El año está por concluir y todo indica que los bancos centrales más importantes del mundo tuvieron éxito en la lucha contra la inflación, que se desató entre los años 2021 y 2022 luego del fin de los confinamientos globales generados por la pandemia del COVID-19.
En este contexto, quizás sea tiempo analizar la situación actual y revisar el pasado para entender tanto lo que sucedió como lo que podrá pasar en el futuro.
El Fondo Monetario Internacional (FMI), liberó un análisis elaborado por los expertos Anil Ari, economista para Europa y Lev Ratnovski, economista con más de 15 años de experiencia en instituciones como el propio FMI, el Banco Central Europeo y el Banco de Inglaterra.
En análisis fue elaborado a partir del estudio de 100 shocks inflacionarios registrados en el planeta desde la década de 1970.
En el contexto actual, gracias al aumento más importante de las tasas de interés registrado en una generación, la inflación por fin ha comenzado a disminuir. La inflación general en Estados Unidos y en gran parte de Europa se ha reducido a la mitad, desde alrededor del 10 por ciento el año pasado a menos del 5 por ciento en la actualidad. Sin embargo, los expertos del FMI advierten que todavía es demasiado pronto para que las autoridades celebren la victoria sobre la inflación. Hay razones para ser cautelosos ante las lecciones de la historia.
Primera lección
La historia nos enseña que la inflación es persistente. Se necesitan años para “resolver” la inflación reduciéndola al nivel que prevalecía antes del shock inicial. En el análisis, el cuarenta por ciento de los países revisados no lograron resolver los shocks inflacionarios incluso después de cinco años. Al 60 por ciento restante le tomó un promedio de tres años devolver la inflación a los niveles previos al shock.
Segunda lección
Históricamente los países han celebrado la victoria sobre la inflación y han relajado sus políticas monetarias prematuramente en respuesta a una disminución inicial de las presiones sobre los precios. Esto fue un error porque la inflación pronto regresó. Dinamarca, Francia, Grecia y Estados Unidos se encontraban entre los casi 30 países analizados que flexibilizaron sus políticas prematuramente después del shock de los precios del petróleo de 1973. De hecho, casi todos los países (90 por ciento) que no lograron resolver la inflación vieron cómo el crecimiento de los precios se desaceleraba marcadamente en los primeros años después de un shock inicial, para luego acelerarse nuevamente o quedarse estancados a un ritmo más rápido.
Tercera lección
Las autoridades monetarias deben responder a la inflación persistente con coherencia y credibilidad. Una vez más, la historia ofrece algunas lecciones. Los países analizados que resolvieron exitosamente la inflación endurecieron más sus políticas macroeconómicas en respuesta al shock inflacionario y, fundamentalmente, mantuvieron una política monetaria estricta de manera consistente durante un período de varios años. Italia y Japón fueron ejemplo porque adoptaron políticas más estrictas y por más tiempo después del shock de los precios del petróleo de 1979. Por el contrario, los países que no resolvieron la inflación tuvieron posturas políticas más flexibles y tenían más probabilidades de cambiar entre ciclos de ajuste y relajación. La credibilidad y coherencia es esencial.
Cuarta lección
Las condiciones del mercado laboral requieren mucha atención. En muchos países, los salarios de los trabajadores han caído en términos reales ajustados a la inflación y es posible que deban aumentar nuevamente para alcanzar los precios más altos. Sin embargo, el crecimiento de los salarios podría alimentar la inflación. Históricamente, los países que resolvieron la inflación reportaron un crecimiento de los salarios nominales más bajo. Es importante destacar que esto no se tradujo en salarios reales más bajos ni en una pérdida de poder adquisitivo, porque el menor crecimiento de los salarios nominales estuvo acompañado de un menor crecimiento de los precios. Lo que esto implica para los responsables de las políticas es seguir centrados en los salarios reales, no en los salarios nominales.
Quinta lección
Los países que resolvieron exitosamente la inflación también tuvieron mejores resultados en el mantenimiento de la estabilidad externa. Era menos probable que las monedas de libre flotación se depreciaran marcadamente y era más probable que los tipos de cambio fijos sobrevivieran. Este no es un llamado a la intervención monetaria. Más bien, parece que el éxito de los países en la lucha contra la inflación (a través de una política monetaria más restrictiva y una mayor credibilidad política) fue decisivo para apuntalar los tipos de cambio.
Sexta lección
Históricamente, los países que resolvieron la inflación tuvieron un menor crecimiento económico en el corto plazo que aquellos que no lo hicieron. Pero esta relación se revirtió en el mediano y largo plazo. Cinco años después del shock inflacionario, los países que resolvieron la inflación tuvieron un mayor crecimiento y un menor desempleo que las economías que permitieron que la inflación persistiera.
Más lecciones
Además de lo anterior, los especialistas del FMI advierten que la coordinación entre banqueros centrales y gobiernos en los diferentes países es vital para el éxito en el combate a la inflación.
«Los banqueros centrales están en la primera línea de la lucha contra la inflación y deberían prestar la mayor atención a estas lecciones. Pero los gobiernos no deben dificultar la tarea de las autoridades monetarias aumentando las presiones sobre los precios con una política fiscal laxa», dice el informe.
«El pasado nunca es una guía perfecta para el presente, porque no hay dos crisis exactamente iguales. De todos modos, la historia ofrece lecciones claras a los responsables políticos de hoy. La lucha contra la inflación es una maratón, no una carrera corta. Si la historia sirve de guía, la reciente caída de la inflación podría ser transitoria y por lo tanto los formuladores de políticas harían bien en no celebrar demasiado pronto», concluyen Ari y Ratnovski.