El débil dato de creación de empleo de marzo en Estados Unidos es para muchos la prueba definitiva de que la economía americana está más débil de lo que parecía. Según el consenso de mercado, eso retrasará aún más las subidas de tipos por parte de la FED y contribuirá a mantener todavía por mucho tiempo los tipos de interés a largo plazo en niveles extraordinariamente reducidos desde una perspectiva histórica.
Álvaro Sanmartín, analista jefe y responsable del Alinea Global, explica en el último informe de MCH Investment Strategies, que el dato conocido en marzo contribuye a hacer aún más creíble el escenario que muchos parecen tener en mente y que justifica el actual escenario de tipos bajos.
Sin embargo, Sanmartín cree que buena parte de la desaceleración vista recientemente en la economía americana es posiblemente transitoria y tiene que ver con temperaturas anormalmente bajas durante los primeros meses del año y con los efectos negativos de las huelgas que hasta hace muy poco han afectado gravemente al tráfico comercial en los puertos de la costa oeste.
Por contra, algunas señales estarían apuntando ya a un repunte de la actividad en la última parte del mes de marzo. Estas mejorías, cree el analista jefe Alinea Global se harán más visibles a partir de abril. Y cita, entre otras cosas, la confianza de los consumidores y pymes, salarios y ventas de vehículos. También el tono cada vez más positivo del sector inmobiliario. “Hay buenos datos de permisos de construcción y de índice de ventas de viviendas pendientes y con signos de aceleración de precios”, explica el informe de MCH Investment Strategies.
Otro de los factores que van a contribuir a un despegue de la economía estadounidense son los datos de peticiones semanales de subsidio de desempleo, que auguran una nueva aceleración del empleo en los próximos meses.
También ayuda Europa
Por último, Sanmartín cita el contexto actual de la economía europea: “Está mejorando muy rápidamente, lo cual contribuirá a poner un suelo a la depreciación del euro y dará tranquilidad a la FED para poder iniciar su política de subida de tipos de interés sabiendo que ese proceso no tiene por qué significar una apreciación descontrolada del dólar respecto de la divisa comunitaria”, dice.
A todo esto se suma que el efecto de la caída del precio del crudo sobre la inflación es meramente transitorio y tenderá a disiparse a partir de julio.
Así las cosas, MCH Investment Strategies cree que las estrategias que buscan beneficiarse de subidas de tipos de interés a largo plazo son enormemente atractivas en el momento actual.
“Y es que, más importante que el cuándo podría subir los tipos la FED, es el cuánto podría llegar a subirlos a medio plazo. En nuestra opinión, vista la fortaleza previsible de la economía americana, hay pocas razones para pensar que los tipos de interés neutrales de la economía americana hayan podido caer de forma apreciable respecto de su media histórica. Cuando uno se da cuenta de esto, tiende a concluir que las rentabilidades a las que cotizan actualmente los bonos públicos a largo plazo en Estados Unidos son crecientemente absurdas y que, por tanto, posiciones cortas respecto de esos instrumentos tienen mucho sentido desde un punto de vista fundamental”, apunta.
“Más allá de las razones relacionadas con el escenario macro más previsible, hay un factor adicional que el mercado parece haber dejado de lado y que sin embargo la FED sí va a tener muy en cuenta: un entorno de tipos a largo plazo excesivamente bajos y mantenidos durante demasiado tiempo es la mejor receta para que se vuelva a generar el mismo tipo de burbujas que acabaron dando lugar a la crisis financiera internacional. En un escenario de mejora en el crecimiento americano y de progresiva reducción de la capacidad ociosa, el objetivo de preservar la estabilidad financiera irá adquiriendo importancia creciente para la FED”, concluye.