Los mercados de renta variable exhiben una considerable fortaleza en un entorno de continuas tensiones políticas. Aparte de dos breves repuntes recientes relacionados con Corea del Norte y la política interna de EE.UU., la volatilidad implícita del índice S&P 500 ha permanecido reducida, y en ambas ocasiones la reacción negativa del mercado fue transitoria.
Los expertos de NN Investment Partners explican en su análisis semanal cómo en el pasado, dicho entorno de baja volatilidad puede haber sido interpretado como una señal de complacencia inversora, que aconsejaba reducir el riego. Sin embargo, creen, este año, prestar demasiada atención a los bajos niveles de volatilidad habría ocasionado una pérdida de oportunidades, o incluso pérdidas importantes para quienes apostaran por una mayor volatilidad.
Para la firma la capacidad de aguante que los mercados exhiben frente a las turbulencias de corte geopolítico –Trump, Corea del Norte…– tiene mucho que ver con la confianza en las perspectivas de crecimiento económico, así como con la confianza en que los bancos centrales mantendrán unas políticas monetarias acomodaticias.
“Los datos económicos son sólidos y se ha revisado al alza el crecimiento mundial. Los datos del Flash PMI de agosto correspondientes a la zona euro y Japón superaron las expectativas. Al mismo tiempo, la inflación continúa sorprendentemente reducida y parece haberse abandonado la correlación entre empleo y salarios. Eso posibilita que los bancos centrales se permitan el lujo de adoptar un enfoque de endurecimiento monetario muy escalonado. En la zona euro, la apreciación del euro podría conllevar una política del BCE todavía más gradual que la anticipada hace un par de meses”, escribe.
Mayores dividendos
En general, para NN IP, todo lo anterior representa buenas noticias para las empresas. El crecimiento de los beneficios mundiales ha entrado en positivo, y las perspectivas para la gestora son alentadoras para el resto del año y 2018. Sus analistas citan entre otros factores la aceleración del crecimiento mundial y la ausencia de presiones sobre los costes que han impulsado los márgenes.
“Aunque la dinámica de los beneficios se ha apagado en el transcurso del último trimestre, se mantiene positiva en EE.UU., Japón y mercados emergentes. Las previsiones de beneficios europeos se han revisado a la baja, seguramente como consecuencia de la fortaleza del euro. Probablemente, ese perfil de los beneficios sea uno de los factores que hace que los inversores tengan suficiente confianza como para mantener sus posiciones en renta variable y comprar en los recortes, cuando éstos se presentan”, afirma NN IP.
Además, recuerda que las empresas tienen una tesorería abundante y cuentan con unos balances saneados, lo que unido a las perspectivas de los beneficios, permite anticipar una mejora adicional en la remuneración de los accionistas.
“En conjunto, en buena medida podríamos seguir calificando la coyuntura como “ni demasiado fría ni demasiado caliente”, lo que sirve para explicar la capacidad de aguante de los mercados frente a situaciones de riesgo político. La mayor amenaza parece residir en un posible error de política por parte de los bancos centrales, pero los inversores tienen una gran confianza en los mismos. No obstante, no debe olvidarse que para desencadenar un “taper tantrum” solo hace falta que se malinterprete un comentario o reunión de un banco central”, concluyen.