Recientemente ha habido mucho entusiasmo en los mercados por el rebote experimentado en los mercados asiáticos, impulsado en parte por una posible solución a las disputas comerciales entre Estados Unidos y China en el corto plazo. Según apunta Robert Horrocks, CIO de Matthews Asia, la debilidad del dólar está restando presión a algunos de los mercados más cíclicos. La pausa tomada por la Reserva Federal a la hora de seguir su plan de normalización monetaria podría impulsar el sentimiento a corto plazo en los mercados de renta variable asiáticos.
¿Es hora de volver?
Los mercados han azotado a los inversores por ambos lados, experimentando el drama de unas agudas caídas en el cuarto trimestre del año sólo para experimentar la alegría de un cambio de suerte a principios de este año.
En el pasado, ha sido precisamente este tipo de comportamiento en los mercados asiáticos el que ha disuadido a los inversores a largo plazo. Es tal la volatilidad en los precios que el inversor a largo plazo se ha asustado mientras que el especulador a corto plazo se ha envalentonado. ¿No hay esperanza para que los mercados asiáticos se conviertan en una plataforma para el ahorro y la inversión en el largo plazo? En realidad, Horrocks sí cree que hay esperanza, pero para ello se precisa que en lugar de observar la reciente volatilidad de los precios se considere lo sucedido en los últimos años.
La última década ha estado definitivamente dominada por los mercados de Estados Unidos y occidente. Las autoridades políticas asiáticas se han dado cuenta de que el crecimiento de sus economías debería haber llevado aparejado unos mejores resultados en promedio para los inversores en renta variable doméstica. El fracaso de los mercados de renta variable para proporcionar tales rendimientos puede haberse debido, al menos a los ojos de las autoridades políticas, a la deficiencia de los gobiernos corporativos de estas empresas. Tanto en Japón como en Corea del Sur ha habido un impulso hacia una mejora en las estructuras corporativas y en la asignación de capital. En China, las autoridades han adoptado el mantra “crecimiento de calidad”, donde las empresas parecen haber respondido mejorando sus esquemas internos de incentivos y comunicándose mejor con los accionistas.
Estas reformas son solo un comienzo. Según la opinión de Horrocks, no se puede culpar exclusivamente a los problemas derivados del gobierno corporativo como únicos responsables de un desempeño deficiente del mercado de valores en relación con el crecimiento económico. Sin embargo, las reformas sobre los gobiernos corporativos podrían hacer mucho para estimular la cultura de equidad y para “democratizar” los mercados de Asia, ayudando a aliviar la carga de los ahorradores para asegurar su jubilación. Al proporcionar unos mejores rendimientos sobre el capital, los mercados también proporcionarían un mayor consumo.
De hecho, parece que centrarse en el largo plazo y en compañías con una mejor gestión ha sido un viento a favor para los rendimientos en Asia en los últimos años. Por lo tanto, parece apropiado, a medida que los inversores reconsideren su asignación en Asia, pensar con detenimiento en los giros del mercado en el corto plazo y con al menos una porción de sus inversores asignados a unas estrategias que buscan no maximizar las ganancias de la especulación en el corto plazo, pero para ofrecer unos mejores rendimientos a largo plazo a los verdaderos ahorradores. Aunque Horrocks reconoce que puede resultar una estrategia aburrida, también afirma que a veces un poco de aburrimiento puede ser algo bueno.