Los inversores institucionales de todo el planeta se asoman a 2023 con una visión sombría de la economía y una perspectiva incierta sobre los mercados, con expectativas de un aumento mayor en los tipos de interés, la inflación y la volatilidad a tenor de las recientes conclusiones de la encuesta publicadas hoy por Natixis Investment Managers (Natixis IM).
Según muestra la encuesta, el 85% considera que se encuentran, o se encontrarán el año que viene, inmersos en una recesión que el 54% cree necesaria para refrenar la inflación. En este sentido, los inversores institucionales creen que unas políticas erróneas por parte de los bancos centrales constituyen una de las amenazas más graves para la economía. Pero una gran parte, un 65%, manifiesta que el riesgo de recesión, un resultado probable de las políticas articuladas por los bancos centrales, no es tan grave como el de estanflación, o un período con crecimiento negativo del PIB junto a una inflación enquistada y un desempleo en espiral.
Pero no todas las noticias relacionadas con la inflación son negativas: habida cuenta de que se prevé que los bancos centrales sigan combatiendo la inflación con subidas de tipos en el próximo año, siete de cada diez inversores institucionales (72%) creen que el repunte de los tipos conllevará un resurgimiento de las inversiones en renta fija tradicional, mientras que el 56% es optimista con respecto a los mercados de bonos en 2023.
Perspectiva de mercado para 2023
Según muestra las conclusiones de la encuesta, aunque la inflación y los tipos de interés son los dos factores que más preocupan a los inversores institucionales en cuanto al riesgo para las carteras, el 57% menciona la guerra como la principal amenaza económica global, una sensación que se hace más patente en Europa (68%).
El deterioro en las relaciones entre EE.UU. y China también se percibe como una grave amenaza y lo mencionan el 47% de los inversores institucionales en Asia y el 53% en los EE.UU. una vez celebradas las elecciones de medio mandato, lo que supone un incremento si lo comparamos con el 25% de antes de las elecciones. En definitiva, el 65% de los inversores institucionales de todo el mundo opina que las ambiciones geopolíticas de China desembocarán en la bifurcación de la economía mundial en un orden de dos mundos, representando China y EE.UU. las principales esferas de influencia.
Los inversores institucionales se muestran divididos en cuanto a la repercusión que tendrá la política sobre la evolución económica, previendo el 53% un aterrizaje seguro y el 47% uno forzoso. El 69% coincide en que las valoraciones siguen sin reflejar los fundamentales, pero el 72% considera que los mercados acabarán dándose cuenta de que las valoraciones importan.
El 60% opina que las acciones de gran capitalización obtendrán mejores resultados que las de pequeña capitalización, siendo probable que este mejor resultado proceda de los sectores de atención sanitaria, energía y financiero. Los sectores con más probabilidades de obtener peores resultados serán el de consumo discrecional (42%) y el inmobiliario (47%), ya que 2023 será testigo de subidas en los tipos y bajadas en los precios de la vivienda.
Una conclusión que destaca en esta encuesta es que los inversores son especialmente optimistas con respecto al capital riesgo (62%) y la renta fija (56%), y se muestran más divididos entre el optimismo y el pesimismo cuando se habla de renta variable y deuda privada. Son especialmente pesimistas con respecto al sector inmobiliario (82%), coincidiendo un 61% en que el mantenimiento del teletrabajo supondrá una acusada depreciación de los activos inmobiliarios comerciales.
Considerando el renovado interés por la renta fija y el abandono gradual por los bancos centrales de sus programas de compra de activos, vuelve a planear el fantasma de la falta de liquidez. El número de inversores institucionales que mencionan la liquidez como uno de los principales riesgos para las carteras del próximo año casi se ha triplicado, llegando al 36% desde el 13% de hace un año.
Generar rentabilidad en 2023
Aunque no se espera que la perspectiva macroeconómica suponga cambios drásticos en la estrategia de asignación, la encuesta reveló que el 53% de los inversores más grandes y sofisticados del mundo están despojando del riesgo a sus carteras activamente con movimientos tácticos de asignación que revelan un cambio de orientación hacia la calidad en renta fija y estrategias alternativas en busca de rendimientos más altos, una rentabilidad estable y cobertura frente a riesgos a la baja. Dentro de esta tendencia, el 62% cree que las inversiones ESG pueden generar alfa y el 59% prevé incrementar este tipo de inversión.
La mitad de los inversores institucionales que mantienen bonos verdes en todo el mundo prevén incrementar sus inversiones, mientras que casi la misma cifra sostiene que mantendrá su asignación actual. Aproximadamente siete de cada diez (68%) inversores institucionales de Asia, con inversión actual en bonos verdes, manifiestan que aumentarán sus asignaciones. Así lo afirma también un 54% en la región EMEA. Solo el 4% prevé reducir su posición.
Incluso con los tipos al alza, parece que la búsqueda del rendimiento de una década sigue persiguiendo a los equipos de inversión, ya que seis de cada diez (61%) afirma que su organización se está orientando hacia inversiones alternativas como sustitutas del rendimiento. El grupo más numeroso (44%) prevé incrementar en 2023 las asignaciones a infraestructuras, el 43% al capital riesgo y el 36% a inversiones de deuda privada.
Por último, las asignaciones alternativas también son una táctica para mitigar el riesgo, ya que dos tercios de los inversores institucionales sostienen que es probable que una cartera compuesta por un 60% de renta variable, un 20% de renta fija y un 20% de alternativas obtenga mejores resultados que las tradicionales carteras 60/40.
Movimientos en la cartera
El 60% comunica que sus inversiones activas han conseguido resultados superiores a su índice de referencia en los últimos 12 meses, y reconoce las limitaciones de las inversiones pasivas en épocas de volatilidad. Considerando la perspectiva para 2023, el 74% cree que en ese año los mercados favorecerán a los gestores activos.
Según las conclusiones de la encuesta, es probable que los inversores busquen activos privados para obtener alivio en el plano de la renta variable de las carteras, ya que casi la mitad (48%) cree que los mercados privados ofrecerán un puerto seguro en una recesión. La confianza en la capacidad de la clase de activos para desempeñar este papel ha crecido constantemente desde la perspectiva de Natixis IM en 2021, cuando solo el 35% así lo afirmaba y, en 2022, cuando el 45% pensaba de tal modo.
Dentro de la renta variable, lo más probable es que los inversores institucionales incrementen sus asignaciones a la renta variable estadounidense (41%), seguida por la renta variable de Asia-Pacífico (33%) y de mercados emergentes (33%).
En cuanto a los mercados emergentes, consideran que las mejores oportunidades de crecimiento están en Asia menos China. Dos terceras partes (66%) coinciden en que los mercados emergentes dependen excesivamente de China, y el 74% cree que las ambiciones geopolíticas de China han reducido su atractivo inversor.
Metodología
*Natixis IM encuestó a 500 inversores institucionales de 29 países de América del Norte, América Latina, Reino Unido, Europa Continental, Asia y Oriente Medio que gestionan colectivamente 20,1 billones de dólares de activos de pensiones públicas y privadas, aseguradoras, fundaciones, dotaciones y fondos soberanos de todo el mundo. La encuesta fue realizada por CoreData Research en octubre y noviembre de 2022.