El valle entre las Montañas Rocosas de EE.UU. en el que se encuentra la ciudad conocida como Jackson Hole, en el estado de Wyoming, vuelve un año más a ser el epicentro mundial de las finanzas, con la celebración del 46º Simposio sobre Política Monetaria que organiza la Fed de Kansas City y que reúne a partir de mañana a los principales banqueros centrales del mundo. Los últimos años se han tomado los discursos emitidos en este foro como un termómetro de lo que puede quedar por venir en la recta final de año, y en esta ocasión no va a ser menos: el consenso augura un 90% de probabilidad de que la Fed ya haya tocado techo en su ciclo actual de subidas de tipos de interés, por lo que el mercado seguirá muy atentamente las palabras de Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, que hablará el 25 de agosto por la tarde.
El mercado también ha empezado a descontar que el precio oficial del dinero en los EE.UU. se mantendrá entre el 5,25% y el 5,5% por algún tiempo, antes de que la Fed se decida a iniciar un nuevo ciclo de bajadas.” Mucho dependerá de la profundidad de una eventual recesión”, puntualiza Salvatore Bruno, director de inversiones de Generali Investments.
El lema del simposio de este año es “Cambios estructurales en la economía global”. A este respecto, el economista jefe de Julius Baer, David Kohl, cree que los bancos centrales se referirán con mayor probabilidad a “la creciente evidencia de que la economía parece estar en mejores condiciones de lo que ha estado en la última década para lidiar con tipos de interés más elevados”. En esta línea, Kohl espera que los participantes en el simposio arrojen luz sobre “cómo de permanente va a ser el alto nivel actual de los tipos de interés y cómo de reticentes van a ser la Fed y otros bancos centrales a recortar los tipos en el futuro si las tasas de inflación siguen cayendo”.
El economista jefe prevé un mensaje ambiguo de los bancos centrales, que éstos “mantengan todas las opciones abiertas” y dependan mucho de los datos para tomar sus decisiones. “Un compromiso previo del banco central sobre el rumbo futuro de su política podría ser engañoso para los mercados financieros y proporcionaría un incentivo para ignorar la incertidumbre en torno a la previsión actual de crecimiento e inflación”, sentencia.
Repercusiones para las clases de activo
La celebración del simposio anual llega en un momento en que las bolsas han empezado a corregir tras seis meses de inesperado buen comportamiento, con una temporada de resultados más sólida de lo inicialmente descontado por las casas de análisis. Desde Generali Investments, Salvatore Bruno advierte de que, a medio plazo, “el mayor riesgo es una revisión a la baja de los beneficios esperados, inducida por la desaceleración económica y el deterioro de las condiciones crediticias”.
“La reciente subida de tipos ha favorecido una recuperación de los sectores defensivos frente a los cíclicos y de los sectores de valor frente a los de crecimiento; se trata de dinámicas que podrían persistir si se mantuviera el reciente movimiento al alza de los tipos”, añade.
Markus Allenspach, responsable de análisis de renta fija de Julius Baer, observa que los rendimientos de la deuda estadounidense han tocado nuevos máximos, y que es el culmen de un ajuste al alza que ya dura varios meses y que supone la aceptación por parte del mercado de que la Fed tratará de mantener los tipos altos durante algún tiempo antes de empezar a recortarlos: “El mercado de renta fija ya ha descontado un escenario ‘higher for longer’”. Por tanto, la visión de Julius Baer es que “la mayor parte del ajuste de la curva ya se ha producido”, y consideran que los rendimientos reales y nominales son atractivos en los niveles actuales.
Álvaro Antón, Country Head de abrdn para Iberia, indica que la cotización actual de los bonos del Tesoro de EE.UU. está poniendo en precio que la Fed ponga punto final a su ciclo de subidas de tipos este verano y “que los tipos vuelvan a bajar gradualmente hasta el 3% en los próximos tres años”, aunque indica que “esta valoración del mercado refleja un compromiso entre dos estados del mundo distintos y, del mismo modo, excluyentes”.
Antón se refiere a que el entorno macro para los próximos meses puede decantarse por uno de estos dos escenarios: o bien una inflación elevada y un crecimiento robusto, lo que puede soportar unos tipos elevados durante un prolongado periodo de tiempo, o bien que “los desfases inherentes a la política monetaria han dado lugar a una falsa sensación de seguridad”.
El country head describe un escenario en el que “la economía se dará la vuelta, el miedo a la inflación dará paso a la preocupación por la desinflación, el desempleo aumentará y los bancos centrales responderán de la única forma que conocen: bajando los tipos de forma agresiva”. De hecho, indica que la visión de los expertos de abrdn asigna mayores probabilidades al segundo escenario, basándose en lecturas recientes de los indicadores macro de futuro.
La propuesta de la gestora para este entorno es aprovechar la oportunidad para “poder comprar activos defensivos relativamente baratos en lugar de activos cíclicos relativamente caros a medida que el ciclo se acerca a su inevitable conclusión”.