La semana ha comenzado con un nuevo récord en el precio del oro, que el lunes se situó por encima de los 2.450 dólares la onza, y de la plata, que llegó a los 32,5 dólares, su máximo desde 2012. ¿Qué está detrás de este alza? Según las firmas de inversión, la respuesta no la encontraremos solamente en la inestabilidad geopolítica y la demanda de ambos metales como activo refugio.
Esto ocurre mientras se están moderando las presiones inflacionistas y mejoran las perspectivas económicas. De hecho, llama la atención que la proporción de inversores que consideran el oro sobrevalorado está en máximos desde agosto de 2020. En opinión de Michaela Huber, estratega de activos cruzados de Vontobel, considera que la última subida del oro no puede explicarse únicamente por la geopolítica. “El metal amarillo persiguió un máximo tras otro a pesar del aumento de los rendimientos reales de EE.UU. y la fortaleza del dólar estadounidense, normalmente vientos en contra para el oro”, señala. Una visión que también comentan Ned Naylor-Leyland, gestor de inversiones, oro y plata de Jupiter AM, y Daniel March, director de inversiones, oro y plata de Jupiter AM: “El frenesí de compras de oro físico podría deberse a una confluencia de factores, como las inquietudes inflacionistas y el aumento de las tensiones geopolíticas en Oriente Medio”, explican Naylor-Leyland y March.
Según su visión de los expertos de Jupiter AM y de Huber, una explicación a menudo utilizada es la fuerte demanda de los bancos centrales en los mercados emergentes, en concreto China e India están añadiendo oro y plata a buen ritmo. Según Yves Bonzon, CIO del banco privado suizo Julius Baer, “los recientes flujos de compra no proceden de inversores occidentales, sino del Gobierno chino y de inversores minoristas”.
En su opinión, estos inversores están más preocupados por la preservación de su capital que por el rendimiento que puedan obtener del mismo. Por otra parte Bonzon, indica que “los flujos de inversión de los inversores del G7 no presentan signos de ruptura de la correlación con las variables que históricamente han sido relevantes para explicar las fluctuaciones del precio del oro. Quedan patentes en la ruptura de las correlaciones históricas sólidamente asentadas que existían entre el oro y el dólar y entre el oro y las tasas de interés reales en EE.UU.”.
India, ETFs y la plata
Respecto a la plata, Naylor-Leyland y March explican que, en marzo, la India importó un volumen récord de 70 millones de onzas de plata, aproximadamente. 2.200 toneladas, y más de la mitad de las importaciones fueron granos de plata. “La decisión de la India de importar granos de plata sugiere que esta probablemente tenga como destino la industria y, en este sentido, los planes anunciados recientemente para construir una gigafábrica de vehículos eléctricos son un posible destino para los flujos sin precedentes de plata en dirección al país”.
Y añaden: “Los menores aranceles a la importación a través de la Bolsa Internacional de Lingotes de la India (IIBX), que se creó en julio de 2022, probablemente ha contribuido al fuerte incremento de los flujos de plata; así, el volumen récord de febrero representa aproximadamente un 8% de la producción minera anual total con destino a un único país, una cifra insostenible. Al margen de los usos industriales, la India importó más de 30 millones de onzas de lingotes de plata en marzo desde Londres, lo que sugiere un giro hacia el más barato de los dos metales, en un momento en el que el ratio oro-plata sigue siendo elevado y ronda 90/1”. Sin embargo, matizan que a pesar de los flujos récord de plata en dirección a la India, “todavía no han aparecido los flujos de inversión más potentes de los compradores occidentales”.
Según indican, “los populares fondos cotizados (ETF) han registrado salidas de capitales constantes durante los últimos tres años, ya que los inversores han optado por dejar de lado los metales y apostar por sectores más en boga como la tecnología y la IA”.
Con todo, los expertos de Jupiter AM avisan de que durante las últimas semanas, “los populares ETF físicos han comenzado a registrar entradas, sobre todo en la plata, lo que sugiere que el sentimiento de los inversores podría estar a punto de dirigirse de nuevo hacia esta clase de activos”, afirman. Naylor-Leyland y March sostiene que “si volvieran los flujos de inversión sostenidos, entonces cabría esperar que continuara el movimiento al alza del precio del oro”.
Por último, Huber añade que también puede haber otra explicación, “menos escuchada”, que es que el mercado sabe algo que nosotros no sabemos. “¿A qué nos referimos? Si observamos el comportamiento reciente del oro y el bitcoin, no podemos evitar percibir que están unidos por la cintura, es decir, un movimiento del 1% en el oro equivale a un movimiento de aproximadamente el 5% en el Bitcoin. Esto es sorprendente, ya que ambos suelen considerarse competidores. Se podría argumentar que los mercados están cada vez más preocupados por la enorme cantidad de liquidez del sistema, y acuden en masa a almacenes de valor alternativos”, concluye.