Los datos económicos y de beneficios empresariales han sido este verano un factor de apoyo para los mercados globales. Las cifras macroeconómicas se han movido al alza, habiéndose registrado datos positivos sorpresa en unos mercados desarrollados que, en el presente mes, han alcanzado su nivel más alto en dos años y medio. En el segundo trimestre, los beneficios empresariales en EE.UU. y Europa también fueron mejores de lo esperado.
Para los expertos de NN Investment Partners, las dinámicas políticas y de las políticas instrumentadas también están mejorando, pero es que los engranajes fiscales también están comenzando a girar.
“En el frente político, hay rayos de esperanza para la formación de un Gobierno español, algunos signos de estabilidad política en Reino Unido con el nuevo Gobierno y un descenso en las cifras de las encuestas a favor del candidato a la presidencia de EE.UU., Donald Trump. Todos estos factores pueden haber ayudado a reducir las primas de riesgo político”, explica la firma en su último análisis semanal.
Respaldo a los activos de riesgo
Al parecer, dice NN IP, el soleado clima veraniego ha comenzado a atraer de nuevo al mercado a los inversores cautos con abundante efectivo. Se trata de inversores que tienen que sacudirse de encima no sólo sus miedos relacionados con el Brexit, sino también sus recuerdos de las perturbaciones causadas por la volatilidad registradas casi todos los veranos del pasado decenio.
“En vista de que la confianza de los inversores se ha situado en terreno positivo por primera vez este año y de que los niveles de efectivo de los inversores han marcado en junio su nivel más alto en 15 años, según la encuesta de Bank of America/Merrill Lynch a gestores de fondos, están empezando a darse las condiciones adecuadas para volver a poner parte de ese dinero a trabajar en el mercado”, estima NN IP.
La gestora cree que, en vista de este contexto, parece probable que los flujos de inversión impulsados por las anteriores consideraciones vayan a seguir siendo un factor de apoyo para las clases de activos de riesgo, como la renta variable, el sector inmobiliario y la renta fija privada, “al menos hasta que se alcancen técnicamente niveles de sobrevaloración por exceso de compras o bien se produzcan nuevas conmociones macroeconómicas o políticas”, afirma.
Pero con ninguna de estas dos posibilidades actualmente a la vista, “mantenemos nuestra postura de propensión al riesgo con una inclinación hacia las citadas clases de activos”, apunta.
El comportamiento de los inversores, principal impulsor de los mercados de renta variable
Aun así, NN IP se plantea si el excelente comportamiento del mercado bursátil este verano podría estar haciendo que los inversores sean demasiado complacientes con los riesgos planteados por factores tales como las incertidumbres geopolíticas y la volatilidad del mercado del petróleo. “También ilustra que no sólo los fundamentales están impulsando los mercados. Las dinámicas de conducta también son importantes. En las semanas previas al referéndum del Reino Unido, los inversores eran demasiado pesimistas acerca de las posibles consecuencias de un voto a favor de «salir»; semanas más tarde, parece que se han puesto sus gafas de color de rosa y creen que no hay mucho de qué preocuparse”, explica.
Recelosos sobre las posibles consecuencias negativas de un voto a favor del Brexit, muchos inversores se adentraron en el período de referéndum con bajos niveles de riesgo en sus carteras, como ponían de manifiesto los altos niveles de efectivo en la encuesta de Bank of America/Merrill Lynch a gestores de fondos. Además, la renta variable registró una infraponderación neta por primera vez en cuatro años. La confianza también se mostraba agitada, como se refleja en el indicador Bull/Bear (alcista/bajista). Por tanto, dice NN IP, podemos calificar la reacción del mercado a la votación a favor del Brexit como un evento de «venta ante rumores, compra a la vista de los hechos».
Ahora que esta precaución extrema se ha corregido hasta cierto punto, lo siguiente que hay que evaluar es la sostenibilidad del alza de las cotizaciones bursátiles. Los mercados podrían recibir el apoyo adicional de los datos fundamentales. “La dinámica de crecimiento económico en los mercados tanto desarrollados como emergentes se encuentra instalada, tal como ya se ha señalado, en una tendencia de mejora y hasta ahora no se ve afectada por el Brexit. Además, la temporada de presentación de resultados empresariales ha sido alentadora. A pesar de que los beneficios siguieron cayendo, el segundo trimestre fue mejor que el primero en EE.UU. y Europa. Se espera que esta tendencia continúe en el tercer trimestre”, concluye.