Actualmente el activo con menos riesgo en el segmento de renta fija emergente es la deuda denominada en dólares, pues aún hay retos en la deuda en divisa local, si bien poco a poco van surgiendo oportunidades en mercados como Brasil, Indonesia o Rusia. Joon Hyuk Heo, gestor del fondo Mirae Asset Global Emerging Opportunities Bond, muestra en esta entrevista con Funds Society su preferencia por la deuda corporativa frente a la pública, ya que en este último segmento hay más posibilidades de ver reestructuraciones –tras la experiencia de la deuda griega- y apuesta por adoptar un enfoque global en las carteras (si bien excluye Oriente Medio de su universo de inversión, al considerar que esa zona va a tener problemas de liquidez constantes en los próximos dos o tres años). También es cauto con LatAm, donde muchas empresas seguirán sufriendo ante la situación de las materias primas y su lenta recuperación.
Los mercados emergentes han estado infraponderados en las carteras desde hace ya algunos años, pero el interés está volviendo. ¿A qué tipo de activos regresarán primero los inversores, a la renta fija o a la variable?
Cuando hablamos de activos en mercados emergentes, los principales sectores que debemos contemplar son los siguientes: renta fija emergente en moneda local, renta fija emergente en dólares estadounidenses (deuda externa), y bolsa emergente, es decir, renta variable emergente en moneda local. Por eso, para comparar el atractivo de los activos emergentes, los inversores tienen que considerar los siguientes riesgos: riesgo de crédito en la deuda emergente denominada en dólares; riesgo de crédito y riesgo divisa en la deuda emergente en moneda local; riesgo de la renta variable y riesgo divisa en activos de bolsa emergente. Desde mi punto de vista, el activo con menos riesgo es la deuda emergente denominada en dólares, ya que esta área se ve afectada por la capacidad de servicio de la deuda externa. A partir de ahí podemos pensar en el riesgo divisa, porque la política monetaria se convierte en uno de los instrumentos más sencillos de utilizar cuando una economía está en peligro. Así que si lo que queremos es asumir algo de riesgo en mercados emergentes, el primer objetivo debería ser la renta fija emergente en dólares, después podríamos pensar en deuda emergente en moneda local y bolsa emergente en moneda local. Y la verdad es que entre estos dos últimos, prefiero la bolsa a la deuda, ya que el potencial de crecimiento será mucho más grande. Ahora bien, una vez se supere la recuperación inicial de los precios, podría convenir volver a deuda en moneda local, ya que, por el momento, no esperamos cambios significativos en el crecimiento de los mercados emergentes.
Cuando se habla de los mercados emergentes y la deuda, es imposible no mirar a la Reserva Federal. ¿Qué se puede esperar de la Fed? ¿Está todo descontado?
No todo está descontado todavía. Desde abril creemos que la actitud de la Fed ha pasado por varias fases. Desde un sesgo inicial basado en la «paciencia en la subida de tipos, hasta percibir una clara recuperación en los datos económicos» hasta una clara «disposición a aumentar los tipos mientras los datos económicos no se deterioren». No creemos que la recuperación de la economía de Estados Unidos sea lo suficientemente fuerte como para no preocuparse de ciertos riesgos bajistas. Pero este cambio de tendencia en la Reserva Federal va a levantar siempre preocupaciones sobre una posible subida de tipos en las próximas reuniones de la Fed. El impacto real sobre el flujo de dinero será limitado, pero teniendo en cuenta el volumen negociado reducido y la menor capacidad de creación de mercado de la mayoría de los intermediarios, una leve inquietud podría generar grandes fluctuaciones en el mercado en este momento. Así que ahora estamos algo más cautelosos.
También es inevitable no pensar en China, … ¿cuáles son los efectos de las políticas chinas en deuda emergente global?
Esperamos diversas noticias de China, en función del escenario que se plantee tras el 19º Congreso Nacional del Partido Comunista Chino, que tendrá lugar a finales de 2017. Esto creará cierta inestabilidad en la mayoría de los mercados emergentes durante los próximos trimestres. No obstante, creemos que es más relevante analizar los precios de las materias primas. Consideramos que las industriales ya han tocado fondo pero el problema que podríamos ver más adelante será la lenta recuperación de los precios. La mayoría de las empresas del metal y la minería en mercados emergentes están sufriendo enormes pérdidas y una lenta recuperación de los precios puede ser interpretado como una carga más para los países más dependientes de los ingresos de este tipo de negocios. En este sentido, creemos que Latinoamérica está más expuesto a dicho riesgo en este momento.
¿Cómo ve las valoraciones actuales? ¿Está la deuda emergente barata o cara?
Creemos que la deuda externa emergente está bien valorada. La deuda emergente en moneda local está más barata teniendo en cuenta los fundamentales, que han mejorado significativamente en la mayoría de los mercados emergentes. Sin embargo, estos países siguen siendo vulnerables a shocks externos. Es cierto que los aspectos positivos de esta clase de activos están creciendo, pero los riesgos no están completamente compensados, ya que la volatilidad puede seguir haciendo daño.
¿Cuál cree usted que es el mejor enfoque para invertir en deuda emergente?
No tenemos ninguna preferencia regional. No obstante, excluimos Oriente Medio de nuestro universo de inversión, ya que consideramos que esa zona va a tener problemas de liquidez constantes en los próximos dos o tres años. Considero que una cartera diversificada, aplicando ciertas exclusiones que limiten los riesgos es la mejor filosofía a la hora de invertir en mercados emergentes.
En América Latina… ¿cómo ve a Brasil, tras el proceso de destitución de Dilma Rousseff?
En Brasil, es probable que veamos ciertos descensos en los activos tras el juicio político, ya que se pone en duda la ejecución de las reformas y se abren muchas incertidumbres acerca de la disposición del gobierno interino. En todo caso, esa inestabilidad puede abrir buenas oportunidades para añadir activos brasileños a la cartera.
Por segmentos, hay más valor en deuda pública o deuda corporativa? ¿Dónde ve oportunidades?
Preferimos corporativa. En el sector público hay más posibilidades de reestructuración, debido a las últimas experiencias de los últimos años, por ejemplo, con la deuda griega.
Y para concluir, ¿deuda en moneda fuerte en moneda local?
Preferimos una moneda fuerte. Aun así estamos incrementando gradualmente nuestra exposición a deuda en moneda local. Nos gusta el real brasileño (BRL), la rupia indonesia (IDR), y el rublo ruso (RBL).