Brett Diment, director de Deuda Emergente y Deuda Soberana de Aberdeen, comenta el enfoque de la gestora al invertir en esta clase de activo, y comparte su visión para los mercados emergentes.
¿Espera que se produzca una crisis en los mercados emergentes?
En nuestra opinión los mercados emergentes se beneficiaron de las políticas de la Fed y de otros bancos centrales tras la crisis financiera de 2008.
Hoy creemos que los inversores están más preocupados por el riesgo de cada país individual que por una amenaza de una crisis emergente global.
La divergencia entre políticas monetarias de los diversos países es un ejemplo perfecto de estos riesgos. Mientras Brasil, Sudáfrica, India y Turquía han subido las tasas de interés, otros países como Chile, Hungría y Tailandia no lo han hecho y mantienen sus políticas de estímulo monetario. Creemos, por tanto, que estos riesgos idiosincráticos serán la cruciales este año.
¿Sería Europa más vulnerable a una crisis emergente que EE.UU.?
Fijándonos en los lazos comerciales, Europa tiene una participación mayor en la actividad de los mercados emergentes que EE.UU., ya que representan el destino con mayor crecimiento de las exportaciones de la eurozona. China es el principal destino ajeno a la eurozona de las exportaciones procedentes de Alemania, mientras la recuperación de algunos países periféricos depende en gran medida de su superávit comercial así que un parón en la demanda procedente de los emergentes podría golpear a la recuperación europea. Sin embargo, a medida que la recuperación en Europa se vaya afianzando más en la estabilización de la demanda interna, la exposición a mercados emergentes será cada vez menos crítica.
¿Cuál es su principal preocupación respecto a las perspectivas para los mercados emergentes?
El tapering de la Reserva Federal puede pesar sobre los mercados de deuda emergente este año aunque con las valoraciones actuales creemos que la mayor parte de este efecto ya está descontado por el mercado. En nuestra opinión, los riesgos individuales por países serán más importantes este año.
China es un foco de preocupación debido a su papel como mayor socio comercial del mundo. A medida que el gobierno chino vaya implementando sus reformas estructurales para reconducir la economía desde la inversión hacia el consumo, se irá reduciendo el perfil de riesgo a largo plazo del país, aunque a costa de un menor crecimiento. Es posible que los inversores en mercados emergentes no estén anticipando esta tendencia.
¿Prefiere invertir en deuda emergente denominada en moneda local o en divisas fuertes, como el dólar?
La reciente debilidad ha sido más aparente en países emergentes que dependen mucho de flujos de inversión que financien sus abultados déficits por cuenta corriente. La deuda emergente en divisas locales se ha comportado especialmente mal como resultado de la fluctuación de estas divisas y creemos que esta tendencia probablemente persista. Por tanto, los inversores pueden seguir asignando sus activos a deuda emergente denominada en divisas fuertes, reduciendo así su exposición a la debilidad de las monedas emergentes. Sin embargo, pensamos que en el momento en que se limpie el ruido, todas las áreas de la deuda emergente son atractivas a medio y largo plazo.
¿Existen áreas que evitaría en el entorno actual? ¿Por qué?
Actualmente estamos infraponderando aquellos países con déficits por cuenta corriente grandes, como Indonesia y Turquía, dado que creemos que el final del QE en el mundo desarrollado podría propiciar costes de financiación más altos para estos mercados emergentes.
¿Puede darnos un ejemplo de un sector que le guste y explicarnos por qué?
Somos positivos en deuda cuasi-soberana y emisores corporativos de Emiratos Árabes. Dubái se ha reinventado a sí mismo durante los últimos años tras el boom de la construcción. Ahora hay un foco renovado en sus fortalezas principales como son el turismo y el comercio, como demuestra el incremento en las tasas de ocupación hoteleras, el número de pasajeros por avión y el tráfico aéreo de carga.
¿Cuántos países analizan para este producto?
Analizamos más de 60 países y asistimos a más de 500 reuniones al año. También nos sentamos con compañías y bancos locales, economistas independientes, inversores locales y analistas políticos. Esto nos permite calibrar mejor los eventos en cada país.
¿Cuáles son sus ventajas competitivas más importantes?
Llevamos invirtiendo en los mercados de deuda emergente desde 1993. A lo largo de este periodo hemos desarrollado un equipo experimentado, estable y bien fundamentado con talentos complementarios en varias regiones emergentes y diversos tipos de activos. Creemos en el “pensamiento independiente”, llevando a cabo nuestro propio análisis fundamental bottom-up, muy centrado en indicadores adelantados del riesgo. Adicionalmente, somos una gestora de alta convicción, sin aversión a tomar importantes posiciones infraponderadas o fuera del índice. Por último, tenemos expertise tanto en renta variable como en renta fija emergente. Con más de 70 profesionales de la inversión en todo el mundo, tenemos un gran y experimentado equipo.