Las duras condiciones macroeconómicas a las que el mercado se ha tenido que enfrentar en los últimos meses se han hecho notar también en el mercado de bonos verdes y sostenibles, donde el volumen en la emisión de este tipo de deuda a nivel global ha caído un 15%. Este marcador, provisto por el Observatorio Español de la Financiación Sostenible (OFISO) para el primer semestre de 2024, sigue y analiza los datos del mercado de financiación responsable allanando el camino hacia la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y los acuerdos alcanzados en París.
OFISO señala una grave desaceleración en el mercado de deuda sostenible a nivel global, particularmente visible en los bonos ligados a la sostenibilidad. Estos instrumentos de deuda, cuyas condiciones financieras y estructurales dependen del cumplimiento de objetivos de sostenibilidad por parte del emisor, registraron una reducción cercana al 50% en sus emisiones en comparación con el primer semestre de 2023.
En paralelo, el gobierno japonés –que introdujo su programa de bonos de transición climática para 2024– ha logrado superar los 13.000 millones de euros, al considerar sostenibles actividades como la energía nuclear, la aviación de última generación y la captura y almacenamiento de carbono, entre otras. España también se ha hecho notar positivamente en este sentido.
España, a la cabeza de las emisiones verdes
Durante el primer semestre de 2024, el mercado de deuda sostenible español ha crecido un 36% con Telefónica y Adif posicionándose como los principales emisores, -superando los 2.000 millones de euros-, y con emisiones públicas como la de CaixaBank fuera del mercado euro y por más de 3000 millones de francos suizos.
Aunque España se posicione como uno de los mercados más positivos en deuda sostenible durante el primer semestre, aún está por verse si las decisiones de política monetaria y las condiciones macroeconómicas permitirán que este mercado alcance los 69.788 millones de euros registrados al cierre de 2023. Según datos de OFISO, España superó la barrera de los 17.000 millones de euros en emisión de deuda sostenible durante el primer semestre del año – destinados a la emisión de bonos verdes, bonos sociales y bonos sostenibles.
La disminución de emisiones por parte de las empresas, la inversión en tecnología que permita a estas renovar procesos industriales y alinear modelos de transporte con los objetivos de descarbonización se engloban en el modelo de finanzas sostenibles pactado en París. En este sentido, OFISO señala cómo los fondos están siendo destinados cada vez más a la movilidad sostenible y la eficiencia energética, superando a los proyectos de energías renovables.
Es más, la encuesta OFISO 2024 señala que el 75% de las empresas consideran que la cuota de financiación sostenible crecerá en lo que resta del año. Un 58,3% de estas compañías ya cuenta con políticas para prevenir el greenwashing, y la mitad ha integrado objetivos de sostenibilidad en su política de remuneración.
Desde el Observatorio, instan a que los bancos y los mercados prioricen a los inversores que optan por instrumentos financieros sostenibles, como lo pueden ser los préstamos o los bonos verdes. También reconocen que es necesario que estas opciones de financiamiento se extiendan y adecúen para dar respuesta a las necesidades de financiamiento de las pymes, ampliando su participación en los mercados que favorecen la transición.