Tras un principio de año endeble, durante el mes de febrero los mercados financieros recuperaron buena parte de las pérdidas acumuladas. En Generali Investment Europe lo atribuyen a una creciente percepción de que la relajación de la política monetaria durará todavía algún tiempo.
De cara al futuro, esperan, no obstante, que el panorama de crecimiento de Estados Unidos cambie esa percepción. Como resultado, el rendimiento de los activos estadounidenses de riesgo podría ser inferior al de la zona euro, en donde los titulares están dominados últimamente por signos de una recuperación lenta pero constante; además, parece que la política monetaria seguirá teniendo un sesgo expansivo.
Recuperar las pérdidas
Durante el mes de febrero, los mercados financieros de Estados Unidos y de la zona euro recuperaron las pérdidas registradas en las primeras semanas del año. Esto es particularmente cierto en el caso de la renta variable, que a primeros de febrero acumulaba una caída del 5% en ambos mercados, y que ahora registra un comportamiento más o menos plano en lo que llevamos de año. Además, los diferenciales públicos y privados se ajustaron aún más, con una evolución especialmente llamativa en el caso de la deuda pública del sur de Europa (-24 puntos básicos con respecto al PIB).
En la gestora creen que este comportamiento positivo de los mercados financieros se debe a la creciente percepción entre los inversores de que la relajación de la política monetaria durará todavía algún tiempo. En Estados Unidos, esta actitud se ha visto reforzada por la debilidad de los datos macroeconómicos: aunque con toda probabilidad son consecuencia de las malas condiciones meteorológicas (tres temporales de nieve), ha alimentado las especulaciones de que la Reserva Federal hará una pausa en su proceso de reducción de estímulos, según Generali.
En la zona euro se ha intensificado el debate en torno al riesgo de deflación, lo cual ha alimentado la creencia de que BCE continuará con su política de flexibilización. Al mismo tiempo, se han relajado los temores a una crisis sistémica en los mercados emergentes; además, este giro en las expectativas sobre la política económica ha propiciado una recuperación de las divisas de los países en desarrollo, incluidas las de los «cinco frágiles».
Perspectivas de futuro
«De cara al futuro, pensamos que el flujo de datos de Estados Unidos mejorará en cuanto se normalicen las condiciones meteorológicas. Aunque las perspectivas de crecimiento son positivas, esto podría propiciar una actitud menos acomodaticia de la Reserva Federal, lo cual afectaría a los mercados financieros. En lo que respecta al BCE, esperamos nuevas medidas de flexibilización a principios de marzo, pero sin movimientos de gran calado“. Como opciones políticas, un tipo de interés de depósito negativo o una FC absoluta podrían marcar una diferencia, explican. Pero dudan de que el BCE esté dispuesto a emprender acciones enérgicas. “Más bien pensamos que esperará a ver si la esperada inflexión en la tasa de inflación se materializa en abril».
Positivos en activos de riesgo europeos
Con el telón de fondo de esta política monetaria, en la entidad esperan que, en los próximos meses, los activos norteamericanos rindan por debajo de los de la zona euro. En esta visión influye el hecho de que los indicadores económicos de la zona euro han capeado bien hasta ahora el incremento de los riesgos globales. Por ejemplo, el PMI compuesto cayó ligeramente pero se mantuvo con holgura por encima de la marca crítica de 50 durante todo febrero. Por otro lado, los datos de PIB real del último trimestre de 2013 mostraron que la actividad creció en el 93% de la zona euro.
Otros factores que sustentan su visión a largo plazo de una recuperación gradual de la zona euro son la tendencia positiva en los ratings (ya se han revisado al alza ratings en Irlanda y España) y los avances políticos que se están produciendo en Italia. «El nuevo gobierno del primer ministro Renzi se ha planteado ambiciosas reformas electorales y estructurales. Aunque está por ver si consigue llevarlas a cabo, las expectativas de los mercados son muy altas». Esto se ha podido ver, de forma llamativa, en el comportamiento de los bonos BTP a 10 años; a diferencia de otros periodos de cambio político, en este caso su tipo de interés ha bajado.