeron una mayor competencia de los activos sin riesgo y una mayor incertidumbre a la hora de realizar proyecciones financieras, contribuyendo a la dificultad para levantar capital en los mercados privados. A lo largo de este 2024 se ha generado una expectación acerca del inicio de la política de bajadas de tipos por parte de las autoridades monetarias, que podría comenzar en junio, siempre y cuando se considere que la inflación está realmente controlada, aunque todavía no llegue al nivel del 2%.
Diaphanum SV ha elaborado un documento en el que dibuja cuáles son los tres escenarios más plausibles para los mercados en los próximos meses: 1) bajada de tipos ante una inflación controlada y crecimiento débil, 2) un aplazamiento de la bajada de tipos ante una inflación todavía elevada, 3) una visión muy optimista, gracias a la combinación de una inflación controlada con un crecimiento económico robusto; y cuál sería la apuesta estratégica de la entidad para cada escenario, con un planteamiento de reducción o aumento del riesgo en las carteras de inversión.
Escenario central: inflación controlada y un crecimiento débil, pero con indicadores óptimos
El escenario central que manejan desde Diaphanum, y que cuenta con un cierto consenso entre los analistas, dibuja una bajada sostenida de la inflación de los últimos meses, que aunque por encima del objetivo de los bancos centrales, se mantendrá controlada en los próximos meses. Este escenario abre la puerta a que las autoridades comiencen con su progresiva bajada de tipos a partir de junio, en un escenario donde el crecimiento puede ser débil, aunque sin el peligro de entrar en recesión, pero donde otros indicadores se mantendrán robustos, como el caso del desempleo en niveles mínimos o una confianza del consumidor y empresarios creciente, en el caso del continente europeo.
Ante este escenario, Diaphanum se muestra neutral en renta variable, otorgando un mayor peso en EE.UU. frente a Europa, y una apuesta por emergentes y por valores tecnológicos en constante crecimiento. También apuestan por las socimis, castigadas hasta ahora por las bajas valoraciones, y el sector salud, con una robusta demanda por el envejecimiento de la población y las oportunidades que existen en el ámbito de la biotecnología.
Por otro lado, en cuanto a tesorería, la entidad mantendría en este escenario unas posiciones relativamente altas en carteras más conservadoras y algo menos en las más agresivas, mientras que continuaría con el dólar prácticamente cubierto, salvo emergentes y oro, en todos los perfiles. Con respecto a la renta fija, la entidad apuesta por bonos gubernamentales, con duraciones intermedias entre 2 y 3,6 años, y por renta fija privada en grado de inversión.
Escenario negativo: los bancos centrales optan por no bajar los tipos ante una inflación todavía no controlada
Los últimos episodios de dudas que se generaron en octubre del pasado año y en abril de 2024, ante un riesgo en el repunte de la inflación, con el consiguiente debate sobre la idoneidad de comenzar con la bajada de tipos, provocaron un aumento de la rentabilidad de los bonos americanos a 10 años, hasta cerca del 5%, y del alemán sobre el entorno del 3%, así como una corrección de las bolsas y un fortalecimiento del dólar frente al euro.
Un escenario en el que los bancos centrales consideren que la inflación no se termina de acercar a los niveles de control podría empujarles a aplazar el inicio de las bajadas de tipos, tanto con alto como con bajo nivel de crecimiento económico, lo que requeriría una apuesta por reducir el riesgo en las carteras.
En este escenario, Diaphanum apuesta por el aumento del peso de la tesorería, muy probablemente con un rendimiento que no iría más allá del 4%/4,25% ya que la facilidad del depósito del BCE se mantendría en el 4%. En este contexto, las rentabilidades de los bonos a corto plazo se tensionarían, por la influencia de los tipos de los bancos centrales, mientras que las rentabilidades de los bonos a largo plazo también lo harían por las mayores expectativas de inflación.
La entidad también reduciría el peso de los activos de riesgo: bonos corporativos y renta variable. Con un deterioro de las expectativas de crecimiento económico y de los resultados empresariales, los bonos corporativos incrementarían sus diferenciales, aunque Diaphanum descarta un colapso del mercado como sucedió en el año 2020 y las bolsas también retrocederían por la reducción de las previsiones de beneficios y mayor competencia de la renta fija.
Por último, la entidad abogaría en este caso por un incremento de los activos alternativos y de retorno absoluto y explica que el oro funciona como activo refugio de la inflación y aumenta con tipos de interés reales negativos, por lo que debería traducirse en un buen comportamiento.
Escenario optimista: una inflación controlada y un crecimiento robusto
Se trata del escenario menos plausible, puesto que Diaphanum considera que un fuerte crecimiento económico conllevaría un incremento de las expectativas de inflación en el contexto actual de desglobalización. No obstante, ante este hipotético escenario, las decisiones que plantearía la entidad estarían encaminadas a un aumento del riesgo en las carteras, con una disminución del peso de la tesorería, ya que existirían alternativas más rentables, y la reducción de la duración de los bonos -las rentabilidades a corto plazo se relajarían por la influencia de los tipos de los bancos centrales y las rentabilidades de los bonos a largo plazo se mantendrían o aumentarían por las expectativas de inflación-.
Por otro lado, la entidad apostaría por el descenso de la calidad crediticia de los bonos corporativos, con unos diferenciales muy bajos que se mantendrían. No obstante, disminuiría la calidad crediticia con la compra de más high yield, en busca de una rentabilidad mayor y un aumento del peso de la renta variable, ante el aumento de las expectativas de crecimiento de los resultados. Diaphanum disminuiría la apuesta por activos alternativos y de retorno absoluto, donde se produciría una menor aversión al riesgo.